La saga Dedicatessen de Jabalina –7” dedicados por los artistas a iconos, filias, obsesiones– prosigue su curso delicioso después de aquella primera
doble entrega con Doble Pletina y Parade como protagonistas. Como con los anteriores, conviene no dormirse: son vinilos de color, son quinientas copias.
J’aime es el proyecto en solitario de Jaime Cristóbal, de los navarros Souvenir. Pop
crooner con vistas; ecléctico y siempre, siempre afortunado. Dedicado a la noche, su single transita entre el soul pantanoso de
“Midnight Shift”, el folk-rock de
“Garden Of Shades” y el jangle pop de
“This Time (Black Time)”, para finalizar brillantemente en el instrumental surf
“Honolulu Dark”.
También su otro proyecto,
Souvenir, cuenta con participación en la serie; un episodio dedicado ambiguamente a “los finales sin fin”, no sabemos si en relación al futuro (o no futuro) de Souvenir. Tres temas de tecno-pop triste-feliz, bailable pero menos.
“No es el final” es su debut en castellano y puede recordar tanto a Chromatics como a los Pet Shop Boys de “Heart”. Además, un tema (
“Cyclothymique”) que por poco no entró en
“Travelogues” (2012), y su versión abrasiva del
“Sand” de Lee Hazlewood y Nancy Sinatra.
AMA dedican su contribución al “virus de la rabia”, en un tremendo
breakup single que recuerda claramente los instantes más quietamente devastadores de sus paisanos La Buena Vida.
“El día después”, de aromas
sixties y con grandes coros de Mireia Artetxe, arreglará-estropeará el día de quien disfrutó-sufrió con “Qué nos va a pasar”.
“Algo que no se ve”, sobre el hilo rojo que ha de cortarse, y
“Gato encerrado”, giro inesperado y final abierto, completan la experiencia.
Por último, el peruano afincado en Madrid
Aldo Linares sorprende con su debut en solitario, un homenaje a la mujer y su capacidad de fascinación. Arranca con la notable
“Confederados”, una canción de amor sin fronteras nacionales que cuenta con el apoyo vocal (siempre carismático) de Linda Mirada, como después
“Temporada estival”, algo Prefab Sprout. La animada
“Oklahoma Baby” y la taciturna
“Duermevela”, abstracta y dream pop, representan dos extremos en un debut que demuestra amplitud de registros y capacidad de embrujar. ∎