Álbum

Jeymes Samuel

The Book Of ClarenceGeneva Club-Roc Nation, 2024

El músico y cineasta británico Jeymes Samuel (Londres, 1979), aka The Bullitts, tiene muy buenas conexiones, y algunas de ellas entre la crème de la crème. Solo hace falta fijarse en la banda sonora de su nueva película, “The Book Of Clarence”, estrenada el pasado 12 de enero, para darse cuenta. En la música que ha compuesto e interpreta lo acompaña un casting de colaboradores de auténtico lujo. Viendo el tracklist de buenas a primeras, la vista se va sobre el tema “I Want You Forever”, en el que participan nada menos que Jay-Z y D’Angelo. Se trata de nueve minutos y medio de un baladón romántico de neosoul orquestal lleno de dicha bíblica –como solo sabe hacerlo un excéntrico como D’Angelo, que tan poco se prodiga– en el que incluso, si nos apuran, sobra la parte rapera, que suena como incrustada, aunque va bien saber que Jay-Z no solo pone la voz, sino también mucha pasta encima de la mesa para que Samuel pueda desarrollar sus proyectos. Su primera película, para Netflix, fue “The Harder They Fall” (2021), un wéstern protagonizado por negros, en la senda de Leone y Tarantino, y en cuya banda sonora –coorquestada y coproducida por Jay-Z– colaboran Koffee, Kid Cudi, Jay-Z, Barrington Levy, Fatoumata Diawara, Lauryn Hill, CeeLo Green, Laura Mvula, Mayra Andrade o su hermano Seal, entre otros (Samuel también firmó el score, grabado por The Chamber Orchestra Of London).

De origen nigeriano por parte de madre y afrobrasileño por parte de padre, Jeymes Samuel siempre ha tenido muy en cuenta sus orígenes. Así, en su nuevo trabajo fílmico –protagonizado por Lakeith Stanfield y en el que participan otros actores célebres como Omar Sy, RJ Cyler o Eric Kofi-Abrefa y con cierto paralelismo con “La vida de Brian” de los Monty Python–, los únicos actores blancos son los malos de la película, los romanos. Y es que se trata de una reconstrucción muy sui generis, rodada en la ciudad italiana de Matera, de la Palestina de los tiempos de Jesucristo. El protagonista es un camello, un dealer de hierba, un don nadie, un pillo que tiene la genial idea de convertirse en mesías para ganar la pasta que le permita pagar una deuda; una especie de influencer cuya comicidad termina en tragedia, mezclando lo irreverente con lo sagrado. Es un cuento paralelo a la vida y muerte de Jesucristo –negro, naturalmente, encarnado por Nicholas Pinnock– pendiente de estreno en nuestro país.

Mientras, podemos disfrutar de la suculenta banda sonora, que, a diferencia de la del wéstern, más focalizada en el hip hop, bascula entre rhythm’n’blues, soul, góspel y funk clásico. Así, la inicial “All About You” cuenta con el inesperado featuring de Jorge Ben Jor. El icono del samba-soul brasileño se adapta como un guante a un sinuoso tema que mezcla florituras corales femeninas y frondoso fondo orquestal. Muy diferente suena el single “Hallelujah Heaven”, un ritmo funk con marcadas guitarras en el que sobresalen las verborreas recitadas de nada menos que Lil Wayne, Buju Banton y Shabba Ranks, inclinando la balanza hacia el lado dancehall. No falta tampoco la conexión con los afrobeats nigerianos: en la caricia de “Sacred Love” le da la réplica Yemi Alade, de nuevo con prominencia de cuerdas y metales, en un logrado contraste entre la rugosa voz masculina y la sensual parte femenina. En “JEEZU”, Adekunle Gold comparte protagonismo con los fraseos rapeados de Doja Cat y Kodak Black, mezclando hip hop, flauta travesera y una invocación netamente gospeliana.

La británica Jorja Smith se apodera por completo con sus gorgoritos dolientes de “Champagne”, un tema soul en el que también mete baza Samuel mezclando voluptuoso bajo, sintetizadores y mullidos arreglos filadélficos. La aparición de Terry Callier, fallecido en 2012, en la apoteósica canción de amor “Varinia” es un misterio: debe de ser en los prominentes “ooh, ooh, oohs” que salpican una canción que, por otro lado, es puro éxtasis místico. Otra colaboración destacada es la de Kid Cudi, en la mullida balada “Godqueen”. El rapero, cantante y actor estadounidense responde así al “favor” que Jeymes Samuel y Jay-Z le han hecho coproduciendo “Teddy”, su próxima película para Netflix.

En el tramo final, con un “Magdalena” compartido con Alice Smith, que tiende al AOR soul, y los temas que Samuel firma en solitario –“Dear Heaven” y “Nazarene”–, unas acolchadas, melifluas y grandilocuentes baladas, el disco pierde fuelle y rebaja la calidad de una banda sonora que funciona perfectamente al margen de acompañar las imágenes. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados