Álbum

John Leventhal

Rumble StripRumble Strip-Thirty Tigers, 2024

Si se dispone de una carrera bien labrada en la industria del disco como productor, compositor e intérprete durante más de cuatro décadas, como es el caso de John Leventhal, ¿qué se puede hacer, a qué se puede aspirar? A más elogios..., a obtener más Grammy..., a repetirse..., a retirarse...

Dentro y fuera de un estudio de grabación, el también guitarrista ha hecho de todo. El músico ha tenido la ocurrencia tan lógica como brillante y, si se quiere, insólita de “debutar” bajo su propio nombre. Tal vez “Rumble Strip” no sea una liberación, pero sí un acto de sentirse y escucharse a uno mismo, desde las entrañas hasta la piel. El reto es saber convertir esa energía interior, plena de pasión y serenidad, en canciones en las que reconocerse y, luego, poder transmitirlas a la audiencia.

El hecho de mostrarse desde la obra propia es un éxito. El candidato a los Grammy en once ocasiones y galardonado en seis, en algún momento dejó dicho que “todo lo que me ha pasado fue porque yo era compositor y tenía sensibilidad de arreglista”. A tenor de la calidad instrumental, más la atmósfera musical y los versos, en este viaje sonoro, que se supone arduo y gratificante, Leventhal no está solo. Algunas de las dieciséis canciones del álbum están coescritas junto con su esposa, Rosanne Cash, el cantautor Marc Cohn y Matt Berninger, de The National.

En “That’s All I Know About Arkansas”, la voz de Cash resume, mejor dicho, condensa de manera natural la esencia de aquello que desde hace unos años se denomina americana, que no deja de ser un variopinto universo de músicas de raíz, de carácter añejo, trovadoresco e interracial en que una multiplicidad de talentos se manifiesta con remarcable éxito popular.

En medio de ese cúmulo de sonoridades, Leventhal es capaz de captar, interpretar y transmitir sus composiciones. Hace su propio camino mientras se desenvuelve como músico-productor. Diríase que se desafía a sí mismo. Así ocurre en “JL’s Hymn No. 2” y “JL’s Hymn No. 3, también en “Rumble Strip, que da título al álbum, acompañándose de una suave percusión. Otra pieza a destacar es “If You Knew”, firmada por Matt Berninger, vestida sutilmente con percusión, bajo y guitarra, e interpretada a dúo por el matrimonio. Igual sucede con “Meteor y Three Chord Monte, cobijadas en arreglos de trompeta. La sobria “Marion And Sam” y la cadenciosa “Soul Op” están brillantemente interpretadas. En “Clarinet Concerto” e “Inwood Hill”, el productor parece un concertista.

Los singulares homenajes a músicos, country uno, en “Floyd Cramer’s Dream”, que abre el disco, y compositor de cámara el otro, en “Who’s Afraid Of Samuel Barber”, certifican el conocimiento y el criterio artístico de Leventhal. Otra prueba es “The Only Ghost”, coescrita con Cohn. Las voces y la instrumentación se armonizan bien en este midtempo. En definitiva, la grabación está compuesta de sabiduría, elegancia y unos rasgueos de guitarra al alcance de muy pocos. La temprana “Tullamore Blues” y la tardana “Goodbye To All That” son, también, representativas de esas cualidades. La conjugación de guitarras acústicas y eléctricas es una delicatessen. Acordes inesperados. Riffs imaginativos. Sonoridades familiares.

Está claro que el músico reside en Manhattan, pero las canciones desprenden un sonido arraigado muy lejos, muy al sur de su domicilio, haciendo plausible la sensación de remontarse a otro lugar y época. Sin embargo, la acústica y el concepto tonal del álbum son decididamente contemporáneos. Un antecedente reciente se puede encontrar en “The River & The Thread” (2014), de Rosanne Cash, coescrito por ambos y producido por el multinstrumentista, que obtuvo tres Grammy. Además, la pareja se asegura la libertad creativa con la creación de un sello propio.

En 2018, el autor declaró a la revista ‘Acoustic Guitar’: “El directo y la grabación son mundos completamente diferentes para mí. Los requisitos de equipo son muy diferentes. En el estudio quieres que el micrófono traduzca tus ideas musicalmente en una grabación. Eso es diferente a tocar en vivo en un teatro y hacer llegar tus ideas musicales y de sonido a miles de personas”. “Rumble Strip” es un genuino ejemplo de esas palabras. Y también del talento creativo, así como de la ductilidad e intuición sonoras que subrayan los detalles de la producción de John Leventhal. ∎

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