“Ocells com tu” es el primer LP de Josep Xortó –voz cantante, composición, algo de producción y gran parecido físico con el gran Alan Rankine, la mitad de The Associates– y Carles Congost –principal compositor, letrista, productor, fundador de The Congosound en los noventa, reputado artista visual y propietario del sello Maletas Violentas con el que Austrohúngaro se alía en este vuelo conjunto de los artistas catalanes–. Se trata de un trabajo colaborativo donde han participado, además de los mochuelos mencionados, Xavier Paradis, Andrés Papas Pérez, Fabricio Sebastián Pintos y Joan Malé, así como una lista enorme de productores, junto con Paradis y alguno más de los anteriores, Alan Imar, Josep Vilagut, Georgina L. Wolkowicz, Javier Bayón, Casiowaves y Sergio Pérez.
Temas que aparecieron como sencillos a lo largo de estos últimos años como “Això que sona és nostre” –Hidrogenesse remezclaron esta adaptación al catalán de “Come On”, de Jules Tropicana, en 2018–, “Port de la Selva” –tecno-pop ochentero post ‘83 sobre amores de verano con un breve solo de sinte–, “Nova Esplendor” –versión editada con saxo sensual–, “Els hits” –sobre un fanático de las listas de éxitos– y “Bill Viola” –mucha retranca con la gravedad en la percepción del arte como diana, sin más– son reunidos en este disco de debut junto a las más recientes “El diable” –sinfonía pop de trucos de producción–, “Equivalència” –una reflexión sobre las amistades perdidas que suena a Golpes Bajos antes de virar hacia Pet Shop Boys– y “Les cançons romàntiques” –synth-funk-folk para enamorarse con arreglos de cuerda y otro gran solo sintetizado a lo Lucio Battisti en 1980–. Esto, ocho singles de once temas, hacen de “Ocells como tu” casi un recopilatorio de grandes éxitos que han gozado de nuevas mezclas y masterización.
Aunque Xortó y Congost –parece un juego de mesa– se ríen bastante de las etiquetas, incluidas las musicales, su álbum se regodea en el italo disco y el tecno-pop, recurriendo a un abigarrado catálogo de sonidos, guiños y fraseos que se hubiese beneficiado –una sensación que va desvaneciéndose a medida que te sumerges en su síntesis ornitológica– de una producción algo más espaciosa. También les distingue que cantan sus letras humorísticas y melancólicas en catalán. El pop electrónico que gastan es cítrico-reflexivo (una marca austrohúngara) compensando el desapego hedonista que transmite al oyente desprevenido la música de baile. De nuevo, a medida que sintonizas con ellos, van surgiendo nuevos dardos, sabores y colores.
“Ocells com tu” problematiza con algunos posicionamientos éticos, eso que tanta falta hace en política y en la vida, sobre el consumo, el arte o el deseo. El primer tema, “Pedres i ocells”, que suena un poco a los segundos Human League, los más accesibles, ataca la volubilidad ideológica, sin especificar, de ciertos pájaros que circulan por ahí sometidos al sentimiento de pertenencia. Irresistible, “Les xarxes” le sigue la corriente con una saludable estocada a las redes sociales, preferencia por los pocos pero buenos amigos y el siglo XX de los teléfonos sin pantalla. Nostalgia a raudales con pasajes eróticos como “Les marques” completan temáticamente el gran estreno en la larga distancia cocinado a fuego lento de Josep Xortó + The Congosound. Todo un señor hit. ∎