Nos dicen desde Head Heritage que Julian Cope está enfermo desde principios de año, aunque desconocemos la naturaleza de sus dolencias o si la legendaria salud de hierro del mito lisérgico ha mejorado desde entonces. Pero el misterio es un vector fijo en la figura pública del archidrude, megalito filosofal encarnado y fuente inagotable de canciones extraordinarias, si nos ponemos épicos. “England Expectorates” es, por supuesto, todo esto en forma de reflexión ante el invierno del descontento que se nos avecina con el Brexit, Boris Johnson o Vladimir Putin como pardas fuentes de inspiración.
Tratándose de Cope, su meditación no podía llegar sino cargada de flema y renovado espíritu punk. Pero la ocasión es demasiado grave como para perderse en la tosca connotación del título de su nuevo álbum: “Inglaterra expectora”. O sea, que arranca y arroja las secreciones acumuladas en algún punto de sus vías respiratorias. El teatrillo que se trae siempre Cope con las maneras y los localismos idiomáticos dificultan siempre el análisis, pero el esfuerzo vale la pena y, en cualquier caso, uno puede saltárselo para gozar con sus canciones siempre redondas, pegadizas y dotadas de expresivos arreglos.
El disco comienza con su tema homónimo trazando una viñeta de la idiosincrasia inglesa bajo disonante ritmo tribal. Julian Cope dice: “Al sur del Muro de Adriano, donde Hitler no tocó bola, Inglaterra expectora”. Pero “Exiled On Hoy” –Hoy es una de las islas más escarpadas de Escocia–, y después de tanto luchar para expulsar a los romanos, Cope reconoce desconsolado el dominio de los nuevos invasores: Bezos, Gates, Musk, Disney, Mao y un sistema que adormece a la masa alienada por el trabajo. Es una de las mejores canciones de un álbum que muestra al mejor Cope de los últimos años: vitriólico pero controlado, lacerante pero quirúrgico, repertorial pero muy inspirado. Continuemos.
“Hillary In Bengahzi”, mejor pieza todavía, no deja títere con cabeza. Ni neoconservadores ni comunistas, ni Twitter ni Facebook, ni siquiera los ecologistas se libran de lo que Cope considera la burricie de la novedad, el olvido del saber ancestral y ese lugar común que adora lo actual en detrimento del pasado. Un punto de razón tiene. Pero no todo es látigo en “England Expectorates”. “Prodigal Sun” reclama lo luminoso y natural… antes de enfilar con su afilada hacha neolítica lo sucedáneo de la inteligencia artificial. “Dickless & Ridic’Lous” reutiliza cómicamente el “Plaisir d’amour” de Jean Paul Égide Martini, popularizado por Elvis Presley y su cursilada cósmica “Can’t Help Falling In Love”. No sabemos a quién se refiere el de Liverpool, pero “Boris Good-Enough”, juego de palabras con Borís Godunov, un zar intelectual y reformista del siglo XVI, quizá ofrezca alguna luz: “The english government is not its people / The russian government is not its people (…), Dostoevsky’s bombing no one, Mussorsky’s bombing no one (…)”.
Si Inglaterra expectora, Cope también reacciona desde lo más profundo de su ser con un trabajo clásico y sin más tacha que la propia inocuidad del pop. Pero desde aquí, modestamente, lo animamos a que se recupere y no desfallezca. Porque estamos de acuerdo con el fundamento filosófico de su ideario: “Cunts Can Fuck Off”, que también ha sido single. ∎