La cantante y compositora portuguesa Carolina Cardoso Rodrigues, para el arte Lina_, ya demostró con su anterior álbum, “Lina_ Raül Refree” (2020), que es una artista a la que no le gusta acomodarse en su zona de confort. En la nueva entrega, “Fado Camões”, incide en una idea exploratoria que lleva el fado hacia terreno desconocido, sin olvidarse de la esencia, de la mano del productor británico Justin Adams, veterano guitarrista y compositor con un poblado currículo que lo ha llevado a trabajar con, entre otros, Jah Wobble, Robert Plant, Tinariwen, Brian Eno, Sinéad O’Connor, Rachid Taha, Souad Massi, Lo’Jo, Mauro Durante o el griot Juldeh Camara.
El que sea el quinientos aniversario del nacimiento de Luís de Camões, considerado el mayor poeta de la lengua portuguesa, es una casualidad. Según explica Lina_, cuando estaba de gira con Refree leyó una biografía de Amália Rodrigues en la que afirma que el mayor fadista que había existido era Camões. Ahí le entró la curiosidad por conocer su poesía, más allá de la epopeya de “Os Lusíadas” (1572). Entonces se da cuenta de que, ciertamente, su poesía lírica y su temática coinciden con la manera de escribir en el fado. Tras estudiarlo a fondo y con la indispensable ayuda de Amélia Muge, para adaptar la métrica, ha logrado hacer un disco solo con poesía de Camões.
Le hubiera gustado volver a trabajar con Refree, pero es un músico y productor con una agenda muy ocupada. Entonces pensó en Justin Adams por ser alguien muy versado en músicas tradicionales y sobre todo africanas, del mismo modo que Camões fue un viajero cuyo paso por África y la India fue decisivo en su obra. En el sonido también resultan fundamentales los arreglos del teclista John Baggott y la guitarra portuguesa de Pedro Viana.
Lo primero que destaca es el single, “O que temo e o que desejo”, compartido con el asturiano Rodrigo Cuevas, con un ritmo y unas palmas orgánicos que parecen beats, una guitarra portuguesa que es pura filigrana, coros celestiales y sus voces jugando a ir del fado a la canción tradicional hasta lograr un tema rotundo y adictivo. La saudade más profunda aparece en la inicial “Desamor”, sustentada en su voz, cristalina y a la vez profunda, guitarra portuguesa y un piano solemne, a las antípodas de los experimentos con Refree. Del puro clasicismo pasa en “Quando vos veria’” a un fado que juega con el contraste de una guitarra eléctrica aérea y a la vez punzante y una guitarra portuguesa que hace de ancla.
El trémolo de “In labirinto” hace pensar en un fado llevado al terreno de Portishead, con suntuosa solemnidad. Mientras que el mar de teclados que arropa “Senhora minha” le da un halo de espiritualidad de sesgo litúrgico. Es un remanso antes de “Desencontro”, en el que de nuevo aflora el ritmo grácil y elegante de la guitarra portuguesa, arropada por unos panderos con sabor norteafricano. Los hallazgos se suceden y así en “Se de saudade morrerei ou não” su magnífica voz se balancea entre un piano minimalista, percusión sorda, efectos especiales de fondo y unas guitarras apenas insinuadas.
En el poético título de “Amor é un fogo que arde sem se ver” brilla el canto sobre un fondo abstracto y algo tétrico, en lo que bien podría llamarse fado-ambient. Es un tono que sigue en “Que nimgem me veja ver-vos”, aunque aquí también sobresale la guitarra portuguesa; sus cabriolas protagonizan “Canção”, de nuevo conjugadas con el tono folklórico de percusiones y palmas. El vaivén estilístico nos lleva a la contención de voz, piano y teclados en “Lina Vaz de Camões”, más cerca del lied de cámara desconsolado que del fado, si no fuese por la guitarra portuguesa. La tristeza infinita impregna “Pois meus olhos não cansam de chorar”, entre voces espectrales, mar de fondo y un piano solemne, culminando un disco que lleva el canon del fado a otra dimensión. ∎