Reedición

Maria del Mar Bonet

A l’OlympiaBlau-Discmedi, 2025

Hubo una época en que actuar en el teatro Olympia de París constituía una meta muy especial, una especie de consagración, sobre todo para los cantautores. Hace cincuenta años, el 27 de abril de 1975, Maria del Mar Bonet i Ovidi Montllor compartieron una sesión matinal en aquel coliseo de la canción, que actualmente mantiene abiertas sus puertas tras cerca de siglo y medio de existencia.

Como era habitual, ambos intérpretes grabaron sus respectivos conciertos para publicarlos poco después. Y ahora la mallorquina ha decidido conmemorar el cincuentenario de su histórica actuación reeditando aquel trabajo, completamente restaurado, ya que ha sido revisado, reordenado y remasterizado por Mateu Picornell, con el añadido de tres canciones que en su momento no fueron incluidas en el LP original.

El nuevo “A l’Olympia” –así hay que considerarlo; con cambio de color en la portada: de lila a ocre– es un disco que refleja el excelente momento interpretativo de una Maria del Mar que aquel día cumplía 28 años y ya se manifestaba como una artista plenamente consolidada gracias a su inteligente combinación de canciones tradicionales de las Baleares, adaptaciones de versos de poetas de los Países Catalanes y composiciones propias. Tal vez todavía no había alcanzado aquella sonoridad mediterránea que la ha distinguido desde finales de los setenta, puesto que en cierto modo aún se mostraba deudora de la canción francesa que distinguió a la mayoría de los miembros de la nova cançó durante sus primeros años de trayectoria. Esa característica se refleja precisamente en la composición del grupo que la acompañó en el Olympia, con músicos de la talla de Albert Moraleda (arreglos, dirección, contrabajo y flauta) y Josep Maria Bardagí (guitarra), que no disimulan su formación clásica, con derivaciones hacia la mencionada chanson y también hacia unos ligeros aires jazzísticos.

Detalles instrumentales al margen, a lo largo del disco la Bonet canta con una voz pletórica, clara, fresca y diáfana, a pesar de que probablemente todavía no había culminado su formación como vocalista. En la grabación hay composiciones que brillan de forma especial. Dos de ellas, concretamente, son de las que no se incluyeron en la edición original: “No voldria res més ara”, una tierna pieza romántica que es una de las más bonitas de todo el repertorio de la cantante, y “Què volen aquesta gent”, con formato de romance, escrito por Lluís Serrahima, que es su tema de contenido más político, y que en aquella época –Franco todavía vivía– estaba prohibido a este lado de los Pirineos. El lírico “Sonet”, basado en un poema de Baltasar Rosselló-Pòrcel; la expresiva “Me n’aniré de casa”, una de las primeras canciones de la mallorquina, y “Abril”, que en aquellos momentos era una de las últimas, dedicada a José Afonso y la Revolución de los Claveles portuguesa, son otros grandes aciertos de una lista donde, como contraste, también abundan las breves tonadas tradicionales campesinas de su isla y las canciones de cuna.

Lo que por otra parte llama la atención es que Maria del Mar no interpretara en París su gran éxito de los primeros setenta “L’àguila negra”, adaptación al catalán de la famosísima canción “L’aigle noir” de la francesa Barbara. ∎

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