Disco destacado

Marlene Ribeiro

Toquei no solRocket-Lovers & Lollypops, 2023

“Toquei no sol” es el primer álbum en solitario de la portuguesa Marlene Ribeiro. En su historial constan colaboraciones para Thurston Moore (Sonic Youth) –toca el bajo en algunos singles de su sello The Daydream Library Series–, con el mítico Charles Hayward (This Heat) – “Anonymous Bash” (2014)– o a dúo junto a Valentina Magatelli – “Due Matte” (2020)–. También ha participado centralmente en el colectivo de Mánchester Gnod, también Temple ov BBV, que no es la cuenta bancaria de Psychic TV, sino una guisa alternativa de los primeros, de quienes parece haberse desvinculado definitivamente. El proyecto más personal de esta inquieta música lusa ha sido hasta ahora Negra Branca con dos álbumes formativos en catálogo. “Toquei no sol” supone un salto cualitativo en su carrera.

Significa “toqué el sol” e implica precisamente eso, olvidarse de las abstracciones de discos como “N B” (2014), de Negra Branca, para permitir el paso de la luz en su música. Ribeiro, cuyo apellido puede inspirar por sí mismo la alegría de vivir, si me permiten la broma, no escatima en recursos a la hora de trenzar los seis temas que componen un álbum cuya variedad de fuentes convierten su escucha en un descubrimiento continuo. Su música hunde sus raíces en la tradición folk de latitud –en “Quatro palavras” canta Emilia, su abuela– y en una vanguardia inabarcable donde entran el drone, los samplers o la improvisación.

Pero Ribeiro se ha propuesto al fin rehuir de esa autoindulgencia tan inherente al campo de la experimentación sonora para zambullirse en aguas más cálidas y paisajes melódicos que recuerdan, eso sí, al pop más atrevido de los noventa, como el de Broadcast, incluso con dejes a My Bloody Valentine, revelando de esta forma los gustos juveniles y quizá menos académicos de Marlene. La experiencia sonora, porque no puede calificarse de otra forma, que ofrece “Toquei no sol” sigue siendo mística e íntima, sin duda interior, pero de una forma acrisolada y comunicativa. Y lo hace sin repetir esquemas de forma evidente, principio básico de la prestidigitación.

Ribeiro dibuja su nuevo cuaderno de viaje con dulces variaciones de vientos –“Sangue de lua de lobo”–, atmósferas hogareñas –la hipnótica “Forever” se construye rítmicamente sobre algo parecido a un reloj de mesita de noche–, cuidadas armonías vocales –las somnolencias psicoactivas de Hope Sandoval asoman en esa misma pieza–, exóticas reverberaciones industriales –“Toquei no sol” remite a los Cabaret Voltaire más tribales y psicodélicos, los de “Red Mecca” (1981), de nuevo con un reloj marcando sutilmente las horas, en este caso de pared–, cadencias de post-punk minimalista con vocación de eternidad –la cajita de ritmos de “You Do It” recuerda a Young Marble Giants con gallinas cantarinas, un encantador arreglo de clarinete y la coda de una sola nota a modo del La Monte Young menos gélido–.

“Toquei no sol”, cada uno de cuyos cortes alberga un mundo sonoro y ritual propio, cierra y se resume de alguna forma en la magistral “What Is It”. Envolventes percusiones africanas, los timbres vocales y armónicos del shoegazing, sus bajos pulsantes de una sola nota que acaban entregando una melodía circular, y el esperado crescendo que eleva de forma automática el espíritu transportándote al mundo, si no luminoso, definitivamente iluminado de esta menuda pero portentosa mujer. ∎

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