Álbum

Mekons

HorrorFire-Popstock!, 2025

No es fácil encontrar un perfil histórico equiparable al de Mekons, la veterana banda universitaria de punk rock iconoclasta de Leeds formada en 1976. Y para muestra, un botón: su primer single, el destartalado “Never Been In A Riot” (1978), primera referencia del mítico sello Fast Product donde también debutaron The Human League, Dead Kennedys y Gang Of Four, era una sátira –y peor canción– del “White Riot” (1977) de The Clash que, por cierto, también había sido el primer sencillo de la idiosincrática banda londinense. Inmediatamente precedido por “Exquisite” (2020), la respuesta DIY de Mekons al encierro de pandemia –donde adoptaron seudónimos como Comteboy Of Langreamont, Honeyman Ray o Sallyvador Dolly–, y justo antes por el inferior “Deserted” (2019), “Horror” es su primer disco en Fire Records y vuelve a representar esa forma colectiva, casi anónima, de hacer música marcada por el comentario político, la regularidad –aunque hayan tardado un lustro– o un gusto irreprochable por las buenas portadas.

El folk siempre ha sido una fuerza poderosa para muchas bandas de rock inglesas y Mekons no son una excepción. Esta influencia, trufada de ska, aparece en “The Western Design”, con la cual Mekons inauguran el álbum y apuestan fuerte: El diseño occidental, 400 años de latrocinio y matanzas, un Frankenstein gigante. En “War Economy” vuelven a The Clash, aunque también recuerdan a otra banda gremial como James, apuntando esta vez al CFGI (Crypto Fear & Greed Index), un indicador que “mide” el estado emocional en los mercados de criptomonedas. Tampoco puede ser más de actualidad “Private Defense Contractor” –“contratista privado de defensa”–, cuya enigmática letra comunica, con paradójica eficacia, similares sentimientos de zozobra. Debería figurar en la lista de mejores canciones del año. Ambos temas fueron elegidos como singles, por supuesto digitales, junto a “Mudcrawlers” –un recuerdo para los emigrantes irlandeses del siglo XIX que huyeron del hambre hasta Gales– y “You’re Not Singing Anymore”. Si en “War Economy” se remontaban a Oliver Cromwell y su plan para arrebatar a España el dominio global –algo así como protestantes vs. católicos–, aquí aluden a nuestra memoria histórica.

Como es habitual en Mekons, las tareas vocales quedan repartidas entre sus miembros, de nuevo ocultos tras curiosos sobrenombres –Jon Langford alias H. P. Langsauce en “Mudcrawlers”; Tom Greenhalgh alias Tom Onster en “War Economy”; Rico Bell alias Eric Allen Poe en “Fallen Leaves”–, y ahí es donde destaca Sally Tremblings, o sea, Sally Timms, antigua musa de Pete Shelley, Marc Almond –ambos colaboraron en el single “This House Is A House Of Trouble” (1987)– o Stephin Merritt en The 6ths, que canta la bonita “A Horse Has Escaped” y la ecologista “Sanctuary”, una melodía pastoral a lo Virginia Astley con piano saloon, redobles de tambor y silbidos marciales, además de recitar “Before The Iceage”.

La música de Mekons adolece de un estilo inespecífico, diríase que de forma entre natural y consciente, sonando cada vez distintos –punk folk, music hall, country pop, electrónicos, con hitos fijos como el violín de Sally Honeyman aka Susie Horrorman–, siempre mutantes, sorprendentes –lo que bien gestionado puede ser positivo– y al servicio de lo que se expresa líricamente, por eso se les identifica con un sonido global o ecléctico. “Horror” contiene una variedad notable de texturas y canciones accesibles –“Sad And Sad And Sad” es un precioso vals– que saben hundir la daga sin dolor. Mekons es una plataforma de arte pensante que crea música con recado implícito sobre capitalismo, inmigración, cambio climático, colonialismo y otros juegos de suma cero. No ofrecen soluciones y algunos asuntos pueden sonar añejos, pero no se las pedimos y, como dijo Mark Twain –y ya todo el mundo–, no es que la historia se repita, pero rima. Así que haya Mekons para rato. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados