Álbum

Miki Berenyi Trio

TriplaBella Union-Music As Usual, 2025

Planea la inconfundible voz de Miki Berenyi sobre la melodía etérea y flotante de “Kinch”, sestean los sintetizadores mientras la caja de ritmos hurga en el indie con pedigrí y, sorpresa, es como si no hubiese pasado el tiempo por la cantante y guitarrista británica. Casi tres décadas desde “Lovelife” (1996), el canto de cisne de Lush, y el eco persistente de “I’ve Been Here Before” y “Single Girl” sigue irradiando la columna vertebral de unas canciones que nacen ahora como la versión pausada, recreativa y mucho más reflexiva de todo aquello.

Burbujeo acid en segundo plano, dream pop evocador en el centro y la voz como piedra angular de este “Tripla” que, en cierto modo, es el magnético bonus track de “Cruzando los dedos”, la autobiografía de Berenyi que Contra publicó en España el año pasado. El contenido adicional de una ajetreada carrera musical que nació y prácticamente murió con Lush, aquella rareza shoegaze que puso un poco de misterio y encanto turbulento al indie de los primeros noventa, justo antes de que el britpop desenterrase el cadáver del rock sesenta y setenta y le enfundara un chándal Adidas.

El problema del britpop, recordaba durante la promoción del libro la propia Berenyi, es que “ocupó todo el espacio, no dejó sitio para nada más”, y por más que ella lo volvió a intentar hace unos años con Piroshka, algo así como un supergrupo de náufragos de los noventa formado por Justin Welch (Elastica), KJ McKillop (Moose) y Michael Conroy (Modern English), es ahora cuando parece haber encontrado definitivamente su lugar. Y, como casi siempre en estos casos, de manera prácticamente accidental, cuando reclutó a McKillop y Oliver Cherer para satisfacer la demanda de minutos musicales durante las presentaciones del libro y se encontró escribiendo nuevas canciones a seis manos para espantar los fantasmas del pasado.

El resultado, cortesía de Bella Union, es una revisión poco o nada nostálgica de su legado con la que Berenyi abre nuevas ventanas a LCD Soundsystem (“Big I Am”) y el pop levemente cerebral (“Gango”) mientras se asoma a Felt (“8th Deadly Sin”) y pasa por un túrmix contemporáneo el sonido de Lush (“Hurricane”). Un notable ejercicio de reinvención pop en el que lo viejo conocido, esas guitarras shoegaze y las doce cuerdas majestuosas de Berenyi, hacen estupendas migas con lo nuevo por conocer, ya sean los ecos Madchester de “Manu” o el gélido encanto a un paso de Yazoo de “Vertigo”. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados