Es difícil resistirse a los encantos Model/Actriz, cuarteto fundado en la Berklee College of Music de Boston hace nueve años que dio el salto a Nueva York para comerse el mundo. La banda la lidera uno de los personajes más carismáticos del momento, Cole Haden, todo un icono del ámbito queer, poseedor de un bigote como no los habíamos visto desde el de Paul Rutherford en Frankie Goes To Hollywood, pero su música no tiene nada que ver: Model/Actriz es una banda ruidosa que arrastra canciones góticas after-punk (muy de acuerdo con Carlos Pérez de Ziriza: ¿en qué momento empezamos a decir siempre post-punk en lugar de after-punk?) por la pista de baile. Nine Inch Nails era un referente claro en “Dogsbody”, su debut discográfico (2023): 38 minutos de precisión motorik en la batería e implacables líneas de bajo, que hubieran resultado ideales para ambientar el legendario Batcave del Soho londinense de mediados de los ochenta.
La hora del difícil segundo disco ha llegado y Model/Actriz han decidido bajar el nivel de “ruido” (en ocasiones bellamente asfixiante), pero eso no significa bajar la intensidad (“Cinderella”, ya comentado en estas páginas, que apareció como primer single, tiene momentos que recuerdan “Force Marker”, la pieza de Brian Eno que suena en la célebre secuencia del atraco al banco en “Heat”, así que la contundencia y la tensión están garantizadas). Es como si el cuarteto hubiera determinado dejar de hacer música solo para los protagonistas de un mosh pit frente al escenario para poner contentos a todos los presentes en la sala del club. Esta ligereza recién descubierta convierte a “Pirouette” en un fabuloso álbum de pop bailable sin que eso suponga que se han convertido en Lady Gaga. La actitud –que no el sonido– podría ser más Grace Jones, y como ejemplo de sus nuevos modos podemos fijarnos en “Acid Rain”, la canción más suave y con una melodía más delicada del disco, que en su recta final no ahorra en disonancias, como para darnos a entender que aunque la zorra se vista de seda, zorra se queda (son las palabras de Haden en “Diva”: “I’m such a fucking bitch / Girl, you don’t even know”, que, afortunadamente no tiene nada que ver con la vomitiva “Diva” de Melody, que no viene a cuento, pero quería soltarlo).
En resumen: “Pirouette” sigue teniendo esa disonancia no wave y ese retorcido latido de bacanal que los caracterizó en sus espectaculares inicios, pero hay un poco más de melodía. Esto les abre muchas más posibilidades para su sonido futuro…, aunque, acostumbrados a lo que nos habían ofrecido en “Dogsbody”, algunos temas parecen pedir a gritos liberar la tensión acumulada. Si dos de sus grandes nuevas canciones del álbum, “Vespers” y “Departures”, tuvieran algo más de la estridente urgencia caótica de “Dogsbody”, serían casi perfectas (de hecho, “Vespers” fue la primera canción que compusieron para este nuevo disco)… O serían, sencillamente, la continuación de “Dogsbody”, y lo que han querido evitar era resultar demasiado obvios o reconocibles.
Ciertamente, se intuye que Model/Actriz podrían ir en cualquier dirección futura: mantener estos hallazgos de (relativa) suavidad en su sonido y aspirar a un puesto en las grandes ligas del indie rock, o volver a ahondar en su propio psicodrama. Sea como sea, ahora mismo son apasionantes: una fiesta de baile para gente que se siente bien y se siente mal. Así que aplaudamos lo que han hecho, sean cuales sean los motivos, porque aquí, de momento, hay talento y evolución. ∎