Molina, Talbot, Lofgren & Young

Este es un disco curioso, insatisfactorio desde una perspectiva global, pero interesante en lo individual. Acreditado a Molina, Talbot, Lofgren & Young, es decir, Neil Young y su banda habitual, Crazy Horse, pero sin que en ninguna de las diez canciones toquen juntos. Como si se tratara de un libro de relatos o una película de episodios. Tres temas pertenecen a Ralph Molina, que los escribe, canta e interpreta con músicos de su agrado. Otros tres llevan la firma de Billy Talbot y están ejecutados con su banda. Tres más son de Nils Lofgren, que acomete dos canciones con el acompañamiento vocal de su hermano Tom y la otra con el bajista Kevin McCormick. Y una le pertenece a Young, quien ofrece una versión con voz, armónica y guitarra acústica de “Song Of The Seasons”, tema incluido, también en formato acústico –aunque con coros, acompañamiento de bajo y batería y arabescos de acordeón–, en un disco, este sí, de Young & Crazy Horse, “Barn” (2021).

Decir que la melancólica pieza de Young en solitario es la mejor del disco no deja necesariamente en mal lugar a sus tres compañeros de andanzas: siempre han asumido –como The Band en sus colaboraciones con Bob Dylan– quiénes eran y lo que aportaban al ecosistema musical del canadiense, cuando el segundo guitarrista era el fallecido Danny Whitten, después con el ya retirado Frank “Poncho” Sampedro y desde hace tiempo con el recuperado Lofgren, posiblemente el más completo de los tres. Son los cortes de Lofgren, que asume las seis cuerdas, teclados, bajos y baterías, los más interesantes con su contagioso country-pop en “You Will Never Know”, el acento blues-folk de “Fill My Cup” y la orfebrería vocal y delicadeza guitarrera de “Go With Me”.

Talbot y Molina redimen las insuficiencias como compositores ejecutando sus canciones con nutridas bandas y arreglos entre rock y folk-rock campestre. La voz más severa de Talbot, que deja de lado su instrumento en el Caballo Desbocado, el bajo, para sumarse con la acústica a otros cinco guitarristas, se vuelve más delicada y distante en “The Hunter”, la mejor de sus tres composiciones. En el grupo reunido para la ocasión participan cuatro de los músicos con los que grabó el primer de los tres discos de la Billy Talbot Band, “Alive In The Spirit World” (2004).

Molina, que canta más suave, hace esfuerzos en “Look Through The Eyes Of Your Heart” para acercarse a la lírica eléctrica y a la métrica de Young, aunque prefiere el tempo ralentizado, la balada y la melodía algo empalagosa al piano subrayada, como en “Just For You”, con un saxo nocturno convertido en un cierto cliché.

Young parece contemplar a sus “chicos” desde una cierta distancia, dejándoles hacer y con el deseo de no empañar con más temas que uno propio este disco fragmentado –antes que colectivo– en las antípodas de lo que acostumbran a ofrecer Crazy Horse, con Young y sin él. Siendo un artilugio volátil, no es nada incoherente. Al fin y al cabo, todos los caminos conducen a casa, al hogar. ∎