Álbum

Mykki Blanco

Stay Close To MusicTransgressive-[PIAS] Ibero América, 2022

Cuenta Mykki Blanco que 2019 fue un año catártico para ella. ¿El detonante? Una ruptura amorosa que la llevó a plantearse su lugar en el mundo, en la industria musical, en el activismo LGTBIQ+… Se mudó a Los Ángeles, empezó a componer canciones que se desviaban definitivamente de la consciente transgresión sonora que había definido su trayectoria y se abrió a exponerse emocionalmente, a poner su intimidad en el foco artístico y dejar a un lado las proclamas generales, ofreciendo una experiencia personal de los conflictos que siempre han alimentado su música: el racismo, la homofobia, la desigualdad, la transfobia o la disforia de género.

Aquellas sesiones se plantearon como el caldo de cultivo de dos trabajos que funcionarían de forma complementaria, pero Blanco borró toda referencia al proyecto doble y, en lugar de eso, lanzó el mini LP “Broken Hearts & Beauty Sleep” a mediados de 2021. Supuso su debut con Transgressive Records y la apertura de lo que ella consideraba su “segunda etapa artística”. Comprometida con no utilizar samples y perseguir un sonido más orgánico, exploraba las ideas de amor y desamor, de dependencia, de familia, de vínculos. Y, sobre todo, mostraba a una Mykki diferente. Físicamente más cerca de la idea que todos tenemos de masculinidad, exploraba así por oposición su propia ambigüedad sexual y volvía con un alter ego que ponía en el centro su propia interpretación de lo queer: la identidad va por dentro y no tiene por qué confirmarse con una transición quirúrgica; una idea que sobrevuela aquí la jazzy “Your Feminism Is Not My Feminism”, en la línea de Blood Orange y quizá demasiado explícita en sus prerrogativas.

Y es que “Stay Close To Music” sigue la misma línea y sirve como secuela más que como complemento, pero elabora más la parte melódica y depura definitivamente la experimentación hacia territorios más físicos, más hedonistas, más brillantes y mucho menos opresivos. “Internalize my truth, speaking from my heart what the brain can’t do”, dice en “Steps” –con Saul Williams y MNEK–, como abandonando la música cerebral, la vanguardia noise, de los días de Dogfood. En “Family Ties” la vemos cantar por primera vez –acompañada de Michael Stipe, ex-R.E.M.– en un etéreo casi dub guitarrero adornado con saxos dolientes, y en “Your Love Was A Gift” le da el protagonismo vocal a Diana Gordon para una de sus canciones más personales, en la que además adopta las maneras de un predicador de Filadelfia para impersonarse en el Prince de “Purple Rain” (1984).

El de Minneapolis es más que inspiración en “French Lessons”:“the guitar goes…” y Blanco tararea el mítico riff de Yamaha DX7 de “When Doves Cry” mientras se deshace en halagos a lo que parece una mamada de su amante. De la mano de Kelsey Lu y una impresionante ANOHNI, es el tema más inspirado del álbum con permiso de la inicial “Pink Diamond Bezel”, única concesión a iteraciones pretéritas y más visionarias.

Porque el problema de “Stay Close To Music” es que la jugada no siempre resulta la mejor. El sonido es en general difuso y carece del filo pop que pretende gastar, además de que las letras por momentos sonrojan por lo cursi. Sirva como ejemplo “Ketamine”, un pedo de keta con aire emo, fraseos repetitivos y un Slug † Christ disfrazado de King Krule. O “You Will Find It”, una especie de meditación woke con la voz angelical de Devendra Banhart sobre vientos ambient que encuentra continuación en la celestial “Carry On”, en la que Blanco se confiesa seropositiva abrazada por Jónsi, pero sin la sensibilidad con la que este año lo ha hecho Oliver Sim.

Más una exploración de su renovada identidad que un statement, el verdadero acierto de “Stay Close To Music” es mostrar sin tapujos las dudas que rodean siempre los procesos de transición, de transformación. Y apostar por hacerlo bien rodeado de personas que comprenden tu idea de origen y de destino: la gran mayoría de colaboraciones que pueblan el álbum, excepto algunas de las más resonantes, se corresponden con artistas que pivotan entre las facetas de intérprete, letrista y productor, igual que Blanco. Pueden desviar la atención y difuminar demasiado el resultado, pero están ahí para darle el empujón que necesita. Si consigue alzar el vuelo es algo que todavía está por ver. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados