Álbum

Nad Spiro

L’Important. Film Music With No FilmGaSaG, 2022
Lo importante, aseguraba ingenuamente Zulawski en 1975 en el filme del mismo título, es amar. Dicho adjetivo, en este caso, se sustantiviza para bautizar el navío espacial cuyas vicisitudes indagaba Zane Speer en un relato corto, publicado póstumamente en 1986. Impresa de nuevo, en el desplegable que hace las veces de funda de “L’Important”, más de tres décadas después propicia esa narración una “banda sonora sin película” –según especifica el subtítulo– en la que vuelven a encontrarse Speer, Carlos Merseburger, y Spiro, Rosa Arruti. Desde finales de los 70 y hasta mediados de los 80, cuando el primero fallecía, ambos constituían uno de los más productivos y distintivos binomios creativos del underground barcelonés. Rodeados de indiferencia, jalonaban esa trayectoria de “culto” Los Psicópatas del Norte, Tendre Tembles y Los Erizos.

En un ámbito también periférico, pero al parecer indesmayable, viene desarrollándose el posterior quehacer de Nad Spiro, célula unipersonal ya con veinte años de existencia y contando hasta ocho obras en su haber, la mayoría publicadas por Geometrik. Innecesario entonces incidir de nuevo en la coherencia y estimulantes hallazgos de esta francotiradora del experimentalismo electrónico, siempre activa dentro y fuera de las fronteras nacionales. En ese imaginario soundtrack que es “L’Important” Spiro/Arruti divide en dos bloques sus nuevas exploraciones.

Instrumental el primero, formado por piezas breves, induce a sumergirse en una suerte de, ya nos perdonará la autora, “kosmische expresionista” que, salvando las distancias, faculta la posibilidad de imaginar “2001” en manos de Robert Wiene. Hipnotizado como Cesare, el oyente es en esos reportes de bitácora arrastrado a metálicas tinieblas, cuyos cantos son los mismos que los de la sirena Parténope, por lo tanto fatales. Componen la segunda sección “canciones perdidas”. Tenuemente melódicas, algunas con voz, parpadean estas fosforescencias por un radar sonoro en el que, más que ilustrar, sugieren fractales secuencias de erótica frialdad, sutilmente inquietantes visualizaciones de misterios no resueltos, que Spiro depura estilísticamente sin que ello reste suspense ni a forma ni a fondo. Incertidumbre esta que siempre ha constituido uno de los mayores alicientes de Nad Spiro, tan huidiza ella como el irresoluble enigma del destino de L’Important. Lo verdaderamente importante es soñar, siempre y cuando las pesadillas, como aquí sucede, resulten inspiradoras. ∎

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