Nada Surf son una de las bandas practicante del power pop más duraderas del rock alternativo. Su brillante sonido sugiere que están suspendidos en el aire, intactos tanto por las modas cambiantes como por el desgaste del tiempo. En general, abandonan cualquier pretexto de sonar contemporáneos, lo que los convierte en una banda de culto para aquellos que saben lo que esperan y lo que quieren. “Moon Mirror”, su nuevo trabajo, sigue usando la música como un salvavidas para todos y marca el primer lanzamiento de Nada Surf en cuatro años tras “Never Not Together” (2020). A Matthew Caws, Daniel Lorca e Ira Elliot se les había unido desde hace años su amigo y colaborador Louie Lino, después de otros tantos con Doug Gillard. Aunque “High/Low” (1996) o “The Proximity Effect” (1998) los subieron a las listas de grandes éxitos, su sólida base de seguidores acérrimos, que se extiende por todo el mundo como una secta, no se mantiene únicamente por aquellos primeros temas.
“Moon Mirror” ofrece una colección reflexiva de once pistas que exploran el camino del envejecimiento de la banda a través del amor, la pérdida, la incertidumbre y la esperanza. Son melódicamente contundentes y totalmente reconocibles por sus ritmos enérgicos, guitarras chispeantes, codas y puentes elevados, así como por sus melodías brillantes dirigidas por la dinámica voz de Caws al frente.
El álbum arranca con “Second Skin”, y con ella toda la carga existencial que anticipa el viaje introspectivo que la banda propone, despojándose de posibles capas superficiales. “In Front Of Me Now” irrumpe con un comienzo completamente rockero, puro nadasurfness, donde siguen prestando humanidad a sus líneas, con esa capacidad innata de ser honestos consigo mismos para darle sentido al mundo. Estrechamente ligada al sentido último de este trabajo, la canción homónima “Moon Mirror” destaca por su tono algo más melancólico, pero se filtra bajo la piel con frases como “Show me a partner, Moon mirror / Make me a part of something somewhere”.
Un cauce profundo de tristeza atraviesa una de las canciones más bellas del álbum, “Losing”, creada junto a Lino como una reflexión sobre lo que el paso del tiempo nos arrebata. La complejidad artesanal, textural y la distorsión que envuelven “Intel And Dreams” la convierten en la pieza más enérgica y catártica de esta nueva obra, una pista para brincar que nunca falta en ninguno de sus discos. Un cálido resplandor crepuscular, acompañado de redobles marciales de percusión y riffs, emana en “The One You Want”, con una letra terriblemente pegadiza: “I want the one you want / I want the one I want / I want the one you want yourself to be”.
“New Propeller” medita dulcemente sobre el vertiginoso ritmo del cambio en el mundo mientras se esfuerza por mantener un sentido de identidad, subrayando que nadie es remplazable. Un riff de guitarra oscilante que no para nunca reaparece en “Open Seas” con una coda maravillosa: “I stopped reading about Jesus / Started reading about Elvis / Pre-army days like a parable / Hiding out with Juanico”. Esta canción da paso a un sonido ligeramente nuevo en “X Is You” con oleadas identificables de teclados que nos hacen sentir contentos, como en una canción de The Rascals o The Byrds. Queremos más de esto, por favor.
Hay un collage de recuerdos sobre todo lo que la banda de Nueva York nos ha ofrecido hasta ahora en “Give Me The Sun”, como un memorándum de que todavía pueden subir el volumen de sus guitarras. Sin embargo, el horizonte se alcanza con “Floater”, que, con sus cuerdas ondeantes al estilo noventero de Mogwai o Yo La Tengo, crea una atmósfera cinematográfica casi neorrealista, presentando literatura que explora la introspección y la búsqueda de paz interior. Esta paz interior es lo que una vez más nos brinda Nada Surf, que permite que nos adentremos en su mundo y que nos muestra todo lo que han aprendido para mantenerse firmes. Son mucho más grandes de lo que cualquiera, incluido ellos mismos, podría imaginar, y “Moon Mirror” es otra prueba fehaciente de ello. ∎