Álbum

Nilüfer Yanya

PAINLESSATO-[PIAS] Ibero América, 2022

La artista (no solo) pop-soul revelada con “Small Crimes”, aquella pequeña gran canción sobre el robo de una bici y nuestra extraña pasividad ante los crímenes en toda regla, no deja de perfeccionar e intensificar su propuesta con cada nuevo lanzamiento. Si en su primer álbum, “Miss Universe” (2019), probó con suerte diversos sonidos, exhibiendo mejor que nunca la elasticidad de su voz, en este esperado “PAINLESS” –al que precedió el recopilatorio de EPs con fines benéficos “Inside Out” (2021)– busca una experiencia algo más homogénea y sale todavía más victoriosa. Básicamente, son todo hits, todo el tiempo.

A nivel temático, Nilüfer Yanya, de padre turco y madre de descendencia irlandesa y barbadiana, dice explorar su linaje y qué significa “ser de un lugar”, según explicó a Lindsay Zoladz en ‘The New York Times’. Pero, sobre todo, el bailable pero dolido y doloroso “PAINLESS” parece remitir a las sensaciones de desplazamiento vital que pueden resultar del desamor, el rechazo o el “ni contigo ni sin ti”: “No puedo soltarme / No puedes salvarme / Dije que no habría una próxima vez / Pero ahora no puedo ver la señal de stop”, canta Yanya en la tremenda “belong with you”. Estamos ante un disco lleno de rabia y tristeza, pero rabia y tristeza que, lo dicho, se pueden bailar.

Como en el anterior, Yanya ha contado como principal colaborador (producción y composición) con Will Archer (Sudan Archives, Jessie Ware), pero también aportan su toque maestro Bullion o Andrew Sarlo, mano derecha de Big Thief. Todos estos nombres se pliegan a la visión de una artista que sabe lo que quiere y cómo lograrlo. La rotunda “the dealer” sienta las bases: beats intrincados e inquietos, guitarras con ecos neogrunge, apetito por el giro inesperado y letras de intimidad feroz. La segunda cima y, quizá, el tema estrella del disco es “stabilise”, basada en riffs de guitarra insistentes e hipnóticos y especie de elucubración sobre cómo sonarían The xx si se aplicaran a un estudio intensivo del krautrock.

¿Más canciones brillantes? Prácticamente todas. Más sucia que cualquiera de las citadas, “midnight sun” arranca con una progresión de acordes muy “In Rainbows” (Radiohead, 2007) y acaba en un asalto de distorsión que hace saltar el corazón. “trouble”, sin dejar de abrazar los brotes de ruido, apuesta por un ambiente más gélido, un poco en sintonía con el espacioso art pop de los Blue Hawaii de “Untogether” (2013). Todavía más solitaria es “company”, en la que Yanya nos recuerda su osadía del BAM de 2017: tocar sin batería (solo ella, su guitarra, un bajo y un saxo) pasada ya la medianoche en una gran ciudad en plena fiesta mayor.

Cerca del final no hay, no, no, nada de relleno, sino cosas como la citada “belong with you”, en la que abraza esa dinámica calma/ruido/calma que Pixies hizo su marca; la inquieta e hipnótica “the mystic”, el tema con Sarlo, o como cierre demoledor pero groovy, “anotherlife”, con Bullion, elucubración sobre una vida en la que no se sentiría tan perdida. Todo indica, sin embargo, que Yanya se ha encontrado. ∎

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