Tras un larguísimo ciclo de medias tintas, pasos en falso y renacimientos fallidos,
R.E.M. llegaron a la conclusión de que, ante la duda, más vale tratar de reconstruir las piezas del puzle original, que tantas alegrías dio al mundo, y dejarse de inventos y operaciones de falsa madurez. R.E.M. volvieron a ser R.E.M. en
“Accelerate” (2008), un disco-Gerovital que, si bien sonaba algo forzado y pasado de vueltas, tenía brío, fibra y estribillos para sacar al grupo de la fosa común y animarlo a dar unos pasos. Si, entonces, la brújula apuntó al despierto, crispado college rock de
“Lifes Rich Pageant” (1986) y
“Document” (1987), en
“Collapse Into Now” abren el encuadre e incluyen en el campo visual el patrón sonoro de discos posteriores, hasta
“Automatic For The People” (1992).
Mientras que “Accelerate” transmitía ansiedad y apetito vital, el nuevo material combina esas sensaciones con otras más matizadas. Hay guitarras guerreras, pero también mandolinas; tempos acelerados
made in Athens y cadencias pausadas y arrastradas, a punto de romperse, que remiten igualmente a otros logros anteriores. Este es el problema de “Collapse Into Now”: que, por muchos momentos tensos que contenga, jamás podrá superar a las obras que espía de reojo. Al mismo tiempo, nos recuerda que R.E.M. es un grupo de una personalidad apabullante; solo ellos pueden plagiarse de esta manera sin hacer el ridículo. Se han dejado de aventuras: no hay rastro de la electrónica de
“Up” (1998), ni las pretensiones adultas de
“Around The Sun” (2004), pero tampoco tenemos ninguna canción tan lapidaria como
“Imitation Of Life”, incluida en uno de sus peores discos,
“Reveal” (2001).
Nos quedan
“Discoverer”, un puñetazo sobre la mesa;
“ÜBerlin”, secuela liviana de “Drive”, y
“Oh My Heart”, que podría encajar en
“Out Of Time” (1991). En el corazón del álbum, un eficaz ejercicio de estilo,
“Mine Smell Like Honey”, y un álgido momento interiorista encarrilado por el piano,
“Walk It Back”. Y una recta final que toca hueso con
“That Someone Is You” y la letanía de
“Blue”, donde la voz de Patti Smith va ganando presencia hasta lograr un meritorio clímax espiritual. R.E.M. suenan desesperadamente a R.E.M., lo cual tampoco es ningún delito. ∎