Rafael Toral

Con pasajes más realmente líricos que abruptos, incluso sofisticados, “Spectral Evolution” se presenta como un solo tema de 47 minutos dividido en doce secciones. El lisboeta Rafael Toral, experimentador nato de las posibilidades de la guitarra eléctrica, el feedback, los drones, loops, modulaciones ralentizadas y manipulaciones varias, es capaz de extraer de su instrumento sonidos que parecen de otros muchos instrumentos que no tienen nada que ver con las seis cuerdas electrificadas y combinarlos con artilugios electrónicos construidos por él mismo. Tras distintas fases en su obra, se instala con este nuevo disco en una zona cómoda pero no exactamente de confort.

Cobijado en el sello independiente Moikai, perteneciente a otro músico en similar sintonía, Jim O’Rourke, Toral deja atrás una larga época de experimentación alrededor de la idea del Space Program –iniciado en 2017 y concluido ahora con este nuevo viraje– para planear con su guitarra por paisajes de extraña y rugosa belleza. Esta evolución espectral que sugiere el título del disco se entiende en su acepción en términos de Física antes que fantasmales: el espectro de colores del arcoíris convertido en modulaciones musicales, más variables que específicas. Incluye confrontaciones entre feedbacks sosegados, sinuosas transformaciones de la guitarra en instrumentos de viento o elementos alusivos a la naturaleza, unas cadencias blues organizadas fuera de este género, extrañas metamorfosis –a los diecisiete minutos escuchamos un pasaje que está entre una trompeta mutante y la voz aguileña de Robert Wyatt cuando solo emite sonidos–, suaves ondulaciones y un ambient expansivo y acuoso –hacia los diez minutos del tema–, muy placentero de escuchar incluso cuando después aparecen fracturas, intermitentes, con fases algo más dislocadas o que evocan geografías lejanas. Hay en el disco un hilo narrativo que conecta las doce secciones, un hilo tejido por la guitarra, de extraordinario atractivo y calma, que, siendo ambient y experimental, se aparta de lo que por lo general entendemos en torno a estos dos ya de por sí amplios conceptos sonoros. Los diez minutos finales son realmente hermosos.

Toral ha grabado mucho en solitario y con músicos como Christian Fennesz, Christian Marclay, Chris Corsano, Rhys Chatham, Evan Parker o Lee Ranaldo. Se ha escrito que su trabajo es melódico sin notas, rítmico sin compás, familiar pero extraño, meticuloso pero radicalmente libre. Una excelente definición que puede aplicarse desde el minuto 1 al 47 de “Spectral Evolution”. ∎