Álbum

Robert Plant & Alison Krauss

Raise The RoofRounder-Warner, 2021

Se conoce por baby boomers a quienes nacieron entre 1946 y 1964, coincidiendo con el subidón demográfico que vino tras la Segunda Guerra Mundial. Gente que en 2007 tenía entre 43 y 61 años. Un público al que un disco de versiones como “Raising Sand”, que se publicó esa temporada y supuso la primera colaboración discográfica entre Robert Plant y Alison Krauss, le encajó como anillo al dedo. Y viceversa. Ganó seis premios Grammy, entre ellos el de mejor álbum del año; en Estados Unidos fue número 1 de las listas de rock y 2 del Billboard 200 y de las listas country; en los charts británicos alcanzó el segundo puesto, tanto en Estados Unidos como en Europa superó el millón de unidades vendidas (que en esa época ya era toda una cifra)... En España, para quien le interese, no pasó del #74.

Aquel año, 2007, en la final de la Super Bowl actuó Prince, a quien le faltaban cuatro meses para cumplir 59 años. Un baby boomer. En la Super Bowl de 2021 la actuación principal ha sido la de The Weeknd, nacido en 1990. De la generación milénica. Y en la última edición de los Grammy, en marzo de este año, el mejor álbum ha recaído en “folklore”, de Taylor Swift, que nació en 1989, otra milénica.

Cambia el soniquete de los tiempos, se renuevan las modas, el reptil muda la piel y los baby boomers ya no son hoy el público objetivo que buscaba el mainstream hace catorce años. Y justo en este momento menos, digámoslo así, comercialmente favorable llega la segunda entrega de la entente cordiale entre el que fuera vocalista de Led Zeppelin y la cantante-violinista de country más laureada. Que, ironías de la vida, resulta ser un disco con más cuajo y enjundia que su anterior y grammyficado álbum. Menos muzak. Ha cogido aquel testigo y lo ha salpimentado con más ingenio y lozanía en las relecturas. Americana adulta que no suena demodé y sí elegantemente voluptuosa, más del gusto de la generación X que de la baby boomer. Con la novedad transatlántica de que en esta ocasión las revisiones también pimplan del Reino Unido, con “Go Your Way” de Anne Briggs y “If Don’t Bother Me” de Bert Jansch. El resto, salvo “High And Lonesome”, firmada por Plant con T Bone Burnett –que repite como productor–, son versiones de once piezas norteamericanas, algunas más recientes, como la inicial “Quattro (World Drifts In)” de Calexico o el “Can’t Let Go” de Randy Weeks que popuralizó Lucinda Williams, otras más añejas, como “Last Kind World Blues” de Geesie Whiley, la que más, de 1930, con tres de la década de los 60 como bloque más compacto (“The Price Of Love”, de The Everly Brothers, “Trouble With My Lover” de Allen Toussaint, “Searching For My Love” de Bobby Moore) y el resto esparcidas de ahí para delante. Para ponerle el lazo, entre los instrumentistas nombres como Bill Frisell, David Hidalgo y Marc Ribot. ∎

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