Álbum

Runnner

Always RepeatingRun For Cover, 2021

Directo desde Los Ángeles llega este joven prácticamente novel para el mercado internacional de nombre Noah Weinman. En su tarjeta de presentación pone Runnner, una de esas propuestas que de vez en cuando brillan entre la enorme maraña de publicaciones caseras, profesionales o intermedias que caracteriza la era de internet en la que vivimos enredados. En las entrañas de Runnner –alguien que “corre”, “huye” o simplemente “se va”; también camello minorista– late lo tradicional y un poco lo posmoderno: ese espíritu low-fi tan norteamericano del que parece querer escapar el artista con “Always Repeating” y unas estructuras, arreglos y melodías que lo sitúan en un sendero de la experimentación, más allá del viejo nuevo folk, alineado con gente como Wye Oak. Su segundo álbum contiene ejemplos de ambas sensibilidades, pero es “Awash”, el tercer corte y uno de los tres singles anticipados hasta el momento –junto a “Monochrome” y “Urgent Care”–, donde creo que confluye la tercera y principal faceta: una gran canción. La sigue “Bodysurfing”, con aires a lo Fred Neil fugándose a algún lugar bañado por el sol, surcado por el mar y poblado por personas con las que reconectar. Esto de moverse de un lado a otro, de repetir rituales y la añoranza por un lugar donde echar raíces es lo que parece motivar a Weinman.

El autoproducido “Always Repeating” contiene banjos, guitarras, batería indie, teclados puntuales, la voz doblada con timbres nasales, melancólicos y en ligero falsete de Weinman, y los arreglos dignos de un productor experimentado –el año pasado se estrenó con el EP de debut de Skullcrusher, el proyecto de Hellen Ballentine para Secretly Canadian– donde destacan los vientos a lo Van Morrison de canciones como “Trundle Bed”. Hay que decir que, de sus diez temas, cinco proceden de “awash”, su álbum de debut publicado en 2017. El resto, también revisado, del EP al completo “One Of One” (2019). Por tanto, “Always Repeating” es una especie de recopilación de temas antiguos puestos al día, entre los que se han seleccionado con buen olfato los mejores –todas las ediciones se encuentran en Bandcamp para quien sienta curiosidad–. Como suele pasar, junto al Weinman perfeccionista existe un ser vulnerable preocupado por una realidad cambiante con la que desea reconciliarse. Esta actitud netamente positiva, todavía no liberada de inseguridad y de la ansiedad que nos atenaza también un poco a todos en estos tiempos inciertos que vivimos, se transmite a un puñado de canciones mágicas –apunten también “Ur Name On A Grain Of Rice”– que lo emparentan con Jackson Browne, un Justin Vernon de bajo presupuesto y el Phosphorescent más pop, y cuya pista en construcción habrá que seguir. ∎

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