Álbum

serpentwithfeet

GRIPSecretly Canadian-Popstock!, 2024

Con cada nuevo álbum, Josiah Wise, alias serpentwithfeet, se aleja un poco más de su antigua fascinación por el góspel y los símbolos religiosos para buscar lo divino en lo terrenal. El tercero toma agarre, grip, en las pistas de los clubs gay negros, espacios donde, según ha dicho, “se crió por segunda vez”. Lo introspectivo e incluso ensimismado da pie a una celebración de la comunidad y, sobre todo, muchas clases de intimidad, sobre todo la que puede darse durante y después de noches entregadas al baile en refugios seguros.

“GRIP” se parece a “DEACON” (2021), sobre todo, en su duración: no llega a la media hora y deja con ganas de más; mucho mejor eso que la autoindulgencia extrema de, digamos, Drake. Arranca fuerte, con el beat house oscuro de “Damn Gloves”, colaboración con Ty Dolla $ign (como antes “Receipts” y “Ego Death”, esta de Ty) y el ascendente artista soul sudafricano Yanga YaYa. Producida por el propio serpentwithfeet, Nosaj Thing e ILikeThat, es una pequeña pista falsa (nada se baila igual en el disco) con (quite) explicit lyrics: “I just wanna keep grind grindin’ on my nigga / Whatever’s on his leg, good God it’s getting thicker”. Hablamos de un artista amante de la literatura, devoto de Toni Morrison, pero aquí no busca floritura alguna.

Salvando algún instante aislado (ese momento de transición entre las dos partes de “Rum / Throwback”), “GRIP” se basa, sobre todo, en el bailar pegados. “Hummin’” tiene un ritmo cuatro por cuatro, pero muy ralentizado, pensado para ambientar la coreografía sensual entre el narrador y un mecánico soñado. Manda el pulso contenido de un R&B tan lujurioso como sensible. “Safe Word” (“Choke me now, fuck me now”: Josiah se ha vuelto muy directo) o “Spades” se basan en melodías de guitarra por las que suspiraría Erika de Casier.

Aquí lo sexual no quita lo amoroso, sin importar la longevidad de la relación. “Lucky Me”, con sintetizadores flotantes muy sutiles, celebra un nuevo amor con pinta de durar para siempre: “The lock has found its key”. En “1 to 10”, especie de momento romcom, serpentwithfeet imagina a un grupo de amigos metiéndose con un ligón que de repente se ha vuelto monógamo: “I see you been wearing loafers / Stopped inviting other niggas over / Ooh, I'm so proud / Look at you tryna settle down”.

Por otro lado, aquí también se canta a los momentos de amor que se pueden filtrar en relaciones, en principio, esencialmente físicas: “Twelfth night of our one-night fling / Your coworkers think I’m cute, are we a thing?”, dice Wise en algunos emotivos versos de “Deep End”. El álbum es una celebración de los pequeños instantes mágicos entre amantes, quizá amantes pasajeros: “Espero no ignorar los pequeños momentos, porque esos momentos hacen una montaña”, decía el artista hace poco en entrevista con ‘Them’.

Antes que “GRIP” llegó, inspirada por el álbum, “Heart Of Brick”, una producción teatral del propio Wise que explora “la perdida de los espacios de vida nocturna queer negra y las historias que los rodean”. A ver si alguien se anima a traer esta ópera R&B a España. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados