Soledad Vélez

Ocurre con el trap, con buena parte de la música urbana made in Spain y también con este “VISIONES” con el que la chilena afincada en Valencia culmina la pirueta que emprendió con “Nuevas épocas” (2018): todo suena narcotizado y somnoliento, como si el colocón mariano del hip hop hubiese dado paso a una traducción sonora de lo que Byung-Chul Han, filósofo cool con cierta tendencia al new age, bautizó en su día como “sociedad del cansancio”.

Estamos agotados, quemados y sobreestimulados, así que es normal que la música que suena en estudios y dormitorios, en locales y pisos diminutos, venga a poner banda sonora a tamaña desazón. El riesgo, claro, es acabar despeñándose por la vía de la languidez excesiva, algo que Vélez consigue esquivar agarrándose al músculo sintético de “A LA HORA DE LA VERDAD”, algo así como un Fangoria meets New Order que le sube las revoluciones a un disco hecho de suspiros, lamentos y desamores en mayúsculas. Un álbum confesional y contrahecho, synthwave en constante colisión con las músicas urbanas, que se las ingenia para sonar contemporáneo y retrofuturista al mismo tiempo.

Lo primero hay que agradecérselo a unas letras salpicadas de redes sociales, rencores atemporales y un exceso de literalidad muy siglo XXI. Lo segundo, salta a la vista, alimenta unas bases vaporosas y legañosas, pop sintetizado escuela Chromatics, con las que la chilena se consolida como pariente oscura y escorzada de Javiera Mena.

En realidad, “VISIONES” no es más que la consecuencia más o menos lógica de “Nuevas épocas”, disco con el que Soledad Vélez se estrenó en el español después de un par de trabajos en inglés. He aquí, pues, el reverso tenebroso de unas canciones que en estos cuatro años han pasado del brío del synthpop a los temblores de “BAE” y “ME QUIERES O ME ODIAS” o “YA SÉ”. Un cambio de registro del que sale airosa gracias al contrapeso de himnos más o menos bailables como “ME VOY” y “SOLAMENTE”, pero al que no le vendrían nada mal unos textos un poco más trabajados. O, ya puestos, un poco menos desmayados. ∎