Sorry For Laughing es el proyecto personal de Gordon H. Whitlow, todavía miembro del colectivo Biota, un grupo de artistas de Colorado, y “Remember, You Are An Actor”, su tercer álbum. Después de treinta y cinco años de parón, y del interés prepandémico del sello austriaco Klanggalerie, que reeditó en 2019 su primer LP de 1986, originalmente publicado en casete, Whitlow revitalizó Sorry For Laughing con un nuevo álbum, “See It Alone” (2021). Para ello, fichó a dos nombres ilustres del underground anglosajón como Edward Ka-Spel (The Legendary Pink Dots) y Martyn Bates (Eyeless In Gaza), quienes se ocupan principalmente de la parte vocal y de las letras, aunque todos los temas aparecen acreditados, sin distinción, a la ahora banda.
Sorry For Laughing es, por tanto, una especie de supergrupo de “unsung heroes”, si puede decirse así, que no parecen tomarse la empresa de Whitlow como un mero pasatiempo, sobre todo contando con la habitual hiperactividad de Ka-Spel y Bates. “Remember You Are An Actor” es un álbum colaborativo donde la improvisación juega un importante papel y la separación entre las pistas que cantan uno y otro es clara. Goza, sin embargo, de una gran cohesión tímbrica y conceptual debido al cuidado de Withlow, que diseña, produce y se ocupa de los teclados, entre ellos, un órgano portátil de viento y un Hammond, además de la autoarpa y otros instrumentos igualmente atmosféricos.
Como en “See It Alone”, otro disco extraordinario, Withlow y compañía están acompañados por Janet Feder (guitarra), Patrick Q-Wright (violín y viola; viejo miembro de Legendary Pink Dots) y Nigel Whitlow (vientos). Completa el plantel Steve Tyler al siempre fascinante hurdy gurdy en el corte “Soul Wanderer”, cantado por Bates, aquí también al banjo. Todos ellos cumplen solidariamente los designios de Gordon Whitlow, sobrevolando los campos del weird y el ambient folk, el spoken word, el minimalismo electrónico, la canción infantil y la música clásica, con espaciosidad cercana a la ingravidez en una obra sosegada, de clave menor, oscura y poética, donde también contribuye con su voz y pinturas –bastante desdibujadas en el libreto debido a las limitaciones del formato CD– el tenebroso Tom Katsimpalis, procedente de Biota.
El sentimiento de “Remember You Are An Actor” es interior y suspendido, más o menos el que se espera de los actores intervinientes. Bates aporta luz tenue en cosas como “Milk Wood (Polly’s Song)”, una adaptación de Dylan Thomas donde introduce su habitual flauta irlandesa. Pero la teatralidad y surrealismo de Ka-Spel se imponen en sus intervenciones vocales, entre las que destaca la central “Mad Shadows (Your Are An Actor)” o “Friends Forever”. En esta última cuaja la alquimia que persigue esta forma de música de cámara: teclado de juguete, órgano, piano y violín departen en contrapunto sobre una gran melodía y evocadores sonidos de campo. “Remember You Are An Actor” es una joya rara que brilla entre el sueño y la vigilia, la autenticidad y la pantomima, la alegría y el desamor, alcanzando un meritorio equilibrio entre vanguardia y musicalidad. ∎