Confieso que si alguien me hubiera dicho hace un tiempo que iba a ilusionarme de nuevo con un disco de punk como si escuchara a las riot grrrls por primera vez habría arqueado la ceja, pero cuando vi a The Linda Lindas cantando “Racist, Sexist Boy” en la Biblioteca Pública de Los Ángeles, me rendí. Evidentemente, de una actuación viral a un álbum completo hay un trecho, pero la buena noticia es que las angelinas no solo salen airosas del lance, sino que superan con creces las expectativas.
Lo primero que llama la atención del grupo es su juventud: cuando se viralizó su “Racist, Sexist Boy” el pasado año, la edad del cuarteto The Linda Lindas oscilaba entre los 10 y los 16 años, pero empezaron a tocar antes incluso, en 2018, y apenas unos meses más tarde estaban teloneando a Bikini Kill después de que Kathleen Hanna las viera versionar su “Rebel Girl”: que están sobradas de talento y actitud es innegable.
Su primer disco, “Growing Up”, no llega a la media hora de duración, pero no les hace falta más para facturar diez canciones redondas y contundentes que van del power pop de “Growing Up” al punk de “Fine” pasando por ese himno con reminiscencias de las primeras Hole que es “Racist, Sexist Boy” y que es el tema con el que se dieron a conocer. Se trata de una canción que surge como respuesta a los comentarios racistas sufridos por la batería Mila a raíz de la aparición del COVID-19 (The Linda Lindas está compuesto por latinas y asiático-americanas). En el disco también hay espacio para un pop más melódico en “Cuántas veces”, en las que cantan sobre ser diferente y sufrir acoso (“La inseguridad / El malestar / Ellos burlándose / De cómo yo soy”). Evidentemente no son las únicas letras de tintes autobiográficos, y es interesante ver cómo abordan temas como las inseguridades de la pubertad y la sororidad en canciones como “Growing Up” (“We can take turns taking the reins / Lean on each other when we need some extra strength / We’ll never cave or we’ll never waver / And we’ll always become braver and braver”, cantan Bela Salazar, Eloise Wong y las hermanas Lucía y Mila de la Garza).
Escuchando “Growing Up” es imposible que no vengan a la mente nombres como Sleater-Kinney, Hole, Yeah Yeah Yeahs, Bikini Kill, L7 o The Runaways, pero también se nota que andan probando distintos estilos (como en la ya mencionada “Cuántas veces” o en el power pop de “Magic”), así que es probable que las veamos evolucionar a lo largo de los años (también puede ser interesante ver cómo abordan en las letras la adolescencia a la que no han hecho más que asomarse), pero aunque decidieran quedarse haciendo punk, si es de factura tan impecable como el de su debut, valdrá la pena. ∎