El sello Ed Banger publica un atractivo vinilo de diez pulgadas –póster incluido– con la minibanda sonora que Thomas Bangalter ha escrito para “Daaaaaalí!” (2023), comedia bufa de Quentin Dupieux. Su anterior trabajo fue el orquestal “Mythologies” (2023), para un ballet de Angelin Preljocaj. La película se suma a otras que tratan la inacabable, polifacética, narcisista, megalómana, anfibológica y siempre divertida figura del creador de un mundo visual único, del método paranoico-crítico y gran escritor. Hablamos de cintas como “Salvador Dalí” (Andy Warhol, 1966), “Buñuel y la mesa del rey Salomón” (Carlos Saura, 2001) o “Sin límites” (Paul Morrison, 2008).
El discreto “Daaaaaalí!” solo consta de dos temas, el homónimo, deletreado tal cual, con seis aes, tilde preceptiva en la i y eufónica exclamación, como reza el inconfundible canon de batalla del artista figuerense. Bangalter, que sigue expandiéndose a voluntad haciendo lo que le da la gana, podría haberse inspirado en otro tema superior, el compuesto por Anton Karas para “El tercer hombre” (Carol Reed, 1949), porque lo que suena aquí parece exactamente una cítara. Ambas composiciones –la segunda, más larga, se titula “Âge réel”, “edad real”– se basan en un pegadizo motivo rítmico y suman menos de once minutos en total, siendo prácticamente indistinguibles el uno del otro. El ex Daft Punk añade un astuto elemento de irrealidad con unos teclados que retrotraen al Krzysztof Komeda de “Callejón sin salida” (Roman Polanski, 1966). Objetivo conseguido si lo buscado era que la pieza tuviese carácter propio.
En la película de Dupieux-Mr. Oizo, Dalí es interpretado por cinco actores diferentes, voilà, todos franceses. No importa porque el “gran masturbador” hablaba un perfecto francés-ampurdanés, así que se entenderá todo a pesar de su personal acento, especialmente bien replicado por Édouard Bae, uno de sus rostros en pantalla. El archivo sonoro de Dalí cuenta con “Adeste Fideles”, una canción de The Monochrome Set incluida en el recopilatorio “Amen” (1992), de él Records, que escondía al final la frase de un anuncio de 1970 donde el pintor salivaba con estruendo “je suis fou du chocolat Lanvin”. En el álbum “Être Dieu (Ópera-Poema)” (1985), el “divino” Dalí hace de sí mismo. Apuntemos también la entrevista del bonito disco “Je suis fou de Dalí!” (1975) o, ya en español, las de Joaquín Soler Serrano en 1977 o Paloma Chamorro de 1979, para los programas ‘A fondo’ e ‘Imágenes’, respectivamente. A ellos se une ahora el aprendiz de surrealista Thomas Bangalter tras 28 años en bacinete. ∎