Álbum

Trent Reznor & Atticus Ross

The KillerThe Null Corporation, 2023

Con su magistral thriller de asesino a sueldo “The Killer”, Fincher no parece estar reflexionando sobre amoralidad y psicopatía, sino sobre su propio apego a la minuciosidad: recordemos que hablamos del cineasta de las cien tomas por secuencia. Michael Fassbender encarna a un mercenario adepto de mantras reguladores que, en cierto momento de la verdad, acaban revelándose inútiles y casi frustrantes. Cuando el caos de la vida entra por la puerta, la coolness salta por la ventana.

Hacía tiempo que Fincher no divertía tanto, quizá desde los tiempos de esa anticomedia romántica llamada “Perdida” (2014). Y también hacía tiempo que sus compositores habituales, Trent Reznor y Atticus Ross, no tenían el permiso de Fincher para airear sus raíces de rock electrónico, quizá desde los días de “Millennium. Los hombres que no amaban a las mujeres” (2011). Los créditos iniciales de “The Killer” evocan los de aquella adaptación del libro de Stieg Larsson tanto por sus impactantes filigranas visuales como por un tema principal (“The Killer”, así es) que resulta rotundo incluso sin percusión.

Justo después, “Fuck.” combina unos coros celestiales a lo Popol Vuh con un crescendo de electrónica oscura, cada vez con más y más capas de ruido; es la música que ilustra la escapada de nuestro protagonista tras ese momento de apuntar y acertar que se complica. La parte más ambient del dúo aparece en la sencilla melodía con fondo etéreo de “The Hideout”, sobre la (supuesta) guarida del Asesino en República Dominicana, cuyas notas celestiales reaparecen cerca del final en “One Of The Many”. El asesino entabla su venganza con los sintetizadores retorcidos y las cuchilladas de electricidad hiriente de “Stick To The Plan”, a la que sigue poco después el inquietante viaje en furgoneta de una “Empathy Is Weakness” con aires de retorcido dark ambient.

Sin tantas melodías como scores anteriores, el soundtrack se erige en uno de los trabajos más experimentales firmados por Reznor & Ross hasta la fecha; casi más diseño de sonido que composición musical al uso. “The Brute Pt. 1” introduce sonidos microscópicos, como de insecto, capaces de generar la tensión más mayúscula; su segunda parte incorpora los golpes entre el personaje de Fassbender y el asesino The Brute (Sala Baker) casi a modo de percusión concrète. La melodía y ese bajo distorsionado que insiste en servir de extraño pulso a “The Killer” conviven en la quizá definitiva “Intruder”.

En esta ocasión, aunque no quede reflejado en el disco, Reznor y Ross compiten durante buena parte del metraje con The Smiths, cuyos sardónicos temas (de “Well I Wonder” a “There Is A Light That Never Goes Out”, entre otros muchos) forman parte esencial de la estricta rutina existencial del protagonista. Detalle delicioso en un divertimento superclase que podría convertirse, con el tiempo, como casi todo lo que toca Fincher, en objeto de merecido culto. ∎

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