Triángulo de Amor Bizarro

Si echamos un ojo a la trayectoria de Triángulo de Amor Bizarro, salta a la vista que, seguramente dentro de la escena indie nacional, no haya un grupo más regular desde que arrancaron su carrera discográfica, en 2007, con su primer LP. Desde aquel pistoletazo de salida, no han dejado de pisar el acelerador, en cuanto al rapto de las musas se refiere. Todo ha sido una progresión ascendente que alcanzó su punto álgido con “oɹɹɐzıqɹoɯɐǝpolnƃuɐıɹʇ” (2020), obra cumbre del cuarteto gallego, que coincidió con el arranque de la actual distopía pandémica. Sin gira con la que avalar su boyante estado de salud, su quinto álbum no pudo ser representado tal como se merecía. Mala fortuna que han reconducido a través de una mutación exuberante del cancionero incluido en este trabajo, para el cual se han dejado acompañar, versionar y remezclar por una serie de grupos que simbolizan lo que ha significado TAB desde que comenzaron su periplo discográfico hasta el día de hoy: ejercer de puente entre la generación más influyente del indie patrio (aquí representada por J, JOAQUÍN PASCUAL o SR. CHINARRO) y las camadas surgidas a través de la muerte del indie como concepto estilístico nacional.

De SOLEÁ MORENTE a BIZNAGA, “Detrás del espejo. Variaciones y ecos” recoge a un grupo selecto de primeros espadas de estos últimos años, donde la reinvención del quinto LP oficial de Isa y los suyos ejerce de documento unificador entre eras. Asimismo, la virtud de dicha estrategia discográfica reside en ofrecernos una panorámica exacta de las ambiciones electrónicas del grupo, ya sugeridas en temas como el krautrock sinte de “Fukushima”, aquí desmembrado rítmicamente por SONIC BOOM. La aparición del ex Spacemen 3 (con quien ya colaboraron en otras ocasiones) es uno de los puntos exóticos dentro de un proceso de mutación en el que también ha participado ESPLENDOR GEOMÉTRICO, que transforman un interludio como “Syf, paga” en sinfonía antártico-tecno-industrial.

La resignificación aplicada al conjunto final también sirve para honrar a referentes como Los Planetas, cuya influencia en el cuaderno de bitácora del grupo atlántico queda enaltecida en la cósmica planetaria de “Cura mi corazón”, donde J realiza una de las apariciones más estelares de todo el catálogo. Aunque para presencia mágica la de Soleá Morente, que arrastra “Asmr para ti” a una nueva dimensión lírica de belleza morentiana, aquí rebautizada como “Todo lo que te quiero (ASMR) para ti”.

Eso sí, quien se lleva la palma en el bello arte de la transfiguración pop es ARIES, que pasa la turbina Animal Collective por cada átomo de “Acosadoras”.

Solo por ejemplos como estos dos últimos, la existencia de este LP se hace necesaria y altamente recomendable, pero es que el resto de compañeras tampoco desentonan lo más mínimo. Trece chutes con espíritu Dorian Grey por parte de una formación que, ahora mismo, vive con el toque permanente de Rey Midas. Y que, con tan proverbial punto de fuga, abre su futuro de par en par hacia sonoridades más orgánicas y digitales que nunca. ∎