Me pareció interesante extrapolar las lecciones de la caída del bloque comunista en Europa del Este. De un día para otro, lo que parecía un sistema imposible de cambiar, represivo y autoritario, colapsa. En el caso checo, me interesó que Václav Havel propusiese una estrategia un poco ingenua pero inteligente: su grupo y otros disidentes empezaron a exigir los derechos humanos fruto de los acuerdos internacionales de Helsinki de los setenta, no exactamente vinculantes. Dicen:
“Si están suscritos por el Estado, cúmplelos”. Los Acuerdos de París no tienen la misma fuerza que la ley doméstica, pero tienen una fuerza moral a la que se puede apelar. Creo que el Estado de derecho acabará reconociendo que son una piedra angular de los sistemas del futuro. Existe una conciencia latente y una preocupación climática en las empresas, en las administraciones, en la academia, en la sociedad civil, en todas partes. La cuestión es cómo cristalizarla. No hay una respuesta única. La pequeña aportación de mi libro es: seamos conscientes de que el cambio climático mata. Podemos pensar en quiénes son los responsables y utilizar el Estado de derecho de forma disuasoria. No lo escribí con voluntad punitiva, sino de más vale ayudar, colaborar y no bloquear. Más adelante eso puede tener consecuencias. Hay mucho escrito sobre el
green new deal y otros planes verdes. Todo suma. Estoy muy vinculado a un socialismo reformista: tengo una trayectoria en las instituciones y animo a todo el mundo a aprovechar nuestras instituciones democráticas y los canales de participación política. Son imperfectos, pero sirven. A los activistas les diría que también puede ser muy potente juntar diferentes sectores, montar tribunales climáticos y hablar de genocidio. Quizá ahora suene a provocación, pero en unos años puede ser de sentido común. Al mismo tiempo, estoy aquí en el Ayuntamiento. Mi trayectoria ha estado dentro del PSC de Barcelona, de toda la vida. Mi propósito no es impulsar juicios climáticos sino ayudar, continuar con el trabajo para lograr la descarbonización de forma práctica, aplicar buenas políticas públicas en este sentido y seguir trabajando en Europa. ∎