Como explica la medallista olímpica alemana de salto de longitud Malaika Mihambo, imagen de la campaña del
Audi Q4 Sportback e-tron,
“el progreso es el fuego que te impulsa, es la calidez que te invade cada vez que piensas en lo que quieres lograr”, y sin duda el progreso, ese progreso, es un objetivo común en los b-boys y b-girls, las atletas como Malaika y los ingenieros de Audi.
“Ser consciente de una misma, pero también de lo que te rodea” –dice Malaika, haciendo una alusión implícita a la sostenibilidad, que es motivo y fin del Q4 Sportback e-tron–,
y así después hacerlo mejor a ambos niveles”. Para Mihambo, que quiere fomentar la creatividad en los niños,
“hacerlo juntos lo hace más fácil, creando sinergias”. Un concepto que los b-boys conocen bien, puesto que una figura fundamental del breaking son los
cyphers, los círculos que forman los grupos de
breakers mientras uno de ellos baila en el centro. Sin ese apoyo mutuo, esa competitividad bien entendida, la mejora personal y el progreso es más difícil. Lo saben los
breakers, cualquier atleta que busque la autosuperación y nuestra querida ciudad de Ingolstadt –donde está la planta de producción de Audi–, cuyo nombre proviene de la traducción al latín del vocablo alemán “horsch” (apellido del fundador de la marca en 1909), que se puede traducir como “oye”, “escucha”.