Si tuviéramos que elegir el mejor meme de 2021, el consenso caería sobre las afirmaciones. El hecho de que su creación esté claramente empujada por la nueva obsesión de la generación Z por la espiritualidad tiene algo que ver con su frescura y un formato que acepta tantas capas de ironía como le quieras dar. Ojalá estas imágenes fosforitas y llenas de energía positiva con letras pasadas por efectos del Picsart y frases manifestando lo que quieres que ocurra nos acompañen durante este nuevo año.
Independientemente de su trabajo musical, Lil Nas X es la figura pública del 2021. Ser stan de Nicki Minaj lo entrenó para estar a años luz respecto a cualquier otro artista en su uso de las redes sociales, incluso de aquellos que tienen CMs bien pagados, y ello quedó evidenciado en la promoción de su álbum “MONTERO”. Se pasó finales de marzo respondiendo a sus haters de mil maneras creativas y aprovechando todas las controversias digitales a su favor. Su timeline de la época es una masterclass que se estudiará en las universidades del futuro.
La pelea de los usuarios del subreddit /wallstreetbets por subir el precio de las acciones de GameStop y hundir a los bancos que apostaban en contra empezó como un movimiento popular que dejaba en evidencia la fragilidad de la economía mundial. En enero no nos imaginamos que esto sería la primera pieza del dominó que desencadenaría un año en el que las criptomonedas y otros activos digitales iban a ser los protagonistas de este capítulo de historia de Internet.
En estos últimos cinco años los memes de puro texto se hacían, por norma general, a través de capturas de tuits, pero esto cambió en 2021. Ahora el formato de imagen de texto compartido pasan a ser las capturas de videos de TikTok, que muestran la dominancia de la plataforma en todos los ámbitos de Internet.
“Girlboss, Gaslight, Gatekeep” es el dicho que mejor se ha integrado en la jerga digital actual. Lo ha hecho tan bien que parece mentira que el mantra naciese este mismo año. Su uso suele ir siempre acompañado con tintes irónicos, pero admitámoslo: nadie sabe muy bien lo que significa. Quizá por eso se ha instalado tan bien en este año incomprensible.
Un barco quedándose encallado y generando un atasco mundial en el Canal de Suez es en sí un concepto totalmente identificable sin necesidad de imágenes graciosas al respecto. Internet se volcó con el Evergreen, generando un ecosistema entero de memes, desde el macro de la excavadora inútil hasta gente observando por primera vez el tráfico marítimo con el Vesselfinder y riéndose de los nombres de los navíos.
En 2021 tuvimos a internet horny por una vampira gigante, hasta el punto de que los desarrolladores del nuevo juego de “Resident Evil” tuvieron que hacer un comunicado diciendo cuánto medía (aproximadamente, 2,90m). La cumbre del que-me-pise culture.
La esperada entrevista de Oprah a Harry y Meghan tras renunciar a la corona de Inglaterra generó un abanico de memes en solo hora y media de duración. La gestualidad presente en el vídeo (con un gesto de manos Oprah convirtiéndose en eco del meme de Drake) o frases que aún se referencian como el “Were you silent or were you silenced” la hace merecedora de un sitio especial en esta tier list.
Los fans de las precuelas de “Star Wars” no pueden ser silenced. Tras años a la sombra haciendo memes nicho y evitando enfrentamientos con fans de la saga original, los “precuelers” han tenido su momento de gloria con uno de los memes más emblemáticos y bien jugados del año.
Shroomjak tiene el equivalente al nacimiento del niño Jesús digital: con un usuario proponiéndolo como meme en 4Chan y otro usuario respondiéndole “kys” (“kill yourself”). Y como personaje bíblico, Shroomjak siguió adelante y se convirtió en el Wojak más importante del año.
Otro meme que ha salido para adelante contra todo pronóstico es el de “Pondering my orb”. El meme más ininteligible es también uno de los mejores representantes de un año con poco sentido.
Hubo un momento en el que Clubhouse realmente hizo pensar que el audio era Lo Próximo. La plataforma consiguió una valoración entre inversores de 4 mil millones de dólares. Sus descargas y número de usuarios han caído en picado desde entonces y, a pesar de que ha dejado su marca en otras redes sociales como Twitter, Clubhouse es ahora el Cementerio de Elefantes de gente que te intenta vender cursos de SEO.
La McMansion de Ibai y sus amigos, la TikTok Hype House a la española, ha durado menos de un año. Muestra de que se pueden calcar las maneras de producción de contenido digital de Estados Unidos ( *cof, cof* el boxeo), pero todo hasta cierto punto.
Xokas era prácticamente desconocido en el mainstream antes de hacer su famoso rant sobre pagar impuestos y se convirtió en el nuevo héroe del pueblo, sin ningún tipo de filtros. Su mensaje de “me cago en los impuestos, pero los voy a pagar” cayó en gracia tras el anuncio del Rubius de mudarse a Andorra. Pero internet tiene una tendencia en generar ídolos sin mucho criterio para luego tirarlos del pedestal. El Xokas resultó un defensor de autoexplotarse hasta el éxito, lo cual lo llevó a varias controversias y, finalmente, a la indiferencia (fuera de los ámbitos gamer).
Parece mentira que el mundo crypto se desmoronase hace unos meses porque Elon Musk y Grimes decidieron romper los límites del cringe vestidos de Mario y Peach en un sketch de “Saturday Night Live”. Su relación, que tantos memes nos ha dado estos últimos años, llegaba a su fin en la segunda mitad de 2021, truncando la saga de hijos con nombre de contraseñas del wifi.
Los Facebook Papers que evidencian las malas prácticas empresariales y admiten lo nociva que es la plataforma para sus usuarios han empujado a la empresa de Zuckerberg a cambiarse el nombre, pero no a revisar sus cimientos por completo.
A pesar de que nos metamos con sus múltiples problemáticas, entendemos la importancia de experimentar con los diferentes activos crypto como los NFT. Simplemente nos preguntamos: ¿tienen que ser tan feos?
El runrún de que Andorra subirá los impuestos a la gente rica dejando de ser paraíso fiscal para los youtubers españoles lleva años dando vueltas. 2022, por favor, acaba con esto. ∎