Sentimientos encontrados: dust in the wind.
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Ana Rosa opina de que, tiran las cenizas de una muerta a Pink y el límite de Twitter

Una de las cosas más maravillosas de la música es cuando las letras de determinadas canciones se convierten en muletillas de tu vida diaria. Seguro que sabes de lo que estoy hablando. Yo, por ejemplo, suelo dejar caer alguna frase de cualquier canción de Astrud o de Bonnie Prince Billy que nadie suele reconocer… Pero, si alguien la reconoce, me alegra el día y me obliga a promocionarlo a mi top de personas favoritas (del día, tampoco nos pasemos).

Y digo esto porque la primera viralización de esta semana me trajo a la cabeza directamente a Carlos Areces y Aníbal Gómez cantando aquello de “En Facebook, en foros, en Twitter o por Instagram, suelo hablar de aquello que no sé. De cine, de moda, de arte o política, es vital mi consideración”. Si no lo reconoces, no estás en mi top de personas favoritas (del día). Pero, si lo reconoces, sabrás cómo sigue ese himno de la era de la opinación masiva en redes que es “Opino de que” de los Ojete Calor.

Ojete Calor: “Opino de que”.
Sea como sea, vamos al lío… Porque hoy toca hablar de que Ana Rosa opina de que.

Ana Rosa opina de que

La semana pasada, la intro de esta sección ya abordaba el gustoso revuelo que había armado el paso de Pedro Sánchez por “El Hormiguero” y cómo las palabras del presidente sobre “la derecha mediática” habían escocido particularmente a Facha Rosa Quintana. Pero resulta que “Perro Sanxe” ha decidido pasearse por todos los programas de esa misma “derecha mediática”, tal y como atestigua este glorioso tuit, y Ana Rosa no podía quedarse sin sus veinte minutos de fama sanchista. Si consideramos que Feijóo dejó caer que no iba al debate de RTVE porque no confiaba en la neutralidad del medio, la jugada tiene un gracejo especial que no ha escapado a gente como @Nixarim: “Colega que el Perro se ha plantado en el Hormiguero y en Ana Rosa que tienen la neutralidad de las SS”.

Tal y como apuntan por ahí, la entrevista invirtió los papeles de los dos participantes, de forma que Ana Rosa jugó al político (es decir: tirar de carisma y ambigüedades) y Pedro Sánchez al periodista (dedicándose a desmontar al oponente a base de datos puros y duros). Twitter arde con vídeos que se dedican a poner en su sitio a Quintana, ya sea cuando se afirma que el presidente no le dejó meter baza o cuando ella misma apunta lo dolida que está de que las redes bolivarianas y podemitas opinen de que es racista. El momento álgido de la entrevista, sin embargo, fue cuando Ana Rosa espetó: “No, yo no opino. Describo”. Y Sánchez le puso en su sitio con un tajante: “No, no describe. Está opinando”. Facha Rosa, descanse en paz.

Clara-mente: AR no opina de que...<a href="https://twitter.com/ElChicoComenta/status/1676167026593734656" target="_blank"> Ver tuit </a>
Clara-mente: AR no opina de que... Ver tuit
Total, que la imagen de Quintana enfurruñada en plena pataleta ha tardado cero coma en convertirse en meme, ya sea por la vía de los parecidos razonables y jurásicos o por el choteo con acento andaluz… Pero lo importante aquí, tal y como atestiguan este tuit y este otro, es que la entrevista de Pedro Sánchez en el programa de Ana Rosa ha superado en audiencia tanto a la de Abascal como a la de Feijóo. Y, si quieres saber cómo fue la “neutralidad” de la entrevista de Facha Rosa a su candidato presidencial favorito, nada mejor que este tuit que lo resume todo.

Feijóo en su sal(s)a.<a href="https://twitter.com/BenderOfuscado/status/1676494713799548930" target="_blank"> Ver tuit </a>
Feijóo en su sal(s)a. Ver tuit

Tiran las cenizas de una muerta a Pink

Hagamos ahora un pequeño paréntesis para dejar constancia que lo que empezó con las fans tirando bragas a los Beatles hace más de medio siglo se ha salido de madre oficialmente. Durante su reciente concierto en Londres, un fanático decidió tirarle a Pink las cenizas de su madre muerta. Real. A lo que la artista reaccionó comentando “I don’t know how to feel about this” (“No sé cómo sentirme al respecto de esto”).

Ashes to ashes, funk to funky.<a href="https://twitter.com/AsAndrewSpeaks/status/1673236911622684673" target="_blank"> Ver tuit </a>
Ashes to ashes, funk to funky. Ver tuit
Obviamente, el vídeo de lo sucedido ha sido compartido en redes hasta la saciedad, y muchos han apuntado que esto empieza a ser una escalada de violencia con precedentes tan recientes como el objeto volante no identificado que golpeó a Kelsea Ballerini en un concierto o el teléfono móvil que alguien estampó en la cara de Bebe Rexha durante una actuación. Y aunque los memes ya empiezan a remover las aguas de lo viral, la que se lleva aquí la palma es Adele parando un concierto para, pistola de camisetas en mano, lanzar una amenaza a los asistentes: “Dare you to throw something at me and I’ll fucking kill you” (“Si te atreves a lanzarme algo, te puto mato”). Temperamento británico.

El límite de Twitter

Esta semana también hemos vivido un nuevo capítulo de este drama sin fin en el que se ha convertido la vida en Twitter. Durante el finde, los tuiteros entraron en modo drama cuando, sin previo aviso, vieron aparecer un mensaje que aseguraba que habían superado el límite de tuits diarios permitido y que, por lo tanto, no podrían ver ninguna publicación nueva hasta que se refrescara ese límite. Elon Musk tuvo que salir al paso con una explicación que echaba leña al fuego de la conspiranoia –¿“Data scraping & system manipulation”? ¿¡Qué me estás contando!?– y que establecía que, hasta nuevo aviso, las cuentas no verificadas –es decir: la gente que tiene dignidad y no paga por el blue check– solo podrían ver 600 tuits al día.

Las normas de la casa de la sidra.<a href="https://twitter.com/elonmusk/status/1675187969420828672" target="_blank"> Ver tuit </a>
Las normas de la casa de la sidra. Ver tuit

Desde entonces, los límites se han ido ampliando poquito a poco… Pero está claro que la medida no ha sentado nada bien a los habituales de la red social, por mucho que hayan decidido tomárselo a broma con memes como este, este otro o este último, que es humor negrísimo. Hay quien dice que esta es una medida a favor de los propios tuiteros: una llamada de atención para que levanten la cabeza de sus móviles y recuperen sus vidas en el mundo real… Lo que algunos han agradecido asegurando que, gracias al límite, se han convertido en una hippy en contacto con la naturaleza.

Por suerte, hay quien ha aprovechado para arrojar una reflexión sensata sobre este despropósito, tal y como hace Alán Barroso: Si Twitter pone un límite de tuits que puedes ver por día se carga el scroll infinito, y si las redes sociales tienen algo adictivo es que siempre hay algo nuevo que ver, nunca llegas al final. Si Elon Musk se carga eso, se carga Twitter. No se me ocurre peor idea empresarial”. Así que, mientras esta red agoniza, tendremos que consolarnos imaginando a Elon de camino a pagar la factura de Google Cloud o, sobre todo, aplaudir que por fin alguien haya hecho el paralelismo goyesco en una obra artística titulada “Elon devouring his Twitter”. ∎

Elon Musk, a lo Goya.<a href="https://twitter.com/CaseyExplosion/status/1675324849508450304" target="_blank"> Ver tuit </a>
Elon Musk, a lo Goya. Ver tuit
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