La cosa ha ido tal que así: la semana pasada, La Oreja de Van Gogh echaba el cierre a su gira en Zaragoza y, tan solo un par de días después, el grupo publicaba en redes sociales un comunicado en el que se anunciaba que partía peras con la vocalista Leire Martínez. O dicho con corrección política: “Las trayectorias profesionales de Leire y La Oreja de Van Gogh seguirán caminos separados”. A lo que añaden: “La decisión ha sido dura y difícil, pero llega después de mucho tiempo de reflexión y profundas conversaciones en las que no hemos conseguido acercar nuestras diferentes maneras de vivir el grupo”.
La cosa tiene su gracia porque, tal y como señala el comunicado, esta decisión llega “después de 17 años maravillosos repletos de música y emociones que jamás olvidaremos”… Lo que significa que se han pasado 17 fokin años intentando acercar las “diferentes maneras de vivir el grupo”. Algo que suena a sufrimiento dramaqueenista a la vez que a constatación de algo que era un secreto a voces: que los señoros de La Oreja de Van Gogh nunca terminaron de aceptar a Leire, tal y como quedó patente en esta parodia que circula por redes desde hace siglos y que tan profética resulta a día de hoy.
Pero el chisme no acaba aquí, ya que las redes se han lanzado a sumar dos más dos tal y como hace este usuario que recuerda que Amaia Montero reapareció junto a Karol G en julio tras años lejos de los escenarios y que, este fin de semana, Leire se mostró francamente destrozada en la última actuación de la banda. Los rumores, por lo tanto, se han disparado: hay quien dice que La Oreja de Van Gogh volverá a contar con su vocalista original y quien incluso afirma que el regreso de Amaia se hará efectivo en un único concierto a celebrar el año 2025, pero que eso habría sido suficiente para que Leire decidiera abandonar la formación al no sentirse respetada. ¿Lo más fuerte de todo? Montero siendo una bully de libro y regodeándose en el sufrimiento de Martínez al responder con “😂❤️” a un post de Instagram que decía “Amaia, calienta que entras”.
Sea como sea, la maquinaria de las redes se ha puesto en marcha y todo este dramón ha tardado menos que canta un gallo en convertirse en puro meme, ya sea imaginando el (hipotético) momento en el que Amaia y Leire se crucen en las oficinas de La Oreja de Van Gogh para traspasar el papel de vocalista o recreando el instante en que Montero se enteró de que Martínez deja la banda tras 17 años. Incluso hay quien está tan obsesionado con este tema que incluso ha acabado llevándose la separación del grupo al trabajo.
Según las redes, está claro que el ojo de este huracán solo puede ser uno: el enfrentamiento (real o figurado) entre Amaia Montero y Leire Martínez, que ha alcanzado tintes de guerra civil en encuestas como esta por mucho que todos sepamos que la verdadera némesis de la cantante original de la banda siempre será Malú por aquello de haberla llamado gorda hace algunos años. Otras encuestas se han lanzado a buscar sustituta a Leire, con opciones tan extrañas como Amaia Romero, Edurne o Chanel. Porque una cosa está clara: encontrar a la nueva vocalista de La Oreja de Van Gogh ya es deporte nacional, con apuestas que van desde los imitadores anónimos a opciones tanto nacionales como internacionales.
Entre tanta especulación, hay una opción que está empezando a hacer especial tilín a unas redes que ya han decidido que los villanos en esta historia son los miembros de La Oreja de Van Gogh. ¿No estaríamos ante un maravilloso acto de justicia poética si Amaia y Leire le dieran la patada al grupo y lanzaran algo juntas? ¿Un disco titulado “Orejas sueltas”? Como sea verdad, aquí solo puede pasar una cosa: SE CAE ESPAÑA.
Ya lo he afirmado muchas veces: siempre que puedo, evito dar cancha a las peleas de gatas entre divas porque, mira, basta ya con la narrativa de que las grandes artistas son incapaces de ser amigas y siempre tienen que odiarse las unas a las otras. Pero hay ocasiones en las que no puedo resistirme… Ocasiones como hoy, cuando vengo de Amaia versus Leire y voy hacia Grimes versus Poppy, un beef que ya hace mucho tiempo que dura.
Aquí va un pequeño resumen: en el año 2018, Poppy acusó a su archienemiga de hacerle bullying durante la grabación de su colabo “Play Destroy”, a lo que Grimes respondió con un escueto “let it go”. Con to su coño moreno. Pero parece que Poppy no lo dejó ir y que, después de años de lanzarse pullas más o menos disimuladas, la tía ha decidido ir a por todas en la promo de su serie “Improbably Poppy”. Tal y como puede verse aquí, la artista interpreta a la cabeza parlante de una máquina de esas que te predecían el futuro en las ferias de los ochenta. Y, cuando un señor accede a que le lance una profecía, Poppy recita las siguientes palabras: “Grimes te va a pedir que seas la subrogada de su bebé. Di que sí. Pero no vayas a la cita”. Repite conmigo: con to su coño moreno.
Cuando el río suena, es que agua lleva. Lo que viene a significar que las redes ya se están preguntando si estas dos han vuelto a montar el Belén a la vez que recuperan clips antiguos que ahora se leen de forma completamente distinta. De nuevo, sin embargo, el corazón de este viral vuelve a ser la batalla campal entre las dos divas, con algunos acusando a una de aspirar a ser la otra y con un constante fuego cruzado en el que unos afirman que ya quisiera Poppy ser Grimes y otros responden que ya quisiera Grimes ser Poppy. Tanto monta, monta tanto.
Sin embargo, hay que reconocer que la cosa tiene su gracia porque, tal y como subraya este tuit, ambas artistas comparten exactamente la misma fanbase. Será por eso por lo que los admiradores de ambas divas se sienten igual de divididos que los hijos de padres divorciados y les ruegan que dejen de pelearse de una vez por todas. A lo que solo falta añadir una única cosa: todo esto podría haberse evitado si ambas se hubieran comportado como personas adultas y hubieran hecho lo que hacemos todos en este tipo de casos, que no es otra cosa que darle al botoncito de “bloquear”. Y santas pascuas. ∎