La cercanía de Halloween se está celebrando este año a su manera en las esferas digitales. Los esqueletos de 3 metros de 2020 han dejado paso a las versiones villanas de personajes esta spooky season, con el meme “Evil [inserte nombre] be like” presentando a famosos diciendo frases contrarias a aquello que los caracteriza.
¿Lo mejor del meme? Sus bajas barreras de entrada. Si puedo explicar el meme en una sola frase, es porque no se necesita ninguna intuición de conceptos abstractos o conocimientos previos de la cultura meme para entenderla. Los colores invertidos + texto es algo que está al alcance de cualquier persona con el más rudimentario editor de fotos, causando que el meme arrasase el pasado fin de semana. A pesar de que haya habido pequeñas variaciones del formato original, como la Evil Margaret Thatcher que es simplemente Margaret Thatcher, el meme se ha mantenido estable y sin cambios sustanciales con su llegada al mainstream.
¿Lo peor del meme? Sus bajas barreras de entrada.
El pasado fin de semana, uno de cada cuatro posts que veías en cualquier red social era “Evil xxxx be like”. A los menos extremely-online la gracia del formato le podría haber llegado hasta el lunes, como mucho, pero, para los demás, los memes tan abrasadores causan hastío en cuestión de horas. Lo entiendo. En el momento en que alguien utiliza un meme de forma facilona y con intención de ganar likes, y no de hacer reír a sus compañeros, algo muere en el interior del meme. Y con “Evil xxx be like” eso ha pasado demasiado rápido.
La cultura de internet es un ecosistema entero que no se construye solo de los memes que compartimos. Dramalesbian es a esta biosfera lo que la niña de la curva es a los veranos en el pueblo cuando tenías 10 años: una leyenda urbana que parece anecdótica, pero que se expande a todos los rincones. Esta usuaria de Twitter toma también varias formas depende de a quién le preguntes y cuáles hayan sido los acontecimientos que recuerde en su largo recorrido que alimenta la leyenda. En los últimos años, Dramalesbian ha aparecido bajo numerosos nombres de usuario, ha publicado mensajes pidiendo dinero para *tira la ruleta* una operación para su gato, desaparecido, y reaparecido bajo un nuevo nombre y mismo modus operandi. Hilos de exposé en Twitter la han destapado comprándose diferentes cosas como la Switch, juegos y libros con el dinero que otros usuarios han donado para sus diferentes causas.
A pesar de lo expuesto en el apartado anterior, atribuir el papel de villanos en internet a estafadores individuales es tener unas miras bastante cortas. Mientras planea un cambio de nombre para meter bajo la alfombra sus recientes controversias, Facebook sigue siendo el final boss indestructible de esta narración digital.
Esta semana, Mark Zuckerberg ha anunciado que va a contratar a 10.000 empleados para trabajar en la creación del metaverso (para los que necesiten un “en episodios anteriores”, Facebook se pasó meses pregonando que iba a dedicarse ahora al metaverso para acabar sacando en agosto una gama de productos para tener reuniones de trabajo con gafas de realidad virtual). Es por primera vez, y después de los últimos mareos, explícito en su intención de crear un mundo digital. Y no es noticia solo por eso: también ha implantado por lo bajini una actualización que identifica las cuentas de Facebook e Instagram de una misma persona como dos usuarios, doblando virtualmente el número de la audiencia por la que pagan los anunciantes que sostienen el flujo de ingresos de la plataforma. Esto, teniendo en cuenta que hoy gran parte de la publicidad se hace de forma digital, es una noticia enorme, ya que los números ya hinchados por los que paga todo aquel que quiere comerciar por Facebook o Instagram se van a hinchar aún más, y hacerse aún menos transparentes.
Todo esto podría ser humo para lo que viene, una partida de ajedrez en la que tu contrincante va cinco movimientos por delante mientras tú vas a cuatro. O quizá no. Personalmente, me gusta imaginarme a villanos ligeramente patéticos, cayendo por su propio peso más que porque el héroe haya acabado con ellos. Me pasa lo mismo con Facebook, que desde su cuenta de relaciones públicas de Twitter ha hecho un hilo intentando apagar fuegos que aún no se han encendido, diciendo que hay más de treinta periodistas que están preparando un artículo a gran escala sobre la filtración de unos papeles confidenciales de la empresa, cosa que, en vez de tranquilizar, ha causado más expectación que nunca sobre unos documentos que, seguro, serán iguales a tantos otros de los expuestos en los últimos tiempos.
TL;DR: se vienen cositas.
(en relación a lo difícil que es cambiarse el nombre en Facebook). ∎