Liam: sueño hecho realidad. Foto: Sharon Lopez
Liam: sueño hecho realidad. Foto: Sharon Lopez

Levi’s® Music Project

La hora de la verdad

Poco parece quedar de los chicos y las chicas que hace unos meses comenzaron ese camino conocido como Levi’s Music Project (LMP). Y es que tras disfrutar de masterclasses protagonizadas por nombres como Alizzz, Kigo, ODDLIQUOR o Rigoberta Bandini, lo que nos encontramos en la tercera sesión de esta iniciativa está más cerca del concepto de músico profesional que del de promesa aspirante.

La primera clase se centró en la industria musical y la gestión de la carrera, mientras que la segunda estuvo dedicada a la producción y composición musical. Mientras tanto, la decena de participantes del LMP trabajaron en sus propias canciones, que, llegados a este punto, presentarán en directo.

Estamos en la sala Club Malasaña para testar en directo los temas en los que han estado trabajando. Seguramente, la actuación en directo es la prueba de fuego para todo aquel que quiera dedicarse en serio a esto de la música. Así que los nervios flotan en el aire. Pero no están solos. Para superar este reto cuentan también con María Escarmiento y Chico Blanco.

La jornada se estructura como un showcase en el que no existen jóvenes ni veteranos, solo amor por la música. Comienzan tomando el escenario como si fuese su casa los más jóvenes. Los alumnos del Levi’s Music Project defienden de cara al público su trabajo de los últimos meses y en la sala retumban puras barras, luego un rap melódico con tintes de R&B, un drill machacón con drops más propias del dubstep que del penúltimo subgénero del hip hop e incluso una canción con tintes electrorap. La ensalada de sonidos solo se ve superada por la actitud y las ganas de la interpretación en directo.

A continuación, saltó al escenario María Escarmiento junto a su DJ, Sofía (SOFFMM), que repasó algunos de sus últimos lanzamientos, convirtiendo al Club Malasaña en un reflejo de lo que podían ser en el pasado citas como Infierno, con su combinación de reguetón oscuro pero bailable, con un set formado por “Por La Noche”, “Singstar” y “Déjame Sola”. Precisamente baile es lo que también ofreció Chico Blanco, con su combinación de música negra, electrónica y pop avant-garde. Doblándose a los platos y al micrófono, soltó clásicos de su repertorio como “No vale na”, “Cola Cao” y “Caramelo house (otro lado)”.

En cuanto se pausa la música (porque la música nunca cesa del todo) y se encienden las luces, comienzan los aplausos y, sobre todo, echamos la vista atrás. Entre abrazos y fotos para inmortalizar el que para muchos de estos chicos es su primer bolo, se hace repaso también del camino que ha supuesto este Levi’s Music Project y que, en realidad, solo acaba de empezar: con el talento y el esfuerzo vistos y la suerte necesaria, algunos de sus participantes vivirán de la música. Pero sin duda todos vivirán la música. ∎

Éxito comunitario, ilusiones compartidas.

Entrevista con María Escarmiento

Una vez acabada esta tercera sesión, aprovechamos para hablar con María Escarmiento sobre su paso por el Levi’s Music Project, su visión sobre la industria y la música como arte y próximos pasos.

¿Qué valoración haces de tu participación en el Levi’s Music Project?

Desde el primer momento dije que sí porque me pareció muy interesante y refrescante, debería haber más iniciativas de este tipo, etc. Es muy gozoso para todo el mundo: para quienes imparten el curso y para quienes lo disfrutan. Me parece muy guay que las marcas grandes y que tienen medios inviertan en esto, porque le puedes cambiar la vida a alguien. Imagínate, solo con que alguno de estos chicos escuche hablar a Alizzz...

Actuaste con los participantes del Levi’s Music Project. ¿Qué consejos les pudiste dar sobre cómo afrontar un directo?

Lo pasamos muy bien, no les di ni un sermón ni nada, porque tampoco soy nadie para eso. Pero sí que le doy mucha importancia al directo; no solo al mío, sino a todos. Agradezco mucho que los artistas tengan un directo potente y se lo tomen en serio. Cuando te subes a un escenario tienes un deber para el público que se ha gastado su dinero y tiempo en verte y tienes que echar el resto para entretenerlos. De la manera que te salga y tu música lo pida, pero le debes un respeto al público dejándote la piel.

Hablando de respeto: en el LMP estuviste con Sofía (SOFFMM), que es tu DJ habitual. Es un gesto que demuestra mucho respeto por la figura del DJ.

Yo le doy mucha importancia a la figura del DJ. Lo único que no me gusta del tipo de música que hago es que no tengo gente en el escenario conmigo. Yo he sido muy de bandas y me gusta que haya mucha peña ahí arriba. Ahora estoy muy contenta porque subo con Sofía , nos lo pasamos genial y lo agradezco mucho, porque hay una complicidad de decir  “estamos juntas en esto y vamos para adelante”. Por eso le doy mucha importancia al equipo que tienes y a que haya complicidad. 

“Nunca me he sentido outsider con la música, porque desde que tengo recuerdos siempre he estado estudiando música y dando clases. Y desde los 19 o 20 años que me fui a Nueva York, era mi día a día”

Otra figura por la que también siempre muestras respeto es la del productor. Merca Bae, Kabasaki, Los Del Control… ¿Cómo es tu relación con ellos a la hora de crear?

Es interesante, porque acaba siendo muy diferente según la persona con la que trabajes. Me fascina la gente que hace beats y me fijo mucho en cómo suenan, que sean identificables, que puedas identificar a la persona. Pasa con mucha gente en este país, como los temas que he hecho con Pedro LaDroga, que son muy claramente hechos por él, con Kabasaki igual. He trabajado mucho con Limabeatz, que tiene un estilo también supermarcado. Para mí es el 50 % de la canción, así que le doy mucha importancia y a la hora de trabajar me gusta tener el input de la persona que ha hecho el beat. Por ejemplo, con Los Del Control, que es el último tema que he sacado, yo escucho el beat, escribo el tema y Borja en este caso (Borja Jiménez, miembro del citado dúo de productores junto a Adrian Gil) le da forma, y es una especie de magia que me da mucha envidia porque escuchan lo que haces y te dicen: “Aquí vamos a hacer un break y le vamos a meter tres bombos para que justo vaya con las palabras que has dicho”. Es como un puzle, un engranaje, muy diferente a la música rock, por ejemplo, o de los géneros que se hacen con instrumentos. Es mucho más misterioso, me interesa y lo disfruto un montón.

Precisamente tu música, lo has mencionado en ocasiones, es muy de sensaciones y de colores, muy sinestésica.

Es algo sobre lo que no reflexiono, pero sí es algo que me pasa, es una realidad. Por ejemplo, con los colores lo veo superclaro y me ayuda mucho a trabajar, a crear los vídeos y las portadas. Tengo la sensación y la reflejo. Y eso me viene mucho del beat y de la primera escucha. Me lo pongo y me transporta a un sitio físico, o a un color, o a una actitud. Lo oigo y me enfada, por ejemplo. Y lo escribo en base a eso. No sé por qué, pero me ha pasado siempre. Me siento un poco como espectadora de lo que me sucede.

Madrid como punto de encuentro, puerta abierta a propuestas con inquietudes.

¿Y esto impacta en la forma en cómo escribes? “Por la noche” es una canción con un punto quizá macarra, y “Singstar” tiene tal vez un punto un poco más naíf, por poner dos ejemplos.

“Por la noche” es una canción que la siento muy distinta. Cuando la estaba haciendo decía “este hook es muy pegadizo”. Me sonaba muy comercial. En realidad las escribo yo, pero las observo desde fuera. Con “Singstar”, que también tiene un beat duro, me salió cantarla más suavito, más angelical. Me pasan estas cosas que me van sucediendo dentro y que yo no controlo.

¿Consideras que tienes una relación outsider con la música? Tienes una trayectoria de muchos años, pero también estás adscrita a una nueva generación de artistas...

Nunca me he sentido outsider con la música, porque desde que tengo recuerdos siempre he estado estudiando música y dando clases. Y desde los 19 o 20 años que me fui a Nueva York, era mi día a día. Aunque yo llegase al panorama español desde “Operación Triunfo”, que lógicamente es una cosa muy repentina y que parece que llegas de la nada. Es algo así como “¿quiénes son estos chavales?”. Pero estos chavales tienen vidas anteriores y, en mi caso, estaba muy relacionada con la música. Yo me sentía muy capacitada para tomar decisiones, sobre todo artísticas. Quizá no había conocido desde dentro el mundo multinacional, porcentajes, royalties… Todo eso no lo sabía. Pero a nivel artístico me sentía totalmente con el control de mis decisiones y, sobre todo, de mis gustos. Es algo que siempre he tenido muy presente y que no me ha agobiado mucho. Qué corriente seguir o qué canción sacar. Siempre me he sentido muy tranquila en ese sentido.

“Al final parece que haces una canción, la subes a Instagram, tiene cinco mil views y esto es lo más importante de nuestro trabajo. Pero lo más bonito es la música en sí”

Hablas de tu período formativo y el Levi’s Music Project tiene un componente destacado en este sentido. ¿Qué importancia le otorgas a la formación en la música?

Muchísima, la verdad. Siempre defenderé que todo el mundo puede hacer lo que quiera y que no es necesario que sepas nada para hacer nada. Y a veces desde la ignorancia teórica van a salir cosas mucho más interesantes. Pero me encanta estudiar la teoría, y valoro mucho a la hora de componer y trabajar con los artistas que tengan un cierto conocimiento. Es curioso, porque lo estuve hablando precisamente con Chico Blanco el día del Levi’s Music Project, porque él llevaba un pedal enorme de efectos y Auto-tune y sabe muchísimo, y estuvimos hablando de eso y de la formación. Que no tiene por qué ser académica, pero sí mostrar un respeto por tu instrumento y por el arte, que es un arte complejísimo. Por eso me interesa tantísimo el proyecto de Levi’s, porque es una cosa muy artesana, de hacer algo desde el principio y donde puedes escuchar cómo pasan las cosas técnicas. Al final parece que haces una canción, la subes a Instagram, tiene cinco mil views y esto es lo más importante de nuestro trabajo. Pero lo más bonito es la música en sí.

El Levi’s Music Project ha llegado en 2021 a Madrid, en la que has nacido y vives actualmente. ¿Cuál es tu relación con la ciudad?

Para mí Madrid siempre ha estado ligada a la música y es la ciudad que me ha brindado la oportunidad de conocer a toda la gente que conozco, que hace música, que vive de la música y que también son mis amigas y mis amigos. A pesar de que soy de allí, me parece un sitio muy abierto y que da la bienvenida a la gente, a que haga cosas. Madrid es de todo el mundo que quiera venir, y eso se aprecia y se nota. Hay una escena musical potentísima y una oferta de conciertos, actividades, talleres... que es lo que hace una ciudad. También soy fan de las ciudades pequeñas, en las cuales cada vez se crea más escena, y eso me hace feliz. Lo guay es que la gente haga cosas en cualquier lado, pero yo le tengo mucho cariño a Madrid y es un punto muy importante en la escena musical.

María Escarmiento compartió escenario y canciones. Foto: Sharon Lopez
María Escarmiento compartió escenario y canciones. Foto: Sharon Lopez

Y continuando con la formación, en este caso en la industria, ¿qué le dirías a los participantes del LMP sobre lo mejor y lo no tan bueno de la música?

Lo mejor es la gente que hace música y poder estar en contacto con otros artistas. Lo más guay es compartir lo que hacen, escucharlos, ver lo que hacen, cómo piensan, que te pasen sus canciones por WhatsApp y te pidan opinión. Se crea una comunidad que es supergozosa. Y lo que menos me ha gustado del COVID, pues no poder estar en contacto con otras personas. Es muy reconfortante tener a una comunidad de gente que hace lo mismo que tú, para motivarte y tirar para adelante. Y lo peor, siiempre digo lo mismo: son los números y la presión, que parece que si tu canción no tiene un millón de views no vale nada. La esclavitud de likes, de views, de plays despersonaliza y le quita mérito a lo que hacemos. Hay canciones que tienen 300 escuchas y son maravillosas. Mi consejo es que sigan adelante, que ya encontrarán a alguien a quien les guste lo que hacen, y ese es el mejor reconocimiento.

¿Cuál fue el motivo por el que elegiste los temas del directo del Levi’s Music Project?

Los elegí porque son los que más me apetecía, porque siempre me pasa que el último que he sacado siempre es el que más me gusta (risas). Además, como era algo muy familiar, para pasárselo bien, opté por los temas con los que mejor me lo paso cantándolos.

¿Cómo ves el panorama respecto a las nuevas generaciones?

Me interesa muchísimo lo que va saliendo. Eso me ha pasado siempre, que me interesa un montón las cosas nuevas. Todo lo que sea cambiar y evolucionar me fascina. Por eso mola tanto un proyecto al que vaya gente tan joven, porque es la gente que te va a traer lo novedoso en términos de estilo. Creo que hay que darle un valor a los que están empezando, los fichajes nuevos. Me ilusiona mucho cuando encuentro un artista nuevo, que tiene poca música y que me está encantando todo lo que hace, porque ya es como que tengo algo nuevo que escuchar y seguir su trayectoria para poder seguir su evolución. Me refresca mucho.

¿Qué podemos esperar de María Escarmiento en el futuro?

Voy a sacar un EP pronto. Pero quiero que se calme lo del COVID porque quiero girarlo de la forma más normal posible. Así que no tengo prisa. Tengo temas nuevos, colaboraciones que me apetece un montón que salgan. No he parado.

¿Y será en la línea de lo último que te hemos escuchado?

Siempre tengo ganas de cambiar y al final me gusta lo que hago. Así que yo creo que será un estilo parecido hasta que un día decida cantar country (risas). ∎

Un día inolvidable para todos los participantes. Foto: Sharon Lopez
Un día inolvidable para todos los participantes. Foto: Sharon Lopez
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