Llamar a las cosas por su nombre, mantenerse en activo sin que importe la edad, desafiar lo normativo o hacer lo que se debe asumiendo renuncias y sacrificios son algunas de las acciones y actitudes que La La Love You prefieren destacar cuando se les pregunta por sus héroes. En la historia del grupo también hay cierto componente heroico, aunque ellos opten por quitarse importancia.
Durante más de un decenio, las canciones de La La Love You fueron asunto para iniciados. No por su complejidad o por su arriesgada propuesta estética –el cuarteto madrileño es un grupo de orgulloso espíritu ramoniano–, sino porque operaban en los subterráneos y su prédica teen-punk-pop no calaba más allá de los conversos. Habían autoeditado maquetas y grabado para sellos pequeños hasta que Subterfuge les echó el guante y publicó su primer álbum homónimo en 2013. Su trayectoria dio un giro copernicano a mediados de 2019, cuando Amaia dijo en la tele que eran su grupo favorito y allanó el camino al fenómeno desatado por “El fin del mundo”. Esta canción vio la luz unas cuantas semanas antes del encierro pandémico y se ha convertido en himno del pop español contemporáneo. Ahora La La Love You disfrutan de la atención del público y los medios, pero esta conversación demuestra que el éxito tardío –su carrera ha tenido altibajos y serias dificultades personales– no se les ha subido a la cabeza. La bajista Celia Becks, los cantantes y guitarristas David Merino y Roberto Castrillo –faltó el batería Rafa Torres– nos hablan de sus héroes y heroínas.
Vayamos al grano, contadnos por favor quiénes son vuestros héroes
David: Nosotros somos de Parla (Celia es de Alcalá de Henares) y, en ese sentido, a mí me marcaron mucho Tennessee, que eran de nuestro barrio. Ellos eran los héroes del barrio. A mí me despertaban muchísima fascinación más allá de la música que, bueno, me gustaba, pero era muy niño. Era la cosa de que todo el mundo les tenía muchísima admiración.
Roberto: Sí, era gente del barrio que había conseguido ser famosa.
David: Sí, eran los chicos que se juntaban a beber en un banco de la Plaza de la Juventud de Parla y que, de repente, uno se compró un deportivo blanco.
Roberto: Todo el mundo hablaba de ellos…
Tennessee tuvieron su momento de gran popularidad. Un grupo de rock and roll y doo-wop del extrarradio de Madrid que, durante unos años, es conocido en todo el país.
David: Sí, sí, pasaron de hacer voces en un banco de la calle a ser un grupo mainstream que encabezaba la lista de las radiofórmulas.
Roberto: Y hemos podido cumplir el pequeño sueño de tener una canción en la que colaboran con nosotros. La grabamos hace tiempo. Ellos son muy buenos cantando y tener esa canción un poco a nuestro estilo con sus coros fue algo especial, porque era el grupo que cuando éramos pequeños los veíamos ahí (señala hacia arriba)…
David: Claro, tenía mucho que ver con eso, en cuanto pudimos acceder a ellos era “vamos a tocar con el que era el referente del barrio”.
Roberto: Celia no había nacido cuando nos gustaba Tennessee…
David: Yo era niño, niño… fui a verlos a las fiestas de Parla con mis padres con siete años…
Celia: Mi heroína cuando era pequeña era Rafaella Carrà. Tenía un programa en la tele en los noventa… yo estaba fascinada y cuando llamaban por teléfono a mi casa yo contestaba siempre diciendo “hola Rafaella”. Fue una persona que me ayudó mucho a conectar conmigo misma y con las cosas que me estaban pasando, era una persona que creaba un espacio en el que todo el mundo podía ser el mismo y, en los noventa, eso no era tan habitual. Pregúntaselo a mi madre… Te dirá que “quería que fuera su madre”… Me duró años eso.
Es muy interesante esta visión sobre Rafaella Carrà que apuntas, Celia.
Celia: Es que ahora se habla mucho en la calle, en las escuelas, en las redes sociales de ciertas realidades y de expresiones de uno mismo de las que yo carecí cuando crecía y que también me hacían mucha falta. Rafaella daba visibilidad a todo eso y a más, le ponía nombre a las cosas y era muy transgresora. Luego estuvo más ensombrecida en sus últimos años, pero para mí fue un antes y un después.
Estamos hablando de vuestros héroes de infancia, de héroes de vuestro barrio también, aunque supongo que estos irían cambiando conforme fuisteis creciendo.
David: A mí de adolescente, y salvando las distancias con Rafaella Carrà, me impactó mucho Joey Ramone. Tiene un poco de lo que ha dicho Celia porque, más allá de lo musical, él me llamaba la atención porque podías ser un tipo muy rarito, ser muy nerd, muy maniático, no ser muy guapo y tener una postura corporal rara, pero ser un tío hipermolón. De adolescente fue una referencia muy grande más allá de lo que siempre se dice del punk. Que es verdad que es asequible, que lo que tocan los Ramones puedo tocarlo con tres meses de ensayo sin tener que pasar quince años en un conservatorio, pero lo que él representaba como rockstar es que puedes ser raro y ser molón y salir con la de Blondie.
Ahí coincides con Santiago Motorizado, quien también señaló en su entrevista la importancia que tuvo para él Joey Ramone.
David: Lo que me llamaba la atención es que él no intentaba molar. David Bowie para muchos es un héroe, pero ahí había un trabajo, estaba intentando proyectar, crear un personaje, transmitir…, pero Joey Ramone parecía que le importaba todo una mierda y molaba simplemente por ser él.
Celia: Debbie Harry me parece otra heroína también. Ser una abuela rockera y seguir molando, no haber caído en clichés ni estar pasada… bueno, está pasadísima de muchas cosas, pero tú la ves y… la vi hace poco haciendo un cameo en la serie “High Fidelity” y me parece que es la tía más molona del mundo. La veo y pienso: “Ojalá estar la mitad de bien cuando tenga 70 años”.
Hablas de ella en el presente, de lo que sigue molando aún, aunque siempre ha sido increíble Debbie Harry.
Celia: Hay una losa que pesa sobre las mujeres con el paso del tiempo. A nadie le sorprende que los Rolling Stones sigan dando cera a los 70 años, pero sí que sorprende mucho más cuando una mujer sigue dando cera a esa edad. Hay que decirlo, la vida es mucho más cruel con una mujer a medida que pasan los años, hablo simplemente del hecho de envejecer. Creo que Debbie Harry lo ha hecho muy bien y me encanta.
Roberto: Bueno, hay algunas que envejecen muy bien, mira a Dolly Parton, que tiene un parque de atracciones…
Celia: No hablo de que no envejezcamos bien, hablo de la aceptación social ante que una rockera envejezca y ante que un rockero envejezca… Dolly Parton no puede molar más, a eso es a lo que aspiro…
David: ¿A Debbie Harry o a Dolly Parton?
Celia: Una mezcla entre las dos, porque en realidad estoy muy lejos de las tetas de Dolly Parton (lo dice con una sonrisa de oreja a oreja), pero de su espíritu sí…
Tanto Dolly Parton como Debbie Harry son mujeres que han llevado su carrera por el camino que han decidido.
Celia: Lo siguen haciendo, no están retiradas, no han hecho lo que la sociedad esperaba de ellas… Que si tienes que tener hijos y luego ser la-tía-de y la-abuela-de… no sé si lo serán o no, tampoco me llega la información de si los otros son padres-de o abuelos-de… A mí me gusta por lo que representan. Están en activo. Hace un año fui a ver un musical de Dolly Parton en Londres, me invitó un colega que trabaja en él. Ella tiene 75 años y ha creado un musical de “9 To 5” (comedia coprotagonizada por Parton en 1980, cuyo tema central fue escrito e interpretado por ella) y me parece una maravilla que siga teniendo ideas alocadas.
David ha hablado de su chispazo adolescente con Joey Ramone, pero seguro que tenéis más referentes de esa época.
Roberto: Hemos sido superfans de Nirvana. Y a Kurt Cobain lo hemos tenido como un referente. Tanto es así que fuimos a su casa de cuando era niño, fuimos a Aberdeen a hacernos una foto. Éramos superfans. Tampoco era querer ser como él, porque tenía una personalidad muy particular, pero siempre ha sido un referente. Musicalmente no nos parecemos a Nirvana, pero durante nuestra adolescencia fue el mayor exponente de lo que nosotros aspirábamos a ser.
Tanto Joey Ramone como Kurt Cobain son estrellas atípicas, un poco a su pesar y contra todo pronóstico, quizá. Un ratero de Queens y un muchacho de infancia difícil que crece en un pueblo de leñadores.
Roberto: Sí, dicen que Kurt Cobain no esperaba tanto éxito, que él quería tener éxito pero no tanto. Se vio sobrepasado. Tenía una personalidad muy atormentada y nosotros no queríamos ser atormentados.
David: Cuando éramos muy fans él ya estaba muerto, y tampoco queríamos estar así, eso no ayudaba mucho…
Celia: La adolescencia estuvo muy marcada por Nirvana, pero siempre intentaba buscarme referentes femeninos. Kurt Cobain ha empapelado mi habitación durante muchos años, pero compartía pared con Brody Dalle. The Distillers ha sido el grupo que más ha representado mi adolescencia desde 2003, cuando sacaron “Coral Fang”. Me marcó muchísimo a nivel musical y personal y porque veía a una tía que no se adaptaba mucho a lo que se esperaba de ella, siempre rodeada de hombres, bandas de hombres, amigos hombres… Todo hombres, pero ella a gusto en medio de todos ellos, que es lo que siempre me ha pasado a mí. Veía a una tía que se maquillaba a su manera, que tenía los tatuajes que quería, que se hacía los peinados que quería, que partía el bacalao. Para mí fue muy importante y sigue siéndolo.
No solo eso, su voz y su manera de cantar son muy especiales.
Celia: De hecho, me pase un año entero pensando que era un hombre antes de ver vídeos de Distillers. Tiene una voz tan profunda y se desgañita tanto, que estaba convencida. Me gustó aún más cuando supe que era una mujer. Hablaba de cosas con las que me sentía identificada. Era un poco deprimente, pero sin llegar a ser tan tóxica como Kurt Cobain, porque no estaba muerta, que eso pesa mucho; yo no me quiero parecer a eso.
David: Yo no sé si heroína, creo que era más enamoramiento de Kim, la chica de The Muffs. Era un poco parecido a esto, cantaba con una rabia que no estabas acostumbrado a entender como femenina. Me tenía enamorado.
Celia: Más allá de que luego yo aceptara mi bisexualidad y me sintiera cómoda en ella, estas heroínas que menciono nunca me gustaron en plan de estar enamorada platónicamente. Eran referentes a los que me quería parecer.
En otros ámbitos, al margen de la música, ¿quiénes son vuestras figuras de referencia?
Roberto: Siempre tienes gente de tu familia ahí, los consideras héroes por lo que han hecho por ti. De mi padre soy el mayor fan, pero eso no es decir nada nuevo.
Celia: Mis padres y mi hermana. Tengo unos padres que, a día de hoy, si me dedicara a algo que no fuera esto, se enfadarían conmigo. Si aceptara la opción fácil, la de nómina fija y trabajo de 8 a 3, se enfadarían. Me consta que estarían muy disgustados si no siguiera la estela de lo que siempre he querido hacer.
David: Esto es muy generacional, pienso en mis padres y también son unos grandes héroes. Creo que todos los de nuestra generación sentimos que ellos han hecho mucho, a veces con este punto hasta de culpabilidad. Lo han tenido más fácil en algunas cosas, también es verdad, pero han sacrificado mucho más que nosotros, su vida ha sido mucho más heroica.
Roberto: Nuestros padres han vivido una cosa muy diferente, nosotros hemos sido la primera generación de consentidos. Y ellos se han quedado un poco ahí en medio. Eso lo veo con mis padres, su vida, su infancia, han pasado por muchas cosas por las que nadie de mi círculo de amigos ha pasado nunca. Para mí, tanto mi padre como mi madre son un referente.
David: Nosotros no tenemos hijos y creo que ser padre es bastante heroico. Como mucho cuidamos un cactus o, en el caso de Celia, un gato… y ya nos parece que estamos haciendo un sacrificio loquísimo…
Celia: Gato y perro…
David: … Ya, eso nos parece la leche… Heroico es lo que han hecho ellos…
Celia: A quien yo admiraba mucho, y va a sonar un poco extraño pero lo voy a explicar, es a Leticia Sabater. Y la sigo admirando. Y lo digo de verdad, con seriedad. Parece que no, pero lo ha tenido muy difícil. No tiene que ver con la música aunque ella haya creído que sí. Yo lo siento, ha hecho un esfuerzo y lo sigue haciendo…, pero en los años noventa también marcó a una generación; luego lo ha desvirtuado un poco, pero es que es muy difícil… Es el perfecto ejemplo de juguete roto, de que llegas a la treintena y ya no eres lo que se espera de ti e intentas reinventarte y a la pobre pues no le ha funcionado. Es el perfecto ejemplo de lo contrario a Deborah Harry o Dolly Parton, salvando las distancias, por supuesto. Pero no hay que olvidar que la jugada no le sale bien a todo el mundo. No todo el mundo puede mantenerse. Le ha salido mal, lo ha intentado, pero a mí me cuesta mirarla con otros ojos, la admiraba mucho.
¿Hacerse mayor implica hacerse más pureta y tener más dificultad para reconocer a nuevos héroes?
Celia: Yo con los años soy menos pureta. Hace diez años no habría citado en una entrevista a Leticia Sabater. Ahora veo las cosas con otra perspectiva y soy menos pureta. Sonia y Selena son mi canción del verano favorita, de hecho.
David: Puede ser. Creo que en la adolescencia es más sencillo idealizar y que cuando te haces más mayor lo ves con cierta perspectiva y es más difícil colocarlos en esa categoría.
Roberto: Entiendes un poco más cómo funcionan las cosas, la experiencia te hace ver las cosas de otra manera.
Celia: O se tienen héroes más a pie de calle…
David: Sí, exacto, quitas esa pátina de idealización y metes en el club de héroes a gente de una manera más realista. Puede ser un cliché, pero por ejemplo pienso en los sanitarios que nos han cuidado estos meses, cosas así… empiezas a dar importancia a cosas más de a pie, más sólidas y menos ideales…
Celia: O los pensionistas que llegan a fin de mes con 600 euros… A lo mejor con 15 años no piensas en eso como un héroe, pero cuando le quitas el filtro de Instagram a las cosas ves héroes de verdad.
En los dos últimos años habéis llegado a ser muy populares, habéis conquistado a un montón de público después de mucho tiempo de trabajo y de perseverancia. ¿Os habéis sentido como héroes en algún momento?
David: La sensación de decir “¡qué bien lo que estoy viviendo!”, sí. Pero no nos consideramos héroes, porque nunca lo hemos vivido como un camino de sacrificio, por eso tampoco sentimos que hayamos recibido lo que merecíamos. Todos estos años que hemos tenido el grupo los hemos disfrutado mucho, entonces no sentimos que estemos recogiendo frutos que hemos sembrado, nosotros no hemos sembrado nada, ya íbamos recogiendo desde el principio y nos hemos divertido. Que ahora podamos vivir cosas más tochas lo vemos como un regalo, pero no como algo merecido. Hemos tenido la suerte de que –además de todo lo que ya llevábamos recogido, porque siempre nos ha hecho felices tocar al nivel que fuese– ahora podemos tocar a otro nivel. Y es un regalazo más. Pero no pensamos que hayamos tenido una trayectoria heroica, lo hemos hecho porque nos daba satisfacciones ya desde el principio el ir a ensayar o tocar una canción.
Celia: Siempre lo hemos hecho por nosotros mismos. Un acto heroico siempre implica hacer algo por los demás. Nosotros disfrutamos mucho de que la gente disfrute ahora con nuestra música, pero cuando no nos conocían disfrutábamos de hacerla.
David: Es como decía el de “Toy Story”, es como lo de la policía, al final el héroe es el que sirve y protege. Y nosotros ni hemos servido ni hemos protegido a nadie. Difícil encajarnos en la categoría de héroes de nada.
Quizá durante esta conversación os ha venido a la cabeza algún héroe más en el que hasta ahora no habíais reparado. Puede que la charla os haya estimulado en ese sentido.
David: Pues mira, hoy hemos estado hablando de él, yéndonos a tu sector, los héroes que sois también muchas veces los periodistas musicales, y hemos hablado de Juan de Pablos. Sin él, el grupo no existiría. Nos dio alas. Con 15 o 16 años grabamos una demo y él la puso en la radio. Que a un tipo que sabía tanto de música y que era un maestro le gustase una demo de mierda que habíamos grabado y que dijese que estaba bien nos infló lo suficiente para seguir adelante. Dentro de la carrera de La La Love You, Juan de Pablos ha sido un héroe. Sin él es bastante probable que no existiéramos. Luego nos invitó a algunas de las fiestas de aniversario que hacía y empezamos a movernos con grupos afines al nuestro y el grupo empezó a rodar.
Roberto: Le estamos superagradecidos por apostar con nosotros cuando estábamos empezando.
Juan de Pablos es un héroe para mucha gente, tanto para músicos como para locos de la música. Y, como algunos de los héroes de que habéis hablado, siempre ha sido él mismo, con un perfil muy peculiar, apostando por aquello que le gusta de verdad y haciendo radio de autor hasta el último “Flor de pasión”.
David: Si buscamos algo en común de estos héroes de que estamos hablando, creo que todos transmiten mucho entusiasmo y mucha pasión por lo que hacen. Eso es algo que contagia. Al final veías que Kurt Cobain sentía mucho las cosas que hacía. Joey Ramone también. Y Juan de Pablos haciendo radio o escuchando la música veías que estaba disfrutando, le veías de público en un concierto y pensabas: “¡lo que le llena a este hombre la música!”. Creo que eso se contagia y creo que es bastante heroico. ∎