La icónica noria del festival.
La icónica noria del festival.

Coca-Cola

Mad Cool y Coca-Cola, un festival de experiencias

El verano de 2022 nos está permitiendo volver a pasarlo bien junto a los demás, disfrutar con los amigos y, por supuesto, está sirviendo para que los festivales de verano regresen con más fuerza que nunca. Lo estábamos esperando. Por todo ello y por mucho más, la nueva edición de Mad Cool era esperada como una de las citas más importantes de este primer verano pospandemia en Madrid. Y ha cumplido plenamente las expectativas.

La quinta edición del festival Mad Cool ha significado el triunfo de la normalidad y es ya una prueba definitiva de que juntos podemos superar cualquier adversidad. Así lo atestiguan los más de 300.000 asistentes repartidos en cinco días de música en vivo, pero también de convivencia, de diversión compartida y de experiencias vitales que quedarán grabadas de manera indeleble en la memoria emocional de todos y cada uno de los que han disfrutado en el festival más grande de Madrid.

Coca-Cola –revalidando su constante implicación con la música y la cultura– va a estar muy presente en diferentes festivales de este verano, tal como lo ha estado en Mad Cool desde sus inicios y también en 2022. Este año la marca de Atlanta ha formado parte del ecosistema del festival de manera muy visible gracias a la gigantesca escultura hinchable con la que miles de madcoolers han querido fotografiarse y a la fantástica plataforma en espiral Coke Estudio, con la que los asistentes han podido realizar vídeos en 360º. Estos vídeos, en los que el público ha podido captar toda la energía que impregna el festival, han sido una de las experiencias aledañas a los conciertos más comentadas y compartidas en redes por todas las personas que lo han vivido.

Mad Cool ha sido una cita esperada en el primer verano pospandemia.
Mad Cool ha sido una cita esperada en el primer verano pospandemia.
La jornada inaugural, miércoles 6 de julio, arrancaba a primera hora de la tarde con Seasick Steve en el Escenario 1, el más grande de los siete que ha albergado el recinto. El veterano músico de Oakland llegaba acompañado de un batería y esas particulares guitarras hechas por sí mismo. Lo suyo es el blues eléctrico, tal como demostró en un concierto que hizo olvidar el calor vespertino a quienes tuvieron la suerte de presenciarlo. Con una oferta tan amplia y variada, lo difícil fue decantarse por un concierto u otro. Muchos eligieron al grupo londinense Wolf Alice para continuar. Y a buen seguro que no salieron decepcionados, ya que la banda de la cantante y guitarrista Ellie Rowsell protagonizó un concierto en el que no faltaron ninguna de sus grandes canciones, con especial triunfo de “Bros”, una de sus composiciones más redondas. La veterana banda estadounidense de hardcore Thrice reunió a un buen puñado de fieles para hacer repaso de su ya larga discografía, prestando especial atención a su trabajo más reciente, “Horizons / East” (2021). Pura adrenalina que nos iba preparando para el plato fuerte de la noche: Metallica. Pero antes del gran momento, hubo tiempo de ver otras cosas interesantes. Por ejemplo a Placebo. Los de Brian Molko salieron a darlo todo ante el público que ya abarrotaba la explanada y nos hicieron vibrar con su glam rock atemporal, como llevan décadas haciendo. Tras ellos llegó el turno de las estrellas de la jornada, Metallica. Los monarcas del thrash metal consolidaron su reinado con un repertorio de dos horas que aún sigue vigente y sin rivales a la vista, y nos hicieron disfrutar con el sonido atronador de sus guitarras en canciones que nacieron clásicas como “Enter Sandman” o “Master Of Puppets”. Para despedir el día escogimos el concierto de Twenty One Pilots. El dúo estadounidense es una máquina de fabricar hits y esto quedó patente al ver cómo el público coreaba cada canción. Su rock personalísimo fue el punto final perfecto a la primera jornada del festival. Quedaban aún cuatro largos días por delante.

Atardecer, antesala de los platos fuertes de la noche.
Atardecer, antesala de los platos fuertes de la noche.
El jueves 7 de julio empezamos con unos clásicos del sonido indie rock de los 90 como Modest Mouse, que arrancaban puntuales a las ocho de la tarde. Se nota que el tiempo ha pasado por ellos, pero no por sus canciones: esta música sigue siendo apuesta segura para emocionarse. Hicieron un concierto intenso que disfrutamos muchísimo. Tras la descarga de los estadounidenses y una vuelta por la inconfundible noria de Mad Cool, tocaba guardar sitio para recibir a esa apisonadora musical llamada Deftones. El cantante Chino Moreno y los suyos llegaron y arrasaron, dejándonos con un gustoso pitido en los oídos que se mantuvo durante el siguiente gran concierto del día, el de los impresionantes Imagine Dragons. La camiseta negra transparente de su cantante, Dan Reynolds, causó casi tanta sensación como sus grandes éxitos, entre los que destacaron “Bones” y una preciosa “Radioactive” con Reynolds sentado al piano. Pero el plato fuerte del día lo sirvió The Killers. La gran explanada frente al escenario más grande del festival se quedó pequeña ante la expectación despertada por el grupo de Brandon Flowers. Empezaron con “The Man” y, a partir de ahí, su concierto fue una perfecta comunión entre público y grupo, en la que sonaron todas nuestras canciones favoritas. Fue una de esas actuaciones que sin duda quedarán para siempre en el recuerdo de los madcoolers.

Comunión entre público y artistas, el momento álgido del día.
Comunión entre público y artistas, el momento álgido del día.
Quienes habíamos asistido los dos días previos andábamos el viernes 8 de julio por el enorme recinto de Mad Cool como por nuestra propia casa, disfrutando de la variedad gastronómica de sus numerosos food trucks y sentándonos en cualquier parte del gigantesco suelo de césped artificial colocado para la ocasión. Nuestra selección de conciertos arrancó con Jamie Cullum, bajo un sol de justicia. Este moderno jazzman nos hizo volar con su voz portentosa y una banda de ensueño, que interpretó sus canciones jazz del siglo XXI. Nos hizo sentir como si estuviéramos en un club y estuviera tocando solo para nosotros. Una gozada. Después, The War On Drugs interpretaron su personal versión del rock clásico al estilo de Neil Young, con canciones tan redondas como “I Don’t Live Here Anymore”, que sonó grandiosa y puso las emociones a flor de piel. En el escenario contiguo Incubus reclamaron su puesto de honor en el podio del metal más cercano al funk. Por momento cercanos a Red Hot Chili Peppers, intercalaron canciones de sus álbumes más recientes con algunos de los grandes éxitos de sus primeros años, con “Wish You Were Here” y “Drive” como momentos más destacables de su actuación. Tras este concierto el público acudió en masa para no perderse la actuación de Muse, los cabezas de cartel de la jornada. La propuesta del trío británico fue tan espectacular como se esperaba. No solo por la música, sino también por su puesta en escena –con una gigantesca máscara que presidió el escenario– y por los vídeos que iban narrando una historia entre canción y canción, además de por la locura desatada cuando Matt Bellamy, su cantante y guitarrista, estampó la guitarra contra el suelo.

Momentos inolvidables para compartir en compañía.
Momentos inolvidables para compartir en compañía.
En el inicio de la jornada del sábado 9 de julio Leon Bridges colocó el listón bien alto. Ataviado con pantalón de campana, camisa californiana y gafas de sol, su portentosa voz nos dejó a todos con la boca abierta gracias a canciones de soul moderno tan emocionantes como “River” o “Texas Sun”. Nada más terminar la actuación del cantante de Atlanta hubo que correr para coger sitio frente al escenario grande, para no perderse a Pixies. El veterano cuarteto revalidó su puesto de honor entre las bandas más influyentes de la historia del indie rock, haciendo un repaso a las canciones incluidas en sus discos clásicos, justo las que el público quería escuchar. Después hubo tiempo para recorrer otros escenarios, como el dedicado principalmente a la electrónica y donde disfrutamos de una estupenda sesión del DJ australiano Flume antes de presenciar el concierto más esperado de la jornada, el de Florence + The Machine. Como una sacerdotisa ante sus fieles, Florence Welch, magnética lideresa del grupo, nos condujo en un recorrido por su ya larga trayectoria musical, que va del rock al soul con un sonido personal que no deja a nadie indiferente y que encontró en el público de Mad Cool a miles de entregados creyentes. Se mostró cercana y agradecida, afianzando su leyenda con majestuosas interpretaciones de “Free” o “Never Let Me Go”, cuyos estribillos el público coreó a pleno pulmón. Tras esta actuación escogimos la contundencia de otros ingleses, Royal Blood, como perfecto colofón al día. Y el dúo estuvo a la altura con una descarga de rock sin concesiones que supo a gloria a esa hora de la madrugada.

Fin de fiesta para despedir la edición de este año.
Fin de fiesta para despedir la edición de este año.

El domingo 10 de julio, último día del festival, todavía guardaba gratas sorpresas para añadir a nuestra memoria. El dúo chico-chica de rock garagero Blood Red Shoes tocó con el volumen siempre al máximo y estrenó nueva formación que incluye bajo y sintetizador. Además, aprovechó la actuación para presentar canciones de lo que será su próximo disco. Nuestro siguiente objetivo era ver a Sam Fender. Que el británico está destinado a ser la próxima gran estrella del rock de estadios es todo un secreto a voces, y así quedó patente en su visita al festival madrileño. Con un repertorio capaz de levantar el ánimo a cualquiera, emocionó a todo el que tuvo la suerte de presenciar su actuación. Sin duda uno de esos conciertos que recordaremos durante mucho tiempo. Después, la actuación de Nathy Peluso supuso la constatación de que la cantante argentina es una de las estrellas del momento. Y por derecho propio. La expectación era máxima y ella supo estar a la altura. Con un apabullante dominio del escenario y una presencia al alcance de muy pocos, se convirtió en dueña y señora de la última jornada en Mad Cool. El punto final en el escenario más grande de esta edición lo pusieron Natos y Waor. Los raperos madrileños lucieron actitud punk en un concierto donde el público los consolidó entre los artistas españoles más grandes del momento. Después Jack White produjo otro huracán. Respaldado por una banda de tres músicos impresionantes, supo escoger lo más destacado de su repertorio en solitario para dejar claro que en él habitan los espíritus de Led Zeppelin, Robert Johnson y Bo Diddley, y que sabe cómo actualizar el sonido de todos ellos. También acertó incluyendo las composiciones más celebradas de su carrera, con canciones de The Raconteurs, The Dead Weather y The White Stripes y con “Seven Nation Army” como broche inmejorable a su concierto y a esta fantástica edición de Mad Cool.

Coca-Cola y Mad Cool han reforzado en esta edición 2022 una relación que ha sabido combinar de manera original y única momentos musicales inolvidables con experiencias excelentes para vivir y compartir en compañía. Un paso más que refuerza el compromiso de Coca-Cola con su apoyo a la música. ∎

Compartir

Contenidos relacionados