Rayden y Sandra Delaporte.
Royal Bliss
Royal Bliss: nacidos a tiempo para reinar
La nueva campaña del premium mixer, “Nacidos para vivir”, une a Rayden y a Sandra Delaporte en un canto progressive al valor de la generación milenial como catalizador de una verdadera revolución social que nos libere y nos impulse. Porque sí, nacimos tarde para todo, pero justo a tiempo para reinventar las normas anacrónicas de anteriores generaciones y para responder a las expectativas con un contravolante.
Éramos la generación más preparada de la historia. Nacidos en la comodidad que pudieron brindarnos nuestros padres y madres, en un mundo tranquilo. No alarms and no surprises, que cantaban Radiohead, tan boomers ellos. El mundo feliz de Aldous Huxley, protegidos en lo social, con las líneas marcadas y con confortables horizontes tecnológicos que, sin embargo, rápidamente se tornaron enrevesados y alienantes. Todo cambió. La ambición ya no es conseguir un despacho en lo alto de un rascacielos y un buen traje de Armani. American Psycho es una distopía de la que huimos espantados. Ahora aspiramos a vivir con mayúsculas, como nos grita burbujeando Royal Bliss por medio de Rayden y Sandra Delaporte. Euphoria nos marcó los límites. En plena reinvención de la idea de personalidad dinamitamos el ego, y luego lo vimos sublimado hasta el extremo por la irrupción de unas redes sociales que cambiaron abruptamente todos los paradigmas y que le metieron varias marchas más a las tendencias naturales del progreso.
Pero seguimos poniendo nuestras ganas de vivir por encima de todo. Inventándonos nuevas reglas para poder hacerlo, pensando fuera de la caja y edificando ahí nuevas paredes. Reivindicándonos a nosotros y a nosotras mismas, poniendo el cuidado en primer lugar. Orgullosos de nuestras emociones, y de mostrarlas. Conscientes de que las normas tradicionales que se aplican a la familia están para romperse, de que las relaciones personales van mucho más allá, de que los vínculos trascienden la sangre y el interés y se construyen con trabajo y con honestidad. Preocupados por descubrir cada pequeña cosa, cada sutil detalle que haga de la vida algo genuino y especial. ¿Acaso no le hemos dado, en el fondo y entre todas, un nuevo sentido a lo que significa ser adulto?
Sandra Delaporte, Rayden e Inés Hernand.
Royal Bliss responde a la pregunta con su nueva campaña, “Nacidos para vivir”: los milenials llegamos “tarde” para alcanzar lo que las generaciones que nos preceden entienden por éxito, sí. Llegamos tarde a los “sueldos altos”, a los “coches caros”, al “trabajo fijo”, a “pensar en hijos” o a “tener un piso”. A “los barrios de antes” y a “comerse el mundo”. Tarde para “vivir del cuento” y “para independizarse”. Sí. Pero también tarde para “llevar corbata”, “las bromas rancias”, “calentar la silla” y “poner la otra mejilla”, tarde “a rendirse y no a rendir”, tarde “a cualquier reverencia”. “Tarde a dejar la vida para más tarde”. Son todo barras sacadas de “Nacimos tarde”, un tema de electropop progresivo en el que Rayden y Sandra Delaporte se unen para dar voz a esta campaña –presente tanto en televisión a través de un espectacular anuncio producido por Colectivo&c., &Rosàs y Tangoº como en digital, redes sociales, exteriores y a través de diferentes experiencias– con la que el premium mixer apela a la capacidad socialmente transformadora de una generación entre dos tierras, entre modos de vida que pasan demasiado rápido a golpe de clic.
Porque los milenials llegamos tarde a tener un trabajo para toda la vida, pero ¿quién aspira a eso? Somos nómadas digitales, somos los guionistas de la ficción de nuestra propia vida, somos los matices con los que mezclar Royal Bliss y girar el vaso sin que se caiga nada de liquido. Que se lo digan a la propia Sandra, que ha decidido que ahora quiere vivir en los Pirineos porque es lo que el cuerpo le pide, pero mañana ¿quién sabe?
“Nacimos tarde”.
Somos disfrutones, pero con responsabilidad, y nos hemos inventado un propio ritmo que, como Beyoncé, hace limonada con los limones más ácidos. En plena brecha, los milenials también somos más libres explorando las relaciones humanas y la sexualidad, o en nuestra aproximación a la identidad, al trabajo y a la idea de hogar, cada vez más nómada, o incluso a la de comunidad. Más respetuosos con nuestros espacios y tiempos personales, con la naturaleza que compartimos; más globales en nuestra percepción de la amistad, del mundo, de los sistemas, de las culturas… A lo mejor solo tenemos que dejar de mirar tanto hacia atrás, que las comparaciones son odiosas, y echar la vista hacia adelante con lo que tenemos, que es mucho y brillante: “No se trata de ser derrotista”, dijo Rayden en el evento de presentación que Royal Bliss organizó en la coctelería Mauz Madrid del centro de la capital el pasado 4 de julio, “sino de liderar una transición muy necesaria”. “Después de lo que no ha toca’o vivir, toca vivir a tiempo pa’ reinar”. Y siempre listos para una buena fiesta porque ya se sabe: el hedonismo es revolucionario. ∎
Vivir la vida.
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