“Un diamante transparente formado por una fuerte implosión (…), cubierta por una superficie de cristal hecha para cortar la realidad por la mitad”, reza la descripción de “Radial” (2023), álbum publicado por Raster Media y que reúne de forma oficial a Esplendor Geométrico y Atom™ bajo el pabellón de ASA, quienes fieles a la ética independiente, el volumen fuerte, la disrupción estética y los claroscuros discursivos presentan un trabajo que se encuentra lejos de cualquier norma de la industria musical.
Empecemos por el principio: tras separarse de El Aviador Dro y sus Obreros Especializados, emblemática agrupación de la movida madrileña de los ochenta, Arturo Lanz crea Esplendor Geométrico junto a Gabriel Riaza y Juan Carlos Sastre. Desde sus inicios, la banda sufrió diferentes cambios, quedando Esplendor Geométrico conformado por Lanz y Saverio Evangelista, quien se unió a la agrupación en 1990. Sus primeras publicaciones han hecho de este proyecto uno de los más descarnados, viscerales, primitivos y radicales de los últimos cuarenta años. Con una extensa discografía, formada por más de una veintena de álbumes, singles y colaboraciones con otros artistas, un directo donde los protagonistas son el ruido, la transgresión y los instintos más primarios, una energía que es imposible no traducir en el más absoluto espasmo y una ética que los ha hecho ser reconocidos por todo el mundo, lo de Esplendor Geométrico es prácticamente una religión. Parte de este culto quedó registrado en el documental “Geometría del esplendor” (José Ramón da Cruz, 2016), que permite entender la mecánica y espíritu de tan compleja banda.
Por otros lugares, igual de difíciles y extremos, con más de 300 álbumes y más de mil tracks publicados en poco más de treinta años de carrera, ha transitado Atom™ –o lo que es lo mismo, Uwe Schmidt–, uno de los músicos más prolíficos de la escena contemporánea. Definirlo es difícil; rehúye rápido los géneros. Lo suyo es el hacer, el volumen, las grandes cantidades y una narrativa construida a partir de la experimentación en los márgenes, la no convencionalidad, la opacidad y una intensidad inquietante. De nacionalidad alemana, decidió partir de su país en los noventa, mientras Berlín se convertía en meca de la electrónica. Fiel a su estilo, llegó a Chile en 1997, un país que apenas salía de la dictadura y el oscurantismo cultural, para encontrar en el sur del mundo algo diferente e inspirador. Glitch, electrolatino o electro góspel son algunos de los estilos que los medios le han atribuido como creador. Pero Schmidt huye de las clasificaciones. Las capas o metacapas que componen su trabajo son complejas, elaboran dispositivos que probablemente no tendrán sentido hoy, pero sí mañana. Esa es su fórmula y ese es su sino. No obstante, nada de esto parece importarle. Solo este año ha sacado una decena de discos, colaboraciones y experimentos varios porque, como dijimos, su trabajo no admite descansos.
“Al principio de la década de 2000 me comencé a cruzar con Esplendor Geométrico en varios festivales, principalmente compartiendo ‘backstage’ y viajes. Fue una relación muy circunstancial, que surgió de forma espontánea. Estos encuentros derivaron en algunas colaboraciones y ‘remixes’ que hice para ellos, pero fueron contactos más bien aislados. Años después, creo que en 2019, me enviaron un mensaje contándome que tocarían en Chile. Me preguntaron si me interesaba hacer el sonido de ese show. Me pareció una buena idea y, desde ese momento, comenzamos a tener una conversación cada vez más fluida, hasta que decidimos hacer algo juntos. No es una colaboración como tal, es mucho más que eso. Pero no sé si lo que hemos hecho fue crear un grupo, no es la definición que daría porque ¿qué significa eso? Creo que eso resuena más a algo que harían The Beatles o The Rolling Stones, pero claro que esto es más que algo aislado. De hecho ya estamos trabajando en más música, pero no sé si llamarlo grupo. Creo que ASA es la forma que los tres hemos encontrado para influenciarnos creativamente. En mi caso, siento que Esplendor tiene otra manera de hacer música, muy diferente a la mía, tanto técnica y compositiva como creativamente; eso me interesó, quise enchufarme en un mundo que tiene un acercamiento completamente distinto al mío. Lo que hacen viene de un ‘input’ más espontáneo y muy desde la idea primigenia; eso me llevó a darle otra vuelta a los ‘tracks’, a entender la energía que había en ellos, sus búsquedas y ver cómo transformar el lo-fi en algo más hi-fi, manteniendo la energía cruda, agresividad y suciedad, pero dándole una superficie más contemporánea”, cuenta Schmidt.
“Radial”, de alguna forma, exuda esta forma de entender la música. No hay concesión con nada más que llevar al límite el sonido. Lo que quizá es una metáfora que nos permite también pensar en dirigir hacia esas fronteras la propia vida. El álbum es el reflejo de tres creativos que no ven la música como un fin en sí mismo, sino como un medio para canalizar las inquietudes propias de estos tiempos; tiempos rápidos y homogeneizados, donde el riesgo ha desaparecido dentro del vocabulario musical. “La colaboración nace de una amistad, una afinidad en gustos, en lo que hacíamos, y en un respeto profundo por el trabajo del otro. Si bien somos dos entidades, el resultado es mucho más que dos; somos Arturo, Uwe y yo, una diferencia que hace que el álbum sea también distinto, porque suena a Esplendor, pero también es un Esplendor más abstracto, distópico y al mismo tiempo energético y pulcro. No nos hemos forzado a ir en ninguna dirección, estamos expuestos de forma cruda y natural. Lo que cada uno aportó se encuentra ahí, pero también hay una suma de otros elementos que resultan del cruce entre estas energías”, cuenta Saverio Evangelista.
Un homenaje al peligro, a la fuerza y a la temeridad podría ser un buen resumen de este álbum. Porque si existe algo que resalta en la música de quienes componen ASA es precisamente no permitir ningún tipo de complacencia. El sonido, tanto para Esplendor Geométrico como para Atom™, cuestiona y desestabiliza; es una suerte de actitud, una postura contra el mundo, contra la industria e incluso contra sí mismos: “La música debe confrontar, no puede ceder sino empujar, conducir hacia el límite; debe poner al oyente en una situación de definición, de elegir si está o no dentro; debe romper ese muro del confort, expulsar hacia zonas desconocidas, que vayan más allá del puro gusto. Creo que ‘Radial’ no busca condescender ni ser pasivo; es un disco que quiere interpelar, enfrentarse y hacerlo poniendo todo el cuerpo al frente”, reflexiona Atom™.
Desde “We Need A Medic”, primer tema del álbum, la radicalidad se presenta y devasta todo lo que aparezca frente a ella. Es todo o nada. On u off. Adentro o afuera. La brutalidad es protagonista y la repetición es la plegaria que magulla el oído de quien escucha. “Comienza arriba inmediatamente, de alguna manera eso es lo que tiene este trabajo. Y lo tiene porque es lo que entrega Esplendor Geométrico, y eso es también lo que valoro: su energía y esa insana idea de corromper todo, con una actitud de ‘si te gusta, bien; y si no, bien también’. A veces la música no tiene entrelíneas. Ha de ser un golpe directo al mentón”, reflexiona Atom™.
Creado a distancia entre envíos digitales que confluyeron en los ordenadores de Atom™, con base en Santiago de Chile, de Saverio Evangelista en Roma y de Arturo Lanz en Islamabad, el trabajo fue una suma de intensidades guiadas por la admiración a la música de cada uno. “Creo que lo de Esplendor se ha traducido en persistir en un mismo sonido durante décadas, pero a esa uniformidad de nuestra propuesta ahora se suma el trabajo de Uwe, que, al contrario de nosotros, cambia permanentemente. Es muy difícil clasificar lo que hace, mientras que es muy clara nuestra posición; estos dos lugares, al unirse, obtienen un resultado bastante particular, el cual es completamente fiel a nuestra trayectoria y, al mismo tiempo, fiel a la idea de experimentación, creando algo que no es ni techno ni industrial y que escapa de la fácil etiqueta. En este álbum se encuentran dos posiciones que no buscan clasificación, fórmulas ni éxito. Y si esas cosas significan ir en contra del mercado, pues entonces este álbum va en contra de eso”, reflexiona Saverio.
Prácticamente sin referentes históricos, los sonidos que emergen de este disco nos permiten desentrañar las búsquedas que, durante décadas, han conformado los discursos estéticos e incluso políticos de Esplendor Geométrico y Atom™. Cuando nos preguntamos a dónde fue la permanente búsqueda por romper los límites, este trabajo nos conduce a indagar en esta tríada de mentes perversamente creativas. “Es una cosa natural. La unión entre nosotros ha salido bien porque hemos respetado lo que cada cual ha aportado al proyecto. Tanto Atom™ como nosotros estamos muy presentes, desde nuestra energía hasta la técnica y potencia de Uwe. La energía de Esplendor siempre ha tenido una idea brutal y primitiva del sonido, pero con ASA el producto final es de una calidad que no había tenido en otros trabajos”, asegura Saverio.
El tiempo solo parece rejuvenecer sus mentes. Sin embargo, lo que prevalece en sus discursos es una sola cosa: recordar que el sonido es un dispositivo que busca ser crítico con el sistema, sus mecanismos, lógicas subyacentes, homogenización y, más profundamente, con nuestras formas de pensar y entender el mundo: “Es un disco que no es fácil. La verdad es que hago eso de forma consciente. No me interesa, o cada vez me interesa menos, ser predecible”, reflexiona Arturo. Para Atom™ las cosas no parecen ser muy distintas: “Me gusta esa falta de amabilidad. Creo que es algo que no existe mucho. La música busca ser complaciente. Hay demasiada autoconsciencia de quién se es y a dónde se quiere pertenecer. Creo que ambas cosas ni en Esplendor ni en mí ocurren; para nosotros todo tiene que ser genuino y visceral”. A lo que Saverio agrega: “Es el reflejo de ser independiente. Me refiero a que esto significa poder hacer lo que más nos gusta, sin mediar con nada ni nadie”.
“Allí donde otros proponen obras, / yo no pretendo otra cosa que mostrar mi espíritu. / La vida consiste en arder en preguntas. / No concibo la obra como separada de la vida. (...) / Yo quisiera hacer un libro que trastorne a los hombres, que sea como una puerta abierta / y que los conduzca donde ellos / no habrían jamás consentido llegar, simplemente una puerta enfrentada a la realidad”, escribió Antonin Artaud. Y “Radial” parece ser un ejemplo de esta idea; un álbum que busca la redención del oyente, abrir sus ojos para que observe el exterminio de la humanidad y el acontecimiento de la catástrofe. ∎