“No creo en el amor” (octubre 2022) fue su primera canción, pero es el tema más recurrente de su música y, aunque hablan de tango y bulerías, son ajenos a cualquier corriente latina. Pese a las aparentes contradicciones, el progresivo despegue de Cometa tiene una línea coherente. Jimmy Triñón (voz), Gonzalo Costales (guitarra), Pablo Lago (bajo) y Daniel Álvarez (batería) son cuatro músicos en la segunda parte de la veintena afincados en Madrid, apadrinados por el sello Mont Ventoux de nuestro compañero Nacho Ruiz e inmersos en un particular microcosmos en el que prevalece el buen ánimo sin dejar de lado una cuidada cubierta instrumental de amplio recorrido y que siempre mira al retrovisor.
Con su particular reinterpretación de otra época, el cuarteto tiende a convertirse en una versión ibérica de los estadounidenses The Lemon Twigs, aunque el punto de origen hay que situarlo en el Reino Unido de Elton John o David Bowie. Iniciaron su andadura abrazados a la década de los setenta. Su tema de debut abría con unos teclados que acababan difuminados en riffs de guitarras distorsionadas, baterías aceleradas y coros omnipresentes que también transitarán más tarde por el soul. Lo presentaron junto a un vídeo casero que, al igual que su música, está bien elaborado e impregnado de humor. Con los avances en la producción de “Bulería espacial” (diciembre 2022), una canción en la que lo único que evoca al flamenco es el título y el nombre de Camarón, se antojaron como una actualización del sonido patrio del siglo pasado, cómodos viviendo en la era pop, que dirían Los Flechazos.
“Como un gorrión” (febrero 2023) fue el pasado año el punto de inflexión que dio una versión más grandilocuente de la formación, con Queen como principal referente. Mayor trascendencia de las teclas, coros amplificados y solos épicos de guitarra en los que Cometa parecía haber encontrado unas señas de identidad que no iban a ser definitivas. No es de extrañar que este tema ya hiciese referencia al nombre de la banda y que las historias pasaran a estar compuestas por la primera persona como parte de su evolución.
Su primer EP, “Sírvase usted mismo” (Mont Ventoux, abril 2023), contenía, además de las anteriores, la teatral “El show de Cometa”, una reivindicación y un billete a introducirse en una propuesta que no perdía el carácter desenfadado. Entre las novedades también está el medio tiempo “Lejos de aquí”, donde vuelven a zambullirse en los desengaños amorosos y en el que es obligado detenerse en los detalles dibujados por las baquetas.
Había material e inspiración para saber hacia dónde podría dirigirse el primer largo de la banda, pero con “Invítame a bailar” (julio 2023), su sencillo más reciente, parecen estar jugando al despiste. Producida por Guille Mostaza (cincuenta por ciento de Ellos y de Mostaza Gálvez, además de músico de directo con larga experiencia), por momentos remite al “Girls Just Want To Have Fun” de Cyndi Lauper, aunque el protagonismo para materializar un pop bailón lo tienen las guitarras limpias junto a unas segundas voces en esta ocasión más montaraces. Una nueva versión del cuarteto que amplía las posibilidades y el interés en lo que esté por venir.
Con Jimmy, un músico de formación clásica, como arquitecto principal de las canciones de Cometa, el cuarteto puede presumir de un ecléctico abanico estilístico que han sabido aglutinar dándole una personalidad propia. Si en nuestro territorio hay bandas –de Mujeres a Carolina Durante, pasando por Guadalupe Plata– que huyen de los sonidos de vanguardia y optan por una revisión particular de épocas pretéritas, son pocas las que se detienen en el mismo tiempo que esta formación. Con su espontaneidad evitan lo ampuloso y los excesos, algunos de los defectos del momento del que beben. En marzo habrá un nuevo adelanto que no será el último antes de su LP de debut, cuyo lanzamiento está previsto para septiembre. Como ellos proponen en una de sus canciones, si no tienen nada mejor que hacer, vayan a ver el show de Cometa. No se aburrirán. ∎