
Fue el libro de poemas del mismo nombre, escrito por Scott-Heron, lo que animó a Bob Thiele a producir y publicar este estreno de spoken word para el de Chicago (también su afición a grabar a activistas, Angela Davies incluida). Gil toca algo de piano y guitarra, pero la instrumentación fundamental la aportan dos congueros.“The Revolution Will Not Be Televised” y “Whitey On TheMoon” no prescriben.

Scott-Heron había conocido a Brian Jackson en la Universidad de Lincoln. El pianista ya compone con él más de la mitad de un disco en el que Gil, al margen de su influyente estilo protorap (nueva versión de “The Revolution Will Not Be Televised”), se suelta a cantar lleno de soul. El pedigrí de jazz lo ponen Ron Carter (bajo), Bernard Purdie (batería) y Hubert Laws (flauta, saxo). También la maravillosa “Lady Day And John Coltrane”.

Pese a los problemas de distribución de un sello fugaz para ellos, su primer disco firmado como dúo no pasó desapercibido. Especialmente por su single,“The Bottle”, descarnada descripción del alcoholismo. Reflexiones de Gil sobre la cultura afroamericana y un sonido de raíz en el jazz y no lejos a veces del afrobeat. Cruda autoproducción, comparada con su cuidadosa y fructífera etapa en Arista (1975-1982).

Brian Jackson se había marchado en 1978. Y los discos de los primeros ochenta supuraron dardos contra Reagan (como antes contra Nixon) e irregularidad. “Spirits” supuso también un regreso (breve) para Gil: llevaba doce años sin grabar, batallando contra la adicción. Un trabajo notable, en el que adapta y amplía con otro título (“The Other Side”) su clásico sobre la droga “Home Is Where The Hatred Is”. ∎