Libre y a su aire. Foto: Barry Feinstein
Libre y a su aire. Foto: Barry Feinstein

Artículo

Janis Joplin se liberó y empoderó antes que tú

Hace medio siglo (el 11 de enero de 1971) que se publicó el disco “Pearl” de Janis Joplin. Una sobredosis se la había llevado el 4 de octubre de 1970. Antes de que palabras como “empoderada” se normalizasen, mucho antes, y sin pose alguna, Janis ya pateó esa puerta. Ella sola. R.E.S.P.E.C.T. y memoria.

Metáforas: Janis Lyn Joplin era una cantante de blues primitiva regresada al futuro, era un transplante de ritualista chamánica uraloaltaica, era alguien que podía cantar cualquier canción que supiera un camionero, era Bessie Smith y era Otis Redding y los admiraba como a nadie pero no era ninguno de los dos, era tan feminista como lo había sido la sufraguista Declaración de Sentimientos de Seneca Falls pero le gustaban los hombres más que a Freddie Mercury (y las mujeres tanto como a Leonard Cohen), era sexual hasta las uñas de los pies, era, decían, fea y guapa, era, decían guapa y fea, era una llamada a la acción. Era y fue simpar.

Janis Joplin (quitamos el Lyn) nació en la texana localidad de Port Arthur en 1943, en el seno de una familia devota de la Iglesia de Cristo. Recordemos que hasta 2003 (gracias al caso “Lawrence contra Texas”) no se derogó la ley de sodomía en el estado de la estrella solitaria. Y que uno de sus efectos fue la anulación de todas las leyes similares existentes en Estados Unidos, donde muchos estados aún penalizaban las prácticas homosexuales consentidas realizadas en privado. Otro de sus efectos fue la derogación de las leyes que penalizaban la sodomía en las relaciones heterosexuales. En la avanzada California todo eso no se había derogado hasta 1976. Ese era el panorama anteayer. Que no se nos olvide.

No hay que tomarse como un juego de niños, pues, aquella imaginería atea e impía con que la vulnerable Janis liberaba a la mujer de la época del pintalabios y la faja para lanzarla a un mundo de color sin sujetador, liberándose ella también así de una infancia y adolescencia de inseguridades, de represión. Como si ya supiera desde el principio que la revolución sexual de los años sesenta iba a pasar por las tensiones entre la vida pública y la privada de los jóvenes. “Ella se atreve a ser diferente”, rezaba un titular de julio de 1962 en el periódico universitario ‘The Daily Texan’, encabezando un artículo sobre Janis que decía que “va descalza cuando se siente como ella misma y lleva Levi’s a clase porque son más cómodos”

Ella se atrevió a ser diferente.
Ella se atrevió a ser diferente.
Rastros de acné y voz (impactante) de gravilla, la botella de Southern Comfort, melena salvaje y combinaciones sueltas de ropa y abalorios contra el canon conservador, el patito feo de su escuela vestido, complejos fuera, ya como una princesa sin miedo que baila como bebe y bebe como baila, que atrevida reclama para la mujer el centro y el cetro, también los sexuales, ¡sobre todo esos! (“en el escenario hago el amor a veinticinco mil personas”, “cantar en directo es como tener un orgasmo”), donde defiende el derecho a (disfrutar de y a dudar de si) ser cazadora y/o cazada, perseguidora y/o perseguida, gato y/o ratón, sin distinciones de género ni de rol (hay que ver ese vídeo de ella y Tom Jones interpretando “Raise Your Hand” en un plató en 1969: comiéndose al tigre), un soul train blanco y bisexual descarrilando sentimientos de soledad torturada sobre los raíles negros que acababa de colocar Etta James, pero llevándose el blues hacia formas psicodélicas, al límite entre lo racional y lo irracional, lo aceptado y lo prohibido, con conciertos que son combates de boxeo contra el rechazo y por la aceptación, que son un compromiso con su verdad: la de cantar sobre el dolor y la dignidad de perseguir ser mujer no objeto, aun a riesgo de caer en el fuera de control...

Janis y Tom Jones interpretando “Raise Your Hand” en 1969: comiéndose al tigre.
Y sin embargo, a pesar de todos esos logros y de muchos más que podrían citarse, no leo demasiado su nombre en las entrevistas y artículos ofrecidos por empoderadas y liberadas de hoy día, lo sean o solo así se autodenominen. Janis casi no aparece. Épica menor, casi como si no hubiera existido. Rosalía sí la ha citado como referente (también a Lola Flores y a Patti Smith). A ver si el 50º aniversario de “Pearl” consigue darle la vuelta a esta tortilla. A esta perla. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados