KHEA: meditación, alucinógenos y terapia holística

Después de seis años enfocado en el rap, el trap y el reguetón, Ivo Alfredo Thomas Serue, KHEA, se alejó del foco público para dedicarse a componer un disco más introspectivo. “SEROTONINA” (Young Flex-Interscope-Universal, 2023) es fruto de los episodios depresivos con que tuvo que lidiar: meses de oscuridad, terapia y medicación, lejos de las redes sociales y la industria musical.

En el álbum habla sobre su proceso no desde la lástima, sino desde un enfoque casi teológico, planteando que lo que le ha tocado vivir era inevitable por ser el plan que el “destino” (o una entidad similar) tenía para él. Entendiendo todos los acontecimientos de su vida como inevitables, no le queda más remedio que aprender de ellos, analizándolos como “un despertar” o un mal puntual para un bien mayor.

Durante su depresión, descubrió la terapia holística, la meditación, el yoga, la medicina natural, la búsqueda del inconsciente y, en general, algunos elementos que le hicieron plantearse si el modus operandi de una sociedad basada en el trabajo asalariado es el correcto. Así, su álbum se convierte en un seudodogma a través del cual predica un despertar o una forma de vida más naturalista.

¿Cuál es la oscuridad de la que habla “SEROTONINA”?

Se podría decir que fue la primera vez en mi vida que toqué fondo, que realmente no encontraba un norte y me había dejado de gustar lo que hacía. Cuando el personaje, por así decirlo, que yo fui creando tanto a nivel musical como en otros sentidos me dejó de interesar, de gustar. Vino la depresión, eso decantó mi música y decidí alejarme un poquito.

Y este personaje que no te gustaba, ¿lo has rehecho con el paso del tiempo?

Obvio. Sentía una disociación fuerte. Solamente quería cambiar creencias mías, conceptos, cosas que te van enseñando de chico que no son así y, bueno, para eso tienes que parar. Tienes que hacer introspección y decir: “Bueno, ¿qué? ¿Por dónde empiezo?”.

¿Por dónde empezaste?

Muchos pensamientos malos sobre mí. Era muy egoísta conmigo mismo en un montón de aspectos. No me cuidaba, no me daba amor, ni nada. Y eso en algún momento explota.

¿Sientes que el disco te ayudó a entenderte mejor?

El disco me ayudó a volver a conectar con la música, buscar inspiración y, sí, fue como un reencuentro conmigo mismo.

¿Piensas que todos estos problemas psicológicos te hubiesen pasado si no estuvieses bajo el foco mediático y musical?

Yo creo que es muy difícil. Justo en una entrevista en Argentina hace poco lo decía. Yo creo que lo que me pasó a mí es algo a lo que mucha gente llama “despertar espiritual”. Te empiezas a dar cuenta de un montón de cosas del sistema, empiezas a ver la vida desde otro lado y empiezas a ser feliz por otras cosas que no tienen nada que ver con lo material y con el consumismo. Le das amor y significado a otras cosas que valen mucho más aunque dicen que valen menos, pero yo creo que no.

¿Qué cosas cambiarías tú, por ejemplo, desde dentro del sistema?

La educación. No nos enseñan realmente cómo se tiene que vivir y cómo hacer frente a las cosas que se tienen que afrontar. Te enseñan más que nada a ser un esclavo, a trabajar, a cumplir horarios. Sería eso, básicamente. Y te llenan la cabeza con información que está bueno saberla pero que no te sirve de nada al final del día. En cuanto a lo musical, es que tampoco me gusta juzgar mucho, la verdad, porque lo acepto y tengo mis propias creencias.

Una de las de las mayores críticas al sistema es que no puedes escapar de él. O sea, trabajar es una mierda, pero si no trabajas te mueres en la calle.

Lamentablemente, la plata es una herramienta que vas a necesitar siempre. Yo creo que la plata realmente es una energía y es un estado mental. Todo lo bueno que te puede pasar, y todo lo malo, lo puedes atraer. Es difícil, sé que suena loco, pero yo soy fiel creyente de eso. Yo vengo de ser pobre, realmente pobre, pero tampoco por ser pobre me tiraba para abajo, sino que eso me daba fuerza para salir adelante. También hoy en día en mi posición he podido generar esta herramienta. Ahora, si una persona no llega a fin de mes o llega muy ajustada es muy difícil que se ponga a pensar en todo esto. Yo me tuve que poner a pensar en respirar el aire, el pasto, la luna, el sol. Agradecido por estar acá. Pero es muy difícil porque el sistema te aprieta. Esa tendría que ser la creencia del ser humano, fuera del sistema. Sueño con un mundo donde vaya por ese lado. El dinero no te lo llevas a la tumba. Lo único que sabemos es que nos vamos a morir. Suena feo... pero es así. ¿Te da miedo la muerte?

A mí un poco. ¿Y a ti?

De pequeño me daba mucho miedo. Hoy entendí que es el ciclo, todo nace y todo muere. Lo más duro que tienes cuando vienes a este mundo es que te vas a morir. Y lo malo es que el sistema es ir en contra de la naturaleza, porque es algo que ni siquiera entiendes y nunca lo vas a comprender. O sea, el humano busca inventar un órgano, un nuevo corazón, un trasplante…. Ya está. Acepta el ciclo de la vida. Es difícil decirlo así.

A todo el mundo le gustaría morirse de viejo si se pudiese elegir.

Tendría que ser así, pero ¿y si la vida no lo quiere? Si el destino no lo quiere…

¿Crees en el destino, que hay un plan para cada uno de nosotros?

¿Un plan? Sí, 100% para mí. Hay que buscar ese plan y entenderlo.

Después de todos estos episodios que sufriste, imagino que fuiste a terapia.

Holística.

¿Cómo es la terapia holística?

Se enfoca mucho más en el ser, no solo en la mente, sino en la espiritualidad sobre la mente. Se trata de fe, hablamos mucho de vidas pasadas, de infancia, de patrones de tu papá y tu mamá. La terapia convencional es más lo que está pasando ahora, ¿y cómo lo resuelves? Llamando a un psiquiatra. La holística es más meditación, microdosis de hongos y una cuestión mucho más espiritual.

¿Es legal que te receten hongos alucinógenos?

Sí, hay muchos estudios que se están comprobando. También estaba ensayando con LSD. Son microdosis, ni siquiera hacen efecto. Tenemos vías mentales que cumplen con patrones: la mente es como una computadora. Le vas cargando microchips y la mente no funciona si no es correcta. Nosotros debemos tener el poder de decisión, porque tenemos emociones, pero la mente se maneja por patrones. Lo que hacen estas microdosis en vos es abrir esos patrones, también los ejercicios de meditación. Yo, por ejemplo, hago un mes de microdosis para cambiar mi ansiedad. Respiro, me hablo, quiero cambiar mi ansiedad, me tomo la microdosis y, a medida que vas tomando, la mente se calma.

Digamos entonces que no estás muy a favor de la psicología cognitivo-conductual o de la psiquiatría.

Hice terapia convencional seis meses y puede parecer muy monótono, era todo el tiempo preguntar lo mismo y no me ayudaba. Era un chabón, el psicólogo, y no me llevaba más allá. Y como no lo podía llevar más allá y yo no podía resolver, me dijo: “Al psiquiatra”. Y un psiquiatra que no era ni psiquiatra me dio pastillas. Eso te mantiene dormido y es una mentira porque piensas que todo está bien, pero en realidad solo estás posponiendo…

¿Tu objetivo es, algún día, no necesitar estas microdosis?

Yo creo que no está mal y todo el tiempo aprendés en un plano espiritual al que yo quiero llegar, que se puede llegar también a través de la meditación. Me gustaría saber a través de la meditación, pero es muy difícil. Lo he intentado, pero todavía no puedo llegar a mi inconsciente y es muy difícil: esto es como una pequeña ayuda. Mi hermano sí llega. Por ejemplo, siente como que se va, como que le da miedo porque es como dejar de sentir el cuerpo.

Toda esta información, ¿has intentado incluirla en tu nuevo disco?

Con este disco busco cómo transmitir el mensaje que por ahí no es tan común, hablo de la salud mental, de la oscuridad de uno mismo y de no poder salir de ella cuando estamos en una época donde es todo fiesta y reguetón. Así solo ignoras todo lo que te pasa, sales de fiesta y no trabajas en vos. Sí, busco generar una comunidad donde la gente realmente salga de fiesta, pero después vuelva a su casa y no se ignore. Busco que con este disco haya una conciencia. Y me encanta también la fiesta, pero con un equilibrio, sí…

¿La sociedad abusa del alcoholismo y el tabaquismo, entre otras drogas?

Sí, creo que el alcohol es legal pero también es una droga, igual que la cocaína. Hay gente a la que pone violenta, el cigarro te mata, el clonazepam te miente, así que hacen negocio con todo. En algún punto es una distracción para la gente que quiere escaparse de los problemas. El tema es lo que te dije antes, que hubiese una educación que te ayudase a trabajar en tus problemas emocionales y a entender lo que te pasa. Y sería un mundo muy distinto.

Desde un punto de vista ya no solo individual, sino de comunidad, ¿sientes que toda esta serie de drogas al final también afectan a que el poder se mantenga donde está?

No sé si vos consumís algo, pero todo es malo siendo un adicto, hasta ir al gimnasio. Es malo darle tanta entidad a algo que te saque de tus cabales, incluso comer en exceso es malo. Generar una adicción a algo es malo, como lo es la adicción a una persona. Creo que si sabes usarlo y generas herramientas con eso está bien. Yo puedo ir al estudio, tomarme algo y hacer canciones hermosas, pero al otro día o durante un año no consumo nada. Yo no estoy en contra de eso, claro. Conozco muchos amigos adictos, familiares, la adicción te saca la personalidad…

Spread LOF te ha ayudado a hacer parte del disco. ¿Las letras también?

Claro. Yo escribo igual, siempre escribí, pero me pasó que al cambiar tanto mi forma de escribir no encontraba el cómo. Yo venía de frontear, del trap, del reguetón, de música más comercial, pero con este disco quería hablar más profundamente de otro concepto. ¿Por dónde empiezo? Y él me ayudó mucho a generar esta nueva búsqueda y ajustar mucho mis ideas.

Vienes de círculos donde la autenticidad es una cosa que se valora especialmente. Por tu parte o por parte de tu audiencia, ¿sentiste que te traicionabas a ti mismo al no escribir tú solo?

Antes juzgaba mucho eso. La verdad que me gustó la experiencia porque dejé de juzgar. Yo sé que puedo escribir profesionalmente, pero le puedo dar algo mejor a mi gente con otra persona que también esté trabajando. Al final del día no voy a poner nada que yo no quiera, ¿sabes? Así que no es que a mí me traigan una canción hecha, yo escribo y él me da ideas.

Has venido a España para “La velada” de Ibai Llanos. ¿Cómo se siente el hecho de que ahora mismo los artistas tengan que estar presentes en redes sociales o en este tipo de eventos para generar audiencia?

Creo que está bueno. No me gusta cuando hay puterío. Nosotros somos músicos. Nuestro deber es darle arte a la gente. Que la gente nos escuche, le guste lo que hacemos o no. Por las redes hay más entretenimiento de por medio, y además una admiración también por el personaje, la persona. Me gusta en cierto aspecto porque te acerca más y te puede mostrar más humano. No me gusta cuando le da toxicidad, cuando se tiran beef entre otros. Así que cuando la gente habla de vos es un arma de doble filo. No sé, a veces me gusta y a veces no.

¿Te buscas a ti mismo en internet?

Cuando publico una canción pongo mi nombre en Twitter. Pero lo manejo como perfil bajo, no me gusta ostentar, lo muestro muy tranquilo, trato de dar consejos. Les hablo mucho promocionando, desde un lugar bien humano.

¿Alguna vez has estado en un evento como el de “La velada”, por ejemplo, y te has sentido fuera de lugar?

Sí, justo eso me ha pasado así. Ahora ya no. Por suerte me siento mejor. Me pasaba como que no estaba ahí. Estaba ido: “Vienen todos a hacer lobby. ¿Dónde está lo real? ¿Hay algo real acá o no? O es real y yo me estoy confundiendo o estoy juzgando por demás la situación...”. Hoy no juzgo y trato de manejarme solo. Así es el mundo. Tengo mis creencias aparte.

¿Cuáles son esas creencias?

Ser yo mismo, no juzgar. Creo que todo el ser humano juzga. Manejarme con amor siempre, y ser simple. ∎