“Asi hacemos sus canciones favoritas 💔 Sufridoo 🗣”. <a href="https://www.instagram.com/p/Cws58UoOzhE/?utm_source=ig_web_copy_link&igshid=MzRlODBiNWFlZA=" target="_blank"> Vía Instagram </a>
“Asi hacemos sus canciones favoritas 💔 Sufridoo 🗣”. Vía Instagram

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Los Sufridos: la ley de la calle

En menos de tres meses, y con solo cinco canciones, la música de Los Sufridos, un misterioso grupo surgido de la República Dominicana, ha irrumpido como una bocanada de aire fresco en el abigarrado universo de la música urbana latinoamericana con su mezcla de bachata, champeta, cumbia y trap.

Quizá no con la fuerza de otros países como Argentina, México, Colombia o Cuba, pero lo cierto es que la música de ese pequeño país que es la República Dominicana –comparte isla en el Caribe con Haití y su extensión es la décima parte de la de España– ha dado al mundo valiosas aportaciones que, en el pasado, han sido fundamentalmente masculinas gracias al peso de figuras como Wilfrido Vargas o el ya fallecido Johnny Ventura en el terreno del merengue, y como Juan Luis Guerra y Romeo Santos –neoyorquino de raíces dominicanas– en el campo de la bachata, estilo que después ha dado origen al bachatón, un efectivo combinado de bachata y reguetón. Pero en los últimos tiempos, como en tantos otros lugares, son las mujeres quienes han descollado en el panorama musical dominicano: desde la heterodoxa extravagancia de Rita Indiana hasta el electro-merengue combinado con reguetón queer del trío femenino Mula, pasando por el evocador pop electrónico de Nikóla o, por supuesto, la exuberante escena del reguetón y los sonidos urbanos, que cuenta con estrellas como Natti Natasha, Lennis Rodríguez o la gran Tokischa, a la que se rifan las celebridades del género.

“Deli”.

Para contrarrestar este indiscutible predominio femenino, Los Sufridos han conseguido equilibrar en parte la balanza al lanzar en menos de tres meses cinco magníficos temas con sus respectivos videoclips que rezuman una frescura y una originalidad realmente sorprendentes. Pero muy poco se sabe sobre quién o quiénes hay detrás del nombre de Los Sufridos. A veces se tiene la sensación de estar ante un proyecto fantasma o ante la aventura de un productor a lo Bizarrap. Y a veces también puede parecer un equivalente dominicano de las crews de nuevo cuño como Chill Mafia. Lo que nadie puede dudar es que estamos ante un derroche de talento musical y ante algo que viene a aportar aires de renovación al género urbano. Y lo que es seguro, al menos, es que detrás del apartado visual y conceptual de Los Sufridos se encuentra Daniel D’Meza, cineasta y fotógrafo dominicano al que se puede rastrear su trayectoria a través de Internet. Sus vídeos, llenos de espíritu callejero, constituyen una parte importante del conjunto del proyecto, al que dota de un empaque tan coherente como brillante.

“Coco Boy”.
Otra cosa que también es fácil deducir a través de la escucha y la visión de sus vídeos es que para el proyecto se ha contado con una gran cantidad de artistas de la escena urbana y trapera del país, como Kiko el Crazy, T.Y.S, El Perrote, El Tiri o el andrógino Onguito Wa, de cuyos problemas con la justicia se han hecho eco los medios dominicanos. Pero, en muchos casos, su participación en la música de Los Sufridos se produce más como actores de los vídeos que como cantantes o MCs. Y ya hablando en términos estrictamente musicales, los cinco temas que han dado a conocer hasta ahora, todos ellos de 2023, tienen como denominador común un sonido muy relajado, distendido y cool. Si hubiera que desmenuzar sus ingredientes, como cuando se habla de recetas culinarias, habría que decir que fundamentalmente son el trap, la champeta, la cumbia y, sobre todo, la bachata. Todo ello combinado de forma que no se notan las costuras, sino que posee una insólita unidad conceptual.

“No lo vi a ninguno”.
Por orden cronológico, el primer tema que han lanzado este año Los Sufridos ha sido “Deli”, que cuenta con una línea de bajo que puede evocar tanto el “Masterpiece” de los Temptations como el fantástico e influyente “Murder She Wrote” de Chaka Demus & Pliers. Es el hilo conductor de un tema que en sus detalles lo-fi puede recordar a la cumbia lisérgica y raruna de los Meridian Brothers, pero que también tiene gotas de trap latino y ecos de champeta, género musical colombiano muy ligado a sus raíces africanas y, más particularmente, al soukous congoleño. En cuanto al texto del tema, al igual que en sus dos siguientes canciones, habla de la ley de la calle, de esos delincuentes juveniles que se apartan del buen camino y a quienes en su familia creen unos ángeles. Es la misma temática que se aprecia en su segundo tema, “Coco Boy”, un trap de puro sabor latino en el que se pueden escuchar las siguientes estrofas: Y la doña no quiere que le maten su muchachito / Un demonio, pero para ella ese es su angelito”. De nuevo la influencia de las malas compañías vuelve a aparecer en el tercer tema de Los Sufridos, “No lo vi a ninguno”, una excelsa combinación de trap, champeta y bachata.

“Apretaíto”.
Sin embargo, en los dos últimos temas que se han dado a conocer del proyecto late un indisimulado hedonismo que contrasta con el tono más callejero de crónica social de sus tres piezas anteriores. “Apretaíto” es lo que podríamos llamar una ba-cha-cha-cha-ta –o sea, una mezcla de bachata y chachachá– de altísimo voltaje sexual. Basten algunas de las estrofas de su explícita letra reguetonera para poderlo comprobar: “Nadie me saca esa leche como tú la has sacao”. O bien: “Ese toto apretaíto / Y que siempre huele rico / De ese culo estoy adicto / Y yo siempre te la aplico”. Ejem, esperemos que a nadie le dé por aplicarles la política de la cancelación.

“Peluche”.
Por último, su más reciente tema, el enorme “Peluche”, es quizá su obra maestra hasta la fecha, si es que se puede hablar de obra maestra tras solamente cinco temas (¡temazos!) publicados. Esta vitalista oda al orgullo latino de sábado noche cuenta con una adictiva línea de bajo muy groovy con pulsión funk, nuevos guiños a la champeta y la cumbia y unos ecos lejanos del Harlem hispano, que parecen revivir el espíritu de la Fania de los setenta. Algo así como una versión actualizada del bugalú. Un tema que confirma la gratificante sorpresa que constituye la aparición de Los Sufridos en el panorama musical. Una gozosa y relajada reivindicación del puro disfrute de la vida, que no viene nada mal para estos tiempos complicados y sombríos que nos está tocando vivir. ∎

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