El imaginario de la heroína tiene más sombras que luces. Se considera como tal a una persona que sobresale, que interpone nuestro bien al suyo o que ejerce por encima de las posibilidades habituales. Y si añadimos los superpoderes, estamos hablando de algo extraordinario e irrepetible. Como podría ser el hecho de que la sueca Molly Nilsson publique su décima referencia discográfica –facturada desde su dormitorio en Berlín– siguiendo la senda absoluta de la autogestión a través del sello Dark Skies Association, con la ayuda puntual de Michael Kasparis de Night School Records. Una decisión política que lleva respetando desde que debutó en 2008 y que entraña una lucha contra la autofobia, el miedo a la soledad, otra de nuestras endemias generacionales.
Aunque suene a cliché, “Extreme” (Dark Skies Association-Night School, 2022) es su obra más compleja. Abre su paleta synthpop al dream-jungle o al italo disco, convirtiéndola en ocasiones incluso en rockstar con su propia banda teledirigida. Un disco que interpela a la acción juvenil, con canciones como “Kids Today” o “Fearless Like A Child”, y en el que se presenta como una guerrillera. Conocida es su afiliación al movimiento antifascista, y llegó a reeditar la canción “Hey Moon” (2008) para donar los beneficios a Black Lives Matter cuando se supo que John Maus –quien hizo una versión de la canción en 2011– había asistido al asalto del Capitolio estadounidense en enero de 2020. Su posicionamiento político es tan claro y directo como su música.
¿Qué significa para ti “tener poder”, lejos de las ideas capitalistas de poder que nos han intoxicado durante décadas?
El “poder” puede significar tantas cosas distintas… Antes, cuando hablaba de este concepto, solía centrarme en la visión patriarcal del poder como la estructura jerárquica sobre la que todo se construye. Más tarde decidí darle la vuelta y ahora lo veo como nuestra fuerza colectiva, algo parecido al significado de la carta del tarot de La Fuerza.
Ahora que mencionas el poder de la colectividad, tu canción “Absolute Power” suena como si tuvieras una banda al completo a tu disposición. ¿Tenías una idea concreta del sonido que querías o fue apareciendo durante el proceso? El trayecto entre las primeras ideas y el resultado final siempre me ha llamado la atención.
Justamente fue la última pista que grabé para “Extreme”. Por lo general, la canción que abrirá el álbum siempre la compongo al final, porque es cuando ya sé que es lo que me falta por decir y cómo acabar de empacar el trabajo. Fue una de las más divertidas de escribir, porque me moría de ganas de empezar con un “It’s me…” (“Soy yo”). Me lo había imaginado pasivamente a lo largo de casi un año, pero cuando finalmente me puse a ello solo me llevó una noche escribirla.
Me encantan los interludios que compones para cada uno de tus discos. ¿En qué andabas metida cuando compusiste el de este, “Intermezzo x The Wheel Of Fortune”?
Para mí es liberador crear música sin pensar en las letras, que suele ser mi enfoque principal. Componer “The Wheel Of Fortune” fue muy rápido, creo que solo llevó dos horas de principio a fin para grabar. Era muy tarde en la noche, así que me forcé a trabajar a buen ritmo para irme a la cama antes de que amaneciera. Era primavera y escuchaba mucha música dance, paseaba durante el atardecer mirando a los patinadores que volvían al mismo parque, igual que los pájaros regresan a su nido en verano.
Estaba bailando “Obnoxiously Talented” en mi casa y me preguntaba: ¿Molly baila sus propias canciones mientras las compone? ¡Una especie de double-check para ver si funcionan!
¡Sí! ¡Siempre tengo que probarlas! Creo que cada sentimiento que alguien podría tener al escuchar una canción ha sido testado por la propia compositora.
Hablando de sentimientos, escuchar tu canción “Sweet Smell Of Success” me transmitió que la fama tiene un sabor agridulce y peor resaca.
A la mierda la fama. Creo que la fama es deseable solo porque se confunde con el poder. La reina Cristina dijo que “el poder es como un perfume que todos pueden oler excepto la persona que lo usa”. Esto también se aplica a la fama.
En tus videoclips también has trabajado con una potente declaración de principios, vestida como un boxeador, un caballero... ¿Hay alguna otra fantasía que te gustaría realizar?
¡Los vídeos musicales son tan divertidos! Funcionan como los sueños lúcidos; puedes tocar, hacer y ser quien quieras. En la vida real me gustaría ser una monja con pistola.
Estoy de acuerdo con tu opinión sobre Spotify, que es una empresa que vende música pero que podría estar vendiendo cualquier otro producto. Pero finalmente, o tal vez solo por el momento, casi todos tus discos están en esta plataforma. ¿Qué te hace decidir algo así?
Honestamente, me da vergüenza decir que me rendí. Mucha gente me preguntó año tras año que por qué no estaba en Spotify. Finalmente entendí que algunas personas ni siquiera saben que la música puede existir fuera de esa estúpida plataforma. Fue tan deprimente para mí que decidí lanzar una cerilla sobre el trabajo de toda mi vida, que son mis álbumes, y verlo arder. Así fue como me sentí al ponerlo todo en Spotify. No pienso en eso porque hirió mis sentimientos; todavía puedo sentir las quemaduras.
Los malentendidos duelen, pero creo que vienen de personas que ni siquiera se toman el tiempo de escucharte bien o simplemente buscan conflictos, no respuestas. ¿Sientes lo mismo? ¿Cómo lidias con ellos?
La vida es demasiado corta para que todo el mundo te entienda. Concéntrate en lo que más importa, no te distraigas con conflictos innecesarios.
¿Crees que reaprender sobre nuestros procesos es una buena arma para combatir las contradicciones? Estoy pensando en el proyecto Music Declares Emergency dirigido por Fay Milton, batería de Savages. Lanzó esta iniciativa para luchar contra el cambio climático desde la industria musical. En tu caso, ¿hay algún activista o colectivo sobre el que quieras poner el foco? ¡Démosles un poco de espacio en esta entrevista!
Hay muchísimas iniciativas que están haciendo un gran trabajo y no soy la mejor persona a la que preguntar sobre ello, pero la lucha contra el cambio climático, por la justicia climática, debería estar en la agenda de todos, independientemente de las afiliaciones políticas. Mis propias convicciones agregarían que esto es imposible sin el movimiento antifascista, ¡así que apoya a tus antifas locales!
Quizá esta es una pregunta que ya has respondido en muchísimas ocasiones, pero, siendo también artista plástica, ¿qué te hace elegir estos icónicos diseños en blanco y negro para las portadas de tus discos? ¿Te cuesta imaginar qué símbolos deben estar en la portada? Este contraste en blanco y negro definitivamente se adapta al concepto de “Extreme”.
Por lo general, tengo una idea para la portada antes de que termine el álbum, está incrustado en las canciones. Empecé a utilizar estos iconos en blanco y negro como portadas porque quería dejar todo el espacio posible para que la música los rellenara o que el propio oyente creara sus propias imágenes. ¡Y ahora ya es casi un deporte o una protesta!
¿Deberíamos iniciar una petición para cambiar el dicho “detrás de cada gran hombre hay una gran mujer” por “delante de cada mujer valiente hay un tipo que bloquea la vista”, de tu canción “Earth Girls”?
Sí, ¡de hecho ya la hemos empezado! ∎