Células nihilistas. Foto: Guillermo Kult
Células nihilistas. Foto: Guillermo Kult

Radar

PRESA: escarbando en las ruinas de la vanguardia

Dos EPs en dos años es lo publicado por el grupo asturiano que lidera Samuel Fonseca. Diez canciones en total, que nos recuerdan que el rock más sucio, nihilista y violento no ha desaparecido por completo de la faz de la Tierra.

Empecemos por el final: el pasado mes de marzo aparecía en las plataformas “Caza alcance” (Humo Internacional, 2023), el segundo EP de PRESA, con cuatro canciones. En los quince primeros segundos del tema de apertura, “Puerta abierta”, el trío liderado por el cántabro Samuel Fonseca (Torrelavega, 1996) conseguía sumergirnos en una forma de expresión musical que creíamos muerta: aquel free rock de principios de los ochenta que capitaneaban Mar Otra Vez, La Fundación, La Caída de la Casa Usher o Extrema Cordialidad Homicida, del que años después surgirían seguidores como Ebria Danza, Vírgenes Adolescentes, Amor Sucio o 713avo Amor.

Hace cuarenta años de aquello, pero no es algo de lo que haya que avergonzarse: Mu Pan pinta hoy con la clarividencia de El Bosco y no deja de ser genial. Hace cuarenta años, sí, pero sigue siendo territorio ignoto porque aquella vanguardia maldita, que se regía por el lema no escrito de no-quiero-ser-como-tú, nunca llegó a nada salvo en el caso particular de Javier Corcobado, tótem indiscutible de aquel momento.

Tratando de encontrar un hilo conductor que nos lleve de Mar Otra Vez a PRESA, podemos recordar que Corcobado dejó su semilla en Gijón y grabó con el grupo Manta Ray un único álbum compartido, “Diminuto cielo” (1997). Y que dicha semilla volvió a fructificar años después en una serie de elementos diversos como Nacho Vegas o Pablo Und Destruktion. Este último es amigo del joven Samuel Fonseca, fotógrafo de profesión que ha realizado las portadas de “Futuros valores” (2020) y “Ultramonte” (2022), los dos últimos álbumes de Pablo Und Destruktion, además de ser también el autor de sus fotos promocionales.

Batalla de intensidad. Foto: Guillermo Kult
Batalla de intensidad. Foto: Guillermo Kult

Este hilo argumental es solo una suposición, porque la música no era el interés primordial de Fonseca, pese a ser un ávido seguidor de propuestas sonoras intensas como Nick Drake, Scott Walker, The Birthday Party, Suicide y Einstürzende Neubauten. Sus inquietudes lo habían llevado a experimentar en la pubertad con la fotografía y el audiovisual. Posteriormente, después de una temporada en Londres y de estudiar fotografía y artes plásticas en Santander, comenzó a realizar trabajos de vídeo y fotografía dentro de la escueta escena de la música underground nacional.

Fue durante el confinamiento de primavera de 2020 cuando se metió de lleno en la música. Acababa de mudarse a Gijón y quiso aprovechar el arresto domiciliario al que todos estábamos sometidos para comenzar a hacer probaturas con la guitarra. Esos escarceos solitarios iniciales se concretaron a finales de ese mismo año en la creación de PRESA junto a otros dos músicos asturianos: el guitarrista Carlos Rodríguez Reina, también de su edad, y un bajista treintañero, algo más veterano, Santi Fernández Sánchez, impulsor de bandas como Autoescuela, La Media Distancia o Santiago la Barca. Las influencias compartidas derivaron en un cóctel de sonidos que engloba el ambient electrónico, los cantautores más turbios, el ruidismo, el after-punk o la no wave.

Su primer EP es “PRESA” (Siempre, 2022) y contiene seis canciones. Fue autoeditado en el verano de 2022 antes de que el grupo llegara a un acuerdo con el prestigioso sello ovetense Humo Internacional, el mismo que publica los discos de Autoescuela, Pablo Und Destruktion, Futuro Terror, Cuchillo de Fuego u Oliver Arson. En aquel disco destacaba una pieza oscura y fundamental, “Sal de mí”, que encierra versos como estos: “Tristeza, sal de mí / Veneno espeso y negro / Escapa a mi control / Te expulso de mi cuerpo / El mar fue un espejo / De noche en San Lorenzo / Me devolvió negror / Pena y aburrimiento / Me arrancaré la piel / Veré si sigues dentro / Me abriste en canal / Y no quiero estar muerto / Espero despertar / Y ver que ha sido un sueño”. Yo, inconscientemente, la relaciono con “La mala muerte”, de Luis Eduardo Aute: “Muerte paranoica, estrecha, entrometida / Muerte que no mueres, en tanto que haya vida / Muerte parto inverso, partida mal parida / Muerte yo te escupo, que el diablo te bendiga / Muerte gula eterna, te invito a mi comida / Muerte hambrienta esposa, mi carne está servida / Muerte boca sucia, devórame y vomita / Mala muerte tengas ¡ay!… / Ay muerte de mi vida”. Eso sí, con una música completamente diferente, que en el caso de PRESA puede remitir a Nine Inch Nails.

Samuel Fonseca, caza violenta. Foto: Guillermo Kult
Samuel Fonseca, caza violenta. Foto: Guillermo Kult

Apenas unos meses después, en la primavera de 2023, se publicó “Caza alcance”, EP producido por Guillermo Serrano –el batería de Somos La Herencia, otro grupo de la escudería Humo Internacional– cuyo título hace referencia a “Tras de un amoroso lance”, uno de los más conocidos poemas de amor a lo divino de San Juan de la Cruz, en el que cada una de las cinco estrofas acaba con el verso “que le di a la caza alcance”, que también le sirve a Fonseca como metáfora del lugar al que quiere llegar. En una entrevista para ‘Revista Flaca’, Samuel desgranaba un listado de influencias, de Leonard Cohen a Puce Mary, pasando por Nick Drake, Nico, Scott Walker, Jacques Brel, la electrónica gélida de Vanity Productions o las explosiones de salvajismo de The Birthday Party: “Obviamente todo esto tiene más que ver con lo que me gustaría ser que con lo que somos, pero en este proceso de caza y alcance (risas) creo que está la clave”, decía.

Las cuatro canciones de su último EP muestran un paso más allá en el camino sin retorno hacia posiciones musicales aún más descarnadas y violentas, como si el título de “Puerta abierta”, el tema con que empieza el disco, quisiera decir que la que está abierta es la puerta del infierno en el que nos sumerge “Torre de plata”, la segunda pieza del EP y la más apocalíptica que se ha podido escuchar en años en la escena musical española. Menos crispadas pero igual de atosigantes y asfixiantes resultan “La espiral” y “Sombra”, que refuerzan la idea de que PRESA es una de las formaciones a las que con más interés hay que seguir en el futuro inmediato. Por lo pronto, el grupo trabaja ya intensamente en lo que será su primer álbum, previsto para 2024. ∎

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