“¿Jules, has estado alguna vez en Sabadell?”, pregunta el guitarrista Jeramy “Beardo” Gritter mientras de fondo, no demasiado lejos, resuena el concierto de The War On Drugs. “Bua, esta canción es buenísima”, exclama el cantante Julian Casablancas cuando nos presentan sobre un tema de la formación liderada por Adam Granduciel que ahora mismo no recuerdo cuál es. ¿Por qué nunca haré de reportero serio y me apuntaré las cosas en esa Moleskine que no tengo? La pregunta es pertinente, aun tratándose de un tipo nacido en el Village de Nueva York: “Tengo una relación extraña con España, o con Cataluña, o con lo que sea, porque hay toda una rama de mi familia originaria de aquí que no conozco. Me gustaría conocerla”. Esto es una llamada a los primos lejanos de Jules.
Hay una calle de Sabadell –también un instituto de secundaria– llamada Ferran Casablancas. Fue un exitoso empresario textil, inventor y banquero. Jules, como lo conocen sus amigos, es su bisnieto. Julian Casablancas, así lo conocemos el resto, es hijo de John Casablancas, el fundador de la agencia de supermodelos Elite, además del cantante de The Strokes y The Voidz, la banda (cada vez menos) paralela con que actuó en el pasado Primavera Sound.
¡Visca Sabadell!”, ha dejado caer en medio de la actuación del grupo en el festival. Sobre el escenario parecía ido, ausente. En persona es afable y cercano. “Visité mi casa familiar”, explica. “Una casa verdaderamente grande de mediados del siglo XVIII o así. El primer Casablancas realmente importante se llamaba Fernando Casablancas (Ferran Casablancas, en catalán, de ahí el nombre de la calle y del instituto) y desde entonces todos los varones de la familia o nos llamamos Fernando o Fernando es nuestro segundo nombre. Yo me llamo Julian Fernando Casablancas. Y lo mismo mis hijos Cal y Ze”.
The Voidz se formaron en 2013, cuando la banda matriz de Julian Casablancas parecía ir a la deriva. Acompañaban al vocalista en su nueva aventura –siguen haciéndolo– el ya mentado guitarrista Jeramy “Beardo” Gritter, además de Amir Yaghmai (guitarra), Jacob “Jake” Bercovici (bajo y sintetizadores), Jeff Kite (teclados) y Alex Carapetis (batería). Desde entonces han publicado dos álbumes: “Tyranny” (Cult, 2014) y “Virtue” (Cult, 2018), discos que, siempre explorando los territorios más arriesgados del pop, nos han regalado más alegrías que las obras perpetradas por el otro grupo de Casablancas a excepción de “The New Abnormal” (2020), trabajo excelente que nos alivió la pandemia. The Strokes fue la banda que salvó el rock a inicios de milenio. ¿Os acordáis del hype?
Sin demasiadas novedades en el frente, los norteamericanos se sumaron al cartel de Primavera Sound para presentar su ultimísimo single, “Prophecy Of The Dragon”, otro rompecabezas pop que mezcla sonidos sintetizados con guitarras que son puro metal. No sé a vosotros, pero a mí me recuerda a Faith No More. “Tenían un disco que se llamaba ‘Angel…’, ‘Angel…, no-recuerdo-qué-mas’. Uno que tenía un cisne blanco en la portada”, intenta hacer memoria el bajista, Jake Bercovici, mientras Casablancas y Gritter se deslizan en una discusión sobre qué es mejor, si fumar tabaco o vapear. Julian resuelve que a él lo de vapear ya no le aporta nada. Si entrevistar a una banda de seis miembros con todos presentes en la charla puede ser exasperante, hacerlo en un festival veinte minutos después de que hayan abandonado el escenario es esquizofrénico. Nada que reprocharles, son majos, pero se pierden en sus charlas cuando alguno de sus compañeros toma la palabra.
“Terminar una canción”, expone Casablancas, “puede llevarte cuatro años”. Y asegura que The Voidz puede llegar a escribir cinco canciones al día. “Así que, matemáticamente, hay un problema justo ahí”. Efectivamente, los números no cuadran. Si pueden llegar a componer media decena de temas cada vez que se juntan, resulta extraño que solo hayan publicado dos discos en una década. “Nuestro proceso de creación es complicado. A veces traigo ideas. A veces son ellos los que traen las suyas, pero, básicamente, improvisamos. Tal vez es la suma de los dos procesos: de las ideas y de la improvisación es de donde salen nuestras canciones”. Jake Bercovici es mucho más gráfico a la hora de trazar una imagen que ilustre el método de trabajo de The Voidz. Son un monstruo con un único cuerpo y seis cabezas que piensan: “Y las seis cabezas tienen pesadillas”.