Una voz oceánica. Foto: Desmond Murray
Una voz oceánica. Foto: Desmond Murray

Entrevista

Tori Amos: “La industria musical pasa por encima de las mujeres”

La música de Tori Amos puede parecer etérea, pero, lejos de sobrevolar la realidad, la artista lleva tres décadas con los pies en el suelo, librando batallas para que la voz de las mujeres se escuche desde el lugar que merece y para que la sociedad recupere algo de cordura. “Ocean To Ocean” es su último manifiesto, directamente influido por la pandemia.

Tori Amos (Newton, Carolina del Norte, 1963) pertenece a esa generación de artistas que en los 90 reivindicaron su lugar en una industria en la que las mujeres, mayoritariamente, estaban relegadas a ser “la chica del grupo”, como Kim Gordon titularía su biografía. Era la primera vez que veíamos artistas expresando sus frustraciones, miedos y deseos sin que importase la opinión masculina, y la de Amos fue (y sigue siendo) una de las voces más relevantes.

Su último trabajo, “Ocean To Ocean” (Decca-Universal, 2021), fue compuesto durante el tercer confinamiento que sufrió el Reino Unido, durante el que la artista, confiesa, tocó fondo: optó por descartar todo el material que había grabado para el nuevo álbum y empezar de cero mientras indagaba en la mitología de Cornwall (donde reside) y reflexionaba sobre los cambios que se estaban produciendo en el mundo. Lejos de ser un álbum sombrío, Amos da esperanza y hasta anima a atreverse a “bailar tango a solas”.

Tenías ya varias canciones escritas y durante el tercer confinamiento que hubo en Reino Unido las descartaste todas y comenzaste de nuevo a escribir. ¿Crees que el encierro te ha beneficiado desde un punto de vista estrictamente creativo?

Sí, no me arrepiento nada de eso. Tomé la decisión adecuada, aunque en su momento fue desalentador y me dio miedo, pero a veces has de tomar esas decisiones. Así que no, no me arrepiento de haber dado la espalda al otro material.

¿Sentiste presión por hacer algo y ser productiva durante el confinamiento?

El tercero fue con el que me vine abajo. Con el primero, y no lo digo para presumir, mi familia estuvo bien y, además, estaba ocupada firmando libros virtuales porque se suponía que debía estar de gira por Estados Unidos promocionando el libro –se refiere a sus memorias, “Resistance. A Songwriter’s Story Of Hope, Change, And Courage” (2020)–, después volver para grabar el disco y luego salir de gira en octubre de 2020, pero durante el primer confinamiento supimos que tendríamos que posponer la gira y luego tuvimos que cancelarla otra vez por la variante Delta. Así que cuando llegó el tercer confinamiento había sido productiva, porque saqué el EP de Navidad “Christmastide” (Decca, 2020). Pero también pasaron muchas otras cosas, como sabrás: los Estados Unidos parecieron volverse locos después de las elecciones, con la insurrección del Capitolio poniendo en peligro la democracia… así que, sí, toqué fondo.

“Era evidente que la Tierra no estaba confinada y que se estaba regenerando pese a todas las crisis que estaban teniendo lugar, como los incendios en la Costa Oeste de Estados Unidos, las inundaciones en Alemania, los volcanes en erupción y los terremotos… Pese a todo, se estaba moviendo del invierno a la primavera, tenía lugar un ciclo de muerte y regeneración. Lo encontré increíblemente inspirador y quería reflejarlo en mi música”

Muchas de estas canciones hablan de crecer, o de mirar atrás en el tiempo, o de querer estar en otro sitio… Imagino que estar en casa te hizo pensar en estos temas, ¿no?

Sí, y también empecé a indagar en la mitología de Cornwall y en sus cuentos y folclore y empecé a prestar atención a la Madre Tierra y a lo que estaba haciendo. Cuando estaba escribiendo “Metal Water Wood” era evidente que la Tierra no estaba confinada y que se estaba regenerando pese a todas las crisis que estaban teniendo lugar, como los incendios en la Costa Oeste de Estados Unidos, las inundaciones en Alemania, los volcanes en erupción y los terremotos… Pese a todo, se estaba moviendo del invierno a la primavera, tenía lugar un ciclo de muerte y regeneración. Lo encontré increíblemente inspirador y quería reflejarlo en mi música.

Desafiando a la industria. Foto: Desmond Murray
Desafiando a la industria. Foto: Desmond Murray

Entonces, cuando piensas en el cambio climático, ¿eres optimista?

(Tarda en responder) Creo que tenemos que encontrar una forma de comunicarnos sobre esto, pero comunicarnos de forma lógica, porque si la gente se comunica cerrándose en banda y realmente piensa que somos incapaces de hacer nada, entonces se van a bloquear y no vamos a lograr nada de lo que necesitamos. Si presentas las cosas de una forma que parece imposible que hagamos nada, la gente va a decir “OK, está llegando un colapso”, y van a tirar la toalla. Y, también, si le pides a la gente que haga algo irrealizable, entonces no van a hacer nada, y eso no resuelve el problema. Así que tenemos que implicarnos para que tengan la impresión de que pueden contribuir y, de este modo, cada uno pueda cumplir con su parte. Aterrorizar a la población no está funcionando, y las empresas que no se quieren gastar el dinero han ganado millones, así que tienen que colaborar. Ayer vi en las noticias una historia horrible: en Inglaterra están llegando aguas residuales a los ríos, y lo decía la BBC, no un medio dudoso, pero las compañías hidráulicas no quieren hacer nada porque les va a costar millones, así que, claro, cuando la gente corriente escucha eso y sabe que las hidráulicas no están haciendo nada, piensan: “¿Qué esperas que haga yo?”. Así que entiendo la frustración. Hemos de esforzarnos por comunicarnos mejor entre nosotros y con otra gente.

Volviendo al disco, “Birthday Baby” está inspirada en tu sobrina, que estaba sola en una ciudad durante el confinamiento, pero también da un mensaje optimista y muy poderoso para las mujeres y las jóvenes, diciéndoles que no deben tener miedo. ¿Tenías en mente llegar a más gente?

Bueno, eso espero.  Creo que ser capaz de darte cuenta de tu valor como mujer joven es crucial, y un momento decisivo en tu vida es cuando eres capaz de ver cuánto vales sin tener que hacerlo a través de la mirada ajena, pero llegar a ese momento es un camino duro. Admito que es más fácil decirlo que hacerlo, pero con suerte esta canción será una buena compañía para esas personas.

“Es una realidad muy distinta por la cultura de la industria musical, que no cultiva ni alimenta carreras de 20, 30 o 40 años para las mujeres: idolatran a las jóvenes, pero luego pasan por encima de ellas y no se sienten mal haciéndoles luz de gas, ignorándolas, dejándolas sin apoyo, renunciando a promocionarlas… de forma que se convierten en desconocidas para el público”

Perteneces a una generación de mujeres que disteis mucha esperanza a personas más jóvenes porque era prácticamente la primera vez que en el mundo de la música veíamos a mujeres fuertes, independientes y sin miedo a decir lo que pensaban. ¿Cómo ves a las mujeres en la música ahora? ¿Hay alguien siguiendo tus pasos?

Creo que hay muchas mujeres ahí fuera contando su historia a través de la música, caminando hacia la cima de la montaña. No me gusta dar nombres porque no quiero dejarme a nadie, quiero ser inclusiva, así que me gustaría mandarle a todas un abrazo fuerte.

Muchas de tus coetáneas se están quejando abiertamente de que no recibisteis el mismo tratamiento que los hombres por parte de la prensa y de la industria musical. ¿También tienes esa impresión?

(Se pone muy seria, mide cada una de sus palabras) Es una realidad muy distinta por la cultura de la industria musical, que no cultiva ni alimenta carreras de 20, 30 o 40 años para las mujeres: idolatran a las jóvenes, pero luego pasan por encima de ellas y no se sienten mal haciéndoles luz de gas, ignorándolas, dejándolas sin apoyo, renunciando a promocionarlas… de forma que se convierten en desconocidas para el público. Te mandan a pastar, esa sería la expresión más ajustada. Pero es una cultura masculina en la que los hombres se cuidan entre ellos. Esa es la realidad y, si te fijas en el panorama, hay muchos más hombres de 50, 60 y 70 años saliendo de gira y firmando contratos discográficos que mujeres. Esa es la verdad.

Pequeños terremotos. Foto: Desmond Murray
Pequeños terremotos. Foto: Desmond Murray

¿Tienes la impresión de que aún has de pelear por tener tu espacio?

Bueno, ufff… Pelear por un espacio es una forma interesante de plantearlo. He tenido suerte de que en mi carrera hayan ocurrido ciertas cosas. Tengo un público que viene a mis conciertos y que realmente creo que son mecenas y que han estado ahí, animándome, y los sellos son conscientes de eso y he tenido la suerte de firmar contratos. Pero soy consciente de que muchas mujeres brillantes no tienen los medios para salir de gira, y sé que si hay algunas mujeres de los 90 que se pueden permitir seguir haciendo música de forma profesional no es por falta de talento o porque no les interese, sino por esa cultura de la que te hablo.

Muchas actrices se quejan de que pasa lo mismo en el cine…

Bueno, no conozco ese mundo, pero te diré algo: la diferencia entre el cine y la música es que no puedes poner a alguien de 30 años en un papel para Helen Mirren o Meryl Streep, no porque el director no lo quiera hacer, porque puede que le guste mirar a una actriz mona de 30 años, pero el público no lo va a permitir, mientras que, en la música, el público a veces no se pregunta –y no les culpo por ello, porque nadie se lo señala– por qué no escuchan historias de mujeres compositoras de 50 y 60 años. Puedes contar con los dedos de la mano a las que siguen en activo, pero necesitas más para contar a todos los hombres, y eso es porque, en nuestra cultura, la sabiduría del “zorro plateado”, o como lo quieras llamar, es un afrodisíaco cuando viene de un hombre, pero no lo es en una mujer que ha sobrevivido a la menopausia… Pero si tienes 30 años puede que quieras saber qué es lo que esa mujer tiene que decir, porque esa chica también va a tener que enfrentarse a ese monstruo algún día, y puedes valorar esa sabiduría, pero no tenemos ese rol, nadie dice que necesitamos a estas compositoras que nos cuenten estas historias.

De hecho, apenas existe una narrativa sobre qué esperar como mujer pasada cierta edad. Todo el mundo te dice lo que puedes esperar de tener hijos aunque no los vayas a tener, pero nadie te habla de lo que viene después de los 40, y necesitamos ese relato…

Sí, lo necesitamos, y es importante, porque si no tenemos esa narrativa y tienes 25 años, ¿qué crees que va a pasarte como artista cuando pases los 40? Tu futuro es muy sombrío, pero yo he estado rompiendo estas cadenas todo el tiempo. Tenemos que mirar estos temas, hablar de ellos, transformarlos y hacer los cambios necesarios. ∎

Vuelta a los escenarios

Estos dos últimos años han hecho que Tori Amos valore más que nunca “lo importante que es comunicarse y compartir y hacerlo sobre un escenario; eso es sagrado”, así que anda centrada en ensayar para su próxima gira, que arrancará en Berlín en febrero de 2022. Además, Amos es consciente de que a sus fans les gusta pedir canciones que a veces no están en el setlist, pero a ella le motiva aceptar el reto: “Me encanta porque es un desafío y dedican tiempo a pensar en estas cosas, y aunque a veces es difícil tocarla y que salga bien, cuando funciona es maravilloso”

Además de la COVID-19, Amos ha de enfrentarse al Brexit, que ha complicado organizar giras desde y hacia el Reino Unido: “No voy a dejar que eso me detenga, pero necesito un equipo para gestionarlo todo. Hay un dicho en el que creo, que dice que eres tan buena como tu equipo, y puede que sea mi nombre el que está en las marquesinas, pero hay mucha gente con diferentes habilidades de las que dependo, y gracias a eso estaré en Berlín, pase lo que pase, para arrancar la gira el año que viene”. 

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