https://assets.primaverasound.com/psweb/xcvmdsrmjffl6zifhgxb_1714392357871.jpg

Firma invitada / Hago cosas, voy a sitios, veo gente

Una flor pensando en una mariposa

P

onerse a escribir sobre lo que una quiera es complicado. Siempre surgen miles de otras posibilidades desde las que esquivar lo que hay que hacer. Y en esto yo tengo altas capacidades. Por ejemplo, el otro día tenía que llamar a la notaría y lo que hice fue ponerme a bordar una flor que estaba pensando en una mariposa. Algo que había ido retrasando hasta el ultimísimo minuto. Era para una exposición colectiva sobre la primavera en El Rincón de Malasaña, mi nuevo bar de cabecera en Madrid. Y es que me he quedado huérfana de bar desde que, recientemente, cerraron La Realidad.

Los bares de cabecera son paraísos ruidosos desde donde acceder a lo improbable. La Realidad nació en otro bar mítico, el Josealfredo, donde años antes yo había conocido a uno de mis socios, mi querido amigo Pablo Guimón. Todo empezó cuando me dijo: “Te cambio una calada de lo que estás fumando por lo que quieras tomar”. Y hasta hoy.

Total, que una noche en el Josealfredo, con Manuela Villa y Pablo Guimón, decidimos montar un bar. Y lo montamos. Y molaba muchísimo y, después de muchas movidas con otros dos socios que teníamos, dejó de molar y decidimos traspasarlo. Y lo traspasamos. En una de esas movidas fue Lydia Lunch, que estaba esos días en Madrid, quien me abrió los ojos con una acertada reflexión a propósito de la gestión del bar que me puso manos a la obra para buscar un comprador. Y lo encontramos. Y a partir de ese momento me convertí en clienta. Una postura más sosegada pero mucho menos divertida. Se acabaron las chapas de chorizo y los espejitos micropoéticos de La Más Bella, ya no estaba Javier Esteban echando las cartas, no habrá carta de conversaciones ni miniarroz a la cubana.

Se acabó aquello de: Está Vd. en La Realidad, haga el favor de ser surrealista. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados