Querido Piero,
Se cumplen más de seis décadas de tu idea más brillante: conservar mierda de artista en 90 latas. ¿Sabes que la última se subastó por 270.000 euros? ¡Menudo récord! Teniendo en cuenta este valor, la cotización de 1 gramo de tu caca alcanzaría los 9000 euros (180 veces más que el propio oro).
Curiosamente en muchas leyendas aparece la relación de las heces y el oro, correspondencia que también surge en la alquimia, pues la nigredo y la obtención del aurum son el alfa y el omega de la obra de transmutación. Nietzsche afirmaba: “Desde lo más bajo ha de alcanzar su ápice lo más elevado”. También Freud asociaba con frecuencia lo más desprovisto de valor a lo más valioso y Norman O. Brown lo definía como “vida muerta del cuerpo a la vez que símbolo de la felicidad de la vida corporal”.
Inevitablemente a mi memoria acude la siguiente cancioncilla infantil:
A mí me gusta cagar en alto,
Y ver la mierda pegando saltos,
Y removerla con un palillo,
Como si fuera chocolatillo.
Pero tu obra es una paradoja (como el gato de Schrödinger) porque nadie ha comprobado lo que hay en el interior, ergo hay mierda y la vez no la hay.
Pongamos que la etiqueta no miente y que en cada lata hay 30 gramos de excremento manzoniano (niano, niano). ¿Cuál es su apariencia? Estaremos de acuerdo en que si, trascendiendo la idea, la obra acaba materializándose, su aspecto formal es importante. No podemos por lo tanto valorar tu propuesta porque, utilizando los conceptos de Robert Filliou, desconocemos si está bien hecha, mal hecha o no hecha.
He meditado sobre este tema, tratando, como creador, de ofrecer una mierda verdaderamente artística (en el fondo y en la forma) y en el músculo puborrectal estaba la respuesta. Después de muchos meses de entrenamiento, por fin salió de mi cuerpo una obra sublime: un busto de Fernando Savater.
Ha sido todo un éxito; la subasté en Todo Colección y me ofrecieron 20 euros.
Un abrazo conceptual
Joaquín Reyes
P.D.: Aparte de modelar, también he logrado silbar por el ojete melodías sencillas. ∎