Ernest Urtasun Domènech, Ministro de Cultura.
Ernest Urtasun Domènech, Ministro de Cultura.

Editorial

Rockdelux y la voz del alma

40 años de Rockdelux bien valen una introducción editorial del Ministro de Cultura en una presentación sentida y no funcionarial. Vivencias de un lector en primera persona, como tantas experiencias vitales hay en el recuerdo de tantos y tan variados seguidores de Rockdelux. El número 399 está disponible para quien sienta curiosidad por la cultura en toda su magnitud.

Como ocurre cuando las canciones del pasado llaman a nuestra puerta, los aniversarios suelen darnos pretextos para la melancolía y la celebración. Cierto día, una melodía que creíamos olvidada atraviesa el túnel del tiempo para reaparecer en una lista de reproducción, encriptada en un vinilo huérfano de aguja o en una cinta casete, rotulada con bolígrafo, rescatada del fondo de una caja. En esas mismas cajas, entre mudanzas, casas, ciudades y cambios de vida, allí donde atesoramos todo aquello que consideramos irrenunciable, está también mi colección en papel de ejemplares de Rockdelux, una publicación fundamental para comprender cuatro décadas de periodismo y crítica musical en nuestro país.

Esta revista ha sido, para muchas y muchos de nosotros, la puerta de acceso a un mundo de conocimiento musical casi enciclopédico. Un archivo documental en proceso, cuyos contenidos se vinculan a la educación sentimental de varias generaciones. La industria discográfica se ha transformado: la manera en la que nos informamos, los estilos y tendencias, incluso la manera en la que consumimos música y la compartimos han cambiado de manera radical. Y aun así, el sello Rockdelux continúa siendo garantía de criterio a la hora de afrontar una tarea que está, creo, entre las más complejas de la profesión periodística: escribir sobre música, con rigor, manejando ese material altamente sensible, inflamable diría, que son las emociones, pasiones, gustos, filias y fobias del público lector y melómano.

Rockdelux 399, 40 años después.
Rockdelux 399, 40 años después.
Asocio Rockdelux a sus portadas, a las reseñas discográficas, las entrevistas, los reportajes, a su agenda de conciertos y a los listados y selecciones de sus críticos. También a aquellos CD sampler, recopilaciones de gusto exquisito que han resistido, con la mayor de las dignidades, el paso de los años.

Pero más allá de su función informativa hay, en el corazón de este proyecto editorial, una parcela reservada para el asombro, para el encuentro inesperado, para la epifanía: esa emoción única que experimentamos al conocer un nuevo grupo, un sonido o una letra que nos conmueve. Rockdelux ha sido el mapa que ha guiado nuestros descubrimientos musicales y el depósito vibrante de una gran memoria cultural compartida.

Desde que en 2020 Rockdelux dio el salto a su difusión digital he tenido la oportunidad, gracias a su director Santi Carrillo, de colaborar con esta publicación y sumar mi nombre, con orgullo, a las páginas de una cabecera que no ha dejado de evolucionar. Rockdelux ha seguido ampliando, desde entonces, sus contenidos e intereses, creciendo en las redes sociales, encontrando nuevos públicos y convirtiéndose en lo que hoy es: una de las principales revistas culturales de nuestro país.

Dice Nick Cave que la música es la voz del alma y creo que la colección de Rockdelux, desde 1984, retrata, a la perfección, ese vínculo invisible que es, también, materia de nuestra propia felicidad. Enhorabuena, queridas y queridos amigos de Rockdelux, por estos cuarenta años.

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